Así debes cuidar las plantas de las heladas

¿Tus plantas han amanecido marchitas tras una noche de invierno o el paso de un frente polar? ¿Se ven las hojas ennegrecidas, deshidratadas, quemadas por el frío? Estás ante los efectos de una helada.

Aunque el primer impulso sea coger las podaderas y eliminar las partes afectadas, conviene tener paciencia. Es muy importante esperar para saber dónde y cuánto cortar.

Estamos en invierno y las heladas son algo constante en esta época del año. Si te gustan las plantas y las tienes expuestas al exterior, algunas recomendaciones para protegerlas.

Si te gusta tener el balcón o jardín con macetas repletas de vistosa variedad de hojas, esta nota es para que puedan anticiparse al cruel frío, que puede ser muy dañino para las plantitas de tu hogar.

¿Cómo se crean las heladas?

Lo primero que tenes que saber es que la helada se produce cuando la temperatura del aire a 1,50 metros a nivel del suelo es de 0ºC.

Las condiciones más propicias para este fenómeno son un cielo sin nubes y una temperatura baja, así que los días soleados y fríos tendremos que estar más atentos a los cuidados de nuestro huerto. Las noches despejadas y muy frías, las mas propensas a favorecer un fuerte enfriamiento.

La helada consiste en un descenso de temperatura ambiente a nivel inferior al punto de congelación del agua. Esto hace que el agua o el vapor que está en el aire se congele en forma de hielo en las superficies.


¿Cómo proteger las plantas?

Entrar las plantas de origen tropical en macetas, especialmente los días muy fríos, para evitar que lo sufran ya que no están acostumbradas.

Decubrir las macetas. Siempre que sea posible, las plantas y los arbustos ubicados en tiestos se deben guardar bajo cubierto durante las noches de invierno, sobre todo en las regiones más frías. Pero, además, hay que proteger las macetas. 


La mejor forma de hacerlo es recubrirlas con plástico de burbujas, el mismo que se emplea para embalar objetos frágiles cuando se realiza una mudanza. Este material combina la capacidad aislante del propio plástico con la presencia de cápsulas de aire que acentúan su efecto. 

Reducir el riego. Uno de los principales problemas generados como consecuencia del frío es el congelamiento del agua presente en el sustrato de la planta. Debido a ese motivo, y a que las necesidades de humedad de las plantas en esta época es mucho menor, es importante reducir la cantidad de riego y, además, garantizar que el suelo tenga un buen drenaje.

Cubrir las plantas. La mejor manera de cubrir las plantas es, también, con plástico de burbujas o, en su defecto, con plástico transparente normal.

Agrupar los ejemplares. Si en general conviene reunir las plantas para crear microclimas de buena temperatura y humedad, mucho más aún en invierno, cuando las temperaturas les pueden causar mayor sufrimiento y estrés.

Prevenir posibles caídas. Además del frío, otro factor de riesgo durante el invierno son los fuertes vientos. Además del daño que de por sí las corrientes de aire ocasionan en las plantas, el viento invernal puede tirar un tiesto y hacer que se rompa, que se derrame el sustrato o que la planta se deteriore.


Colocar un acolchado. Cuando son ejemplares que se hallan en el suelo del jardín, la mejor prevención es elegir especies capaces de soportar los niveles de frío de la zona. Además de eso, se recomienda instalar en el suelo un buen acolchado, de corteza de pino, paja, hojas secas u otros elementos.

Fuente: Infoagro