PATAGONIA NORTE – Una cooperativa de mujeres brindará servicios al agro
Con el apoyo del INTA, el Ministerio de Producción y Agroindustria de Río Negro y la UATRE, MUPLA –Mujeres en Plataforma– recibió una plataforma autopropulsada para realizar tareas de poda, raleo y cosecha. Se trata de un grupo de 12 mujeres jefas de familia que se asoció, se capacitó y, ahora, ofrecerá servicios agropecuarios a las chacras de Alto Valle.
“Mujeres en Plataforma – MUPLA” es la unión de doce mujeres jefas de familia que viven en zonas rurales del Alto Valle de Río Negro. Se trata de la primera cooperativa de mujeres que brindará servicios de poda, raleo y cosecha en chacras de la región, generando innovación e inclusión de la mujer en tareas productivas que tradicionalmente estuvieron asociadas a la mano de obra masculina.
“Nosotras venimos trabajando en el agro en diferentes sectores, ya que siempre estuvimos en la chacra porque somos hijas y nietas de trabajadores rurales. Ahora que somos jefas de familia, vimos la oportunidad de tener un trabajo registrado, aportes jubilatorios y obra social”, expresó Gabriela Huenchuman –presidenta de la Cooperativa Mupla Ltda–.
El Centro Regional Patagonia Norte del INTA vinculó a las organizaciones e impulsó la firma del convenio de cooperación técnica entre la Cooperativa Mupla, UATRE seccional General Roca y el Ministerio de Producción y Agroindustria de Rio Negro. A partir de esta vinculación, la cooperativa recibió una plataforma autopropulsada desarrollada en la región por la fábrica Pazima –Villa Regina, Rio Negro– que fue entregada en comodato por la cartera provincial.
De acuerdo con Carlos Banacloy –ministro de Producción y Agroindustria– la adopción de esta ayuda mecánica en la fruticultura trae grandes beneficios y es el puntapié inicial para replicarlo en otras localidades de Río Negro: “Generará un gran impacto social y económico, tanto en la inclusión de la mujer a la labor rural, en la generación de mano de obra local, como en el productor que podrá contratar este servicio logrando así un impacto favorable en su estructura productiva”.
Por su parte, Mariana Amorosi –asistente de planificación del INTA Patagonia Norte–, aseguró que el organismo tiene vasta experiencia en mecanización agrícola y brinda capacitación técnica para el uso de la plataforma en labores de poda, cosecha, raleo, buenas prácticas y análisis de costos. “Nos vinculamos con las mujeres para fomentar la gestión participativa, fortalecer sus capacidades y acompañarlas para que puedan cubrir las demandas del sector frutícola y crear trabajo genuino”, señaló Amorosi, quien articuló y fomentó este trabajo interinstitucional.
Según Sergio Alarcón –representante de UATRE, Gral. Roca–, cada temporada la fruticultura en el Alto Valle demanda entre 4 y 5 mil trabajadores solo para realizar las tareas de poda y raleo y no se llega a cubrir la demanda en la zona. “Realizamos ciclos de capacitaciones continuas con el INTA para formar personal calificado en la región y vimos que cada vez crece el número de mujeres inscriptas para capacitarse en estas tareas”, señaló.
Al mismo tiempo, ambas provincias reciben cada temporada entre 20 y 24 mil personas provenientes del norte del país para realizar las cosechas de frutales. “Mupla podría dar respuesta a la mitad de esa demanda de mano de obra, capacitando a más mujeres para que cuenten con trabajo genuino y permanente en la región”, señaló Alarcón.
La incorporación de nuevas tecnologías como las plataformas autopropulsadas favorece la seguridad operativa, la calidad y la celeridad a la hora de realizar las tareas. “La plataforma permite vincular a personas con discapacidades, mujeres o personas mayores de 40 años a las actividades en la chacra”, señaló Pedro Pasin –presidente de la empresa Pazima–, y remarcó que: “Cada vez hay mayores problemas sobre la cantidad y especificidades en la tarea del personal de campo. La ayuda mecánica permite armar grupos de trabajo que logren mantenerse de forma estable en el año y lograr mejores resultados en la chacra”.
Esta plataforma ofrece la posibilidad de utilizar tijeras neumáticas que permitirán eliminar tiempos muertos y facilitar la tarea de las trabajadoras. Además, reemplaza el uso de escaleras que pesan hasta 30 kilos y a los envases recolectores en cosecha, ampliamente difundidos en los valles del Norte patagónico.
Proporciona a las operarias mayor comodidad y estabilidad que las escaleras y, en consecuencia, mayor regularidad en la jornada. Además, permite mayor libertad de movimientos, la reducción de la fatiga y la perfección de la labor que se traducirán en una notable mejora en la calidad del trabajo realizado.
Fuente: INTA INFORMA