¿Sabes que síntomas presenta un caballo cuando está enfermo?

Al igual que sucede con las personas, los caballos pueden sufrir ciertas enfermedades que es importante detectar cuanto antes para ponerles remedio. ¿Cómo saber si tu caballo está enfermo? Si el animal está abatido y triste, tiene los ojos inexpresivos y la cabeza baja podría padecer alguna enfermedad. Tendrás que estar atento a estos síntomas:

Síntomas de que el caballo está enfermo:

  • Respiración y pulsos acelerados. Un caballo sano inspira entre 8 y 12 veces por minuto y tiene un pulso de 36 a 42 latidos por minuto.
  • Más de 38º de temperatura
  • Cambio de carácter
  • Permanece quieto o se tumba en el suelo
  • Cambios en las heces o en la orina
  • Ojos inexpresivos y/o llorosos
  • Orejas caídas
  • Pelo y crin sin brillo, opaco

Si un caballo presenta algunos de los síntomas anteriores conviene avisar a un veterinario pues podría padecer alguna enfermedad.

¿Qué tipos de enfermedades puede padecer un caballo?

  • De la piel. En los caballos que permanecen en establos se pueden producir tiñas por infección de hongos, erupciones y acné. El caballo puede presentar pequeños bultos de carácter duro, ronchas y eccemas.
  • Aparato digestivo. El trastorno del aparato digestivo más común en los caballos es el cólico. Se manifiesta con dolor abdominal, que hará que el caballo piafe, se revuelque en el suelo, deje de comer y que sus excrementos sean diferentes (menos y de aspecto distinto). Si el caballo escarba mucho, se muestra inquieto y suda en exceso podría padecer un cólico.
  • Parásitos. Desde los más comunes como las garrapatas que pueden transmitirles con su picadura diversas enfermedades hasta otros con graves consecuencias como el gusano Strongylus
  • Infecciosas. Enfermedades de los caballos causadas por bacterias, virus y hongos. Por ejemplo el tétanos, infección peligrosa que se debe a determinadas bacterias que penetran en una herida. En esta categoría se encuadran también la influenza equina, enfermedad viral en la que el caballo presenta fiebre y tos; la anemia infecciosa equina, muy contagiosa y peligrosa; y la adenitis, causada por una bacteria y altamente contagiosa.
  • Cardio vasculares. A diferencia de las personas, los caballos no sufren ataques cardíacos, en cambio sí que pueden presentar arritmias, que se pueden diagnosticar a través de un electrocardiograma.
  • Sistema nervioso. El caballo presentará parálisis en determinadas partes del cuerpo o insensibilidad en algunas zonas. Las parálisis pueden afectar a la cara, a los músculos del hombro o a los miembros posteriores o anteriores.

En cualquier caso, conviene que los caballos pasen revisiones periódicas para prevenir y detectar a tiempo cualquier tipo de enfermedad.