Porque queso azul y no roquefort

Una de las maravillas untuosas, potentes y picantes celebró un nuevo aniversario el pasado lunes 9 de octubre con el Día Mundial del Queso Azul, una fecha más que importante para los amantes de los sabores auténticos.

Los prejuicios que rodean a esta masa cremosa de aroma intenso son muchos. Sus diferentes sabores e intensidades, junto a los dibujos que forman sus hongos, hacen que esas vetas azules sean un espectáculo para los comensales.

La historia del queso hermano del Roquefort tuvo su origen en Francia, durante el siglo VIII. ¿Existe una verdadera diferencia entre ambos? ¿En qué comidas es una buena compañía? Conocé más a continuación.

Día del Queso Azul: ¿cómo nace y cuál es la diferencia entre el queso azul y el Roquefort?

La leyenda cuenta que un pastor olvidó en una cueva un pan de centeno junto a un queso fresco. Cuando regresó, notó un color verdoso en la masa del queso, que se formó de los hongos transferidos del primer queso al segundo. Esto dio origen al Roquefort.

El Queso Azul es el hermano del Roquefort, pero por una protección de nombre no puede llamarse así. (Fuente: Pixabay)

Es sabido que el Roquefort es un queso azul, aunque pocos saben que su nombre goza de un privilegio. En 1925 recibió su bautismo y, desde 1996, su nombre se encuentra protegido por diferentes organizaciones. 

Este tipo de protección lleva a que no se pueda utilizar el término Roquefort a otros quesos similares o idénticos que no provengan de la región de Causses del Aveyron (Francia). Por lo que todos los quesos azules del mundo, exceptuando los de esa zona francesa, son conocidos como “queso azul”. 

Las mejores 6 formas de sumar el queso azul en tus comidas

Como los quesos azules tienen diferentes puntos de maduración, sus texturas, sabores y aromas suelen variar. Esto tiene que ser tenido muy en cuenta para que combine de la mejor manera con tus comidas y bebidas.

Queso azul y el té de merienda

Para que esta combinación funcione, hay que imaginarse los clásicos sándwiches de pan negro rellenos de jamón crudo y queso azul. Tendrás que encontrar el té adecuado para una experiencia más suave (té verde o miel), aunque también puede ser algo más fuerte como la variedad de té puerh.

Queso azul con dulces

Al tratarse de un queso intenso y con un sabor persistente, el queso azul marida de forma excelente con la miel, dátiles y chutneys, que lo suavizarán y amortizarán sus sabores.

Degustación de quesos o tablas de fiambres

Un clásico de las “picadas”. El queso azul es infaltable en este tipo de comidas. Sin embargo, hay que consumirlo al final de la degustación, ya que su sabor intenso tapará los sabores de los demás fiambres. 

Vinos y quesos azules

Una de las formas más comunes de maridar con quesos azules son los vinos fortificados, con el que se logrará una armonía entre dos elementos opuestos. La salinidad del queso azul contrasta con la dulzura de este tipo de vino. 

Una buena picada y buenos vinos te harán vivir una gran experiencia con el queso azul. (Fuente: Pixabay)

Cerveza y quesos 

Es una de las combinaciones que no fallan. Muchos eligen las cervezas stout para combinar con un queso azul, ya que es una bebida intensa, densa y tostada. Mientras que los amantes de lo amargo lo hacen con una cerveza IPA, acompañada de un queso azul.  

Whisky y quesos

Surgió como uno de los nuevos clásicos, volviéndose una pareja inseparable. Los altos niveles de alcohol de estas bebidas y su añejamiento permiten disfrutar las notas ahumadas del whisky y lo intenso del queso, lo que lo vuelve una experiencia inolvidable. 

Fuente: Edairynews