Como germinar semillas de lavanda y perfumar toda la casa

Originaria de la cuenca del Mediterráneo occidental, la lavanda es una planta perenne que tiene un hermoso follaje de hoja perenne y flores deliciosamente fragantes. Este pequeño arbusto ofrece una fragancia dulce y fresca y limpia naturalmente nuestro interior.

Para hacer esto necesitarás:

  • varios baldes
  • tierra para macetas
  • Fertilizantes
  • semillas de lavanda

Para la germinación de la lavanda, los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Coloque las semillas de lavanda en bolsas herméticas llenas de tierra húmeda y luego guárdelas en el refrigerador durante al menos 3 semanas.
  2. Vierta tierra para plántulas en vasos individuales
  3. Plante una plántula por maceta y luego cubra cada plántula con una capa delgada de tierra
  4. Coloque las plántulas en un lugar cálido alrededor de 21 grados, preferiblemente cerca de una ventana
  5. Riegue ligeramente las plántulas cada mañana.

Los gestos correctos para cultivar semillas.

Después de germinar las semillas, será necesario trasplantar las plántulas cuando hayan presentado hojas.

cultivar semillas de lavanda

La maceta de cada una de las plantas debe tener un diámetro de al menos cinco centímetros. Luego, mezcle el fertilizante con la tierra y luego cave un hoyo en las macetas y cúbralo con tierra. Cuando la planta crezca más de siete centímetros, coloca las macetas en el exterior, en un lugar parcialmente soleado. Cava un hoyo en el suelo, del mismo tamaño que el recipiente en el que creció la planta, luego sácalo de su maceta para volver a plantarlo en el suelo.

¿Cuáles son los beneficios de la lavanda?

Gracias a sus principios activos, linalool, geraniol, cumarina, taninos o incluso umbeligerona, la lavanda es una planta que posee multitud de beneficios terapéuticos:

  • Lucha contra los trastornos del sueño y los trastornos del sistema nervioso.
  • Antiespasmódico, reduce las contracturas musculares
  • Calma los resfriados y el asma.
  • Alivia las migrañas y dolores de cabeza
  • Calmante, calma quemaduras, picores, eccemas o acné
  • En aplicación local favorece la cicatrización de heridas y úlceras
  • Considerado un excelente remedio contra los piojos, combate ciertos parásitos.

Dependiendo de los efectos deseados, la lavanda se puede utilizar en inhalación, aceite de masaje, polvo seco, infusión o cápsulas. Sin embargo, esta planta está contraindicada en mujeres embarazadas y en personas que toman tratamientos anticoagulantes. En cualquier caso, pide consejo a tu médico antes de decantarte por este remedio natural.