Trigo con mayor contenido de nutrientes y menor impacto ambiental.

Buscan variedades que sean más resilientes al cambio climático; son de Chile y están en negociaciones con un venture capital argentino.

NeoCrop Technologies es una startup de la ciudad de Valdivia, Chile, dedicada a la edición genética de cultivos. La innovación que llevan adelante consiste en una plataforma de mejoramiento genético de precisión para el desarrollo de nuevas variedades en tiempo récord. El objetivo es acelerar su ciclo de cosecha y obtener mayores rendimientos, contribuyendo a la obtención de nuevas semillas y posibilitando la generación de siembras más resilientes al cambio climático, con mayor contenido de nutrientes y menor impacto ambiental.

Así, combinaron y adaptaron tres tecnologías de vanguardia. Una es la edición genética con CRISPR, “tijeras moleculares” que hacen cortes y ediciones dirigidas y precisas en el ADN de una planta. También se suma un software interno con inteligencia artificial que ayuda a predecir genes candidatos y por último el “speed-breeding“, un sistema de crecimiento ágil de las plantas bajo iluminación extendida en cámaras especiales y automatizadas mediante Internet de las Cosas (IoT), para control de luz, temperatura, humedad, fertirriego y otros parámetros.

“Cultivos como el trigo, que demora de cinco a seis meses desde la siembra a cosecha en campo, en nuestras cámaras de speed breeding solo nos toma dos meses. Esto nos permite obtener entre cinco y seis cosechas anuales continuas, mientras que las semilleras solo pueden lograr una cosecha anual, o dos como máximo si hacen un envío de semillas a contraestación a algún país del hemisferio norte”, señaló a Agrofy News Daniel Noero, ingeniero agrícola y diplomado en Comunicación Científica y Biotecnología Agrícola.

Noero es uno de los tres fundadores de NeoCrop Technologies, junto con Francisca Castillo, Bioquímica, Ph.D. en Ciencias Agrarias y CEO de la startup y Sebastián Castillo, Ingeniero Civil Informático y Máster en Inteligencia Artificial. Fue a partir de la unión de estas tres áreas que los emprendedores decidieron apostar a un proyecto en común, arrancando con las pruebas de laboratorio en el año 2020.

NeoCrop Technologies: salirse de los transgénicos

Las herramientas de edición genética en plantas trabajan directamente sobre el ADN de las mismas para obtener de esta su máximo potencial, sin necesidad de acudir a “cruzamientos”. Este último es el proceso que se realiza en cultivos transgénicos, que son aquellos cuya estructura se modifica usando genes de otras variedades. Según advierte el fundador de NeoCrop, hoy en día los transgénicos presentan complicaciones a nivel regulatorio en países de Latinoamérica, por varios motivos.

“En Chile sucede algo muy loco que es que vos podés hacer de todo con ellos, pero hay un vacío en la regulación que no permite que los agricultores chilenos ocupen su campo con transgénicos y lo comercialicen. En Argentina, Brasil o Colombia se producen para su venta, mientras que acá podemos hacer investigación, pero no podemos llevarlo ni al campo ni a las mesas de los consumidores”, explicó Noero.

Esta situación hizo que se adentraran en formas alternativas de mejorar el rendimiento de las semillas, recurriendo a técnicas “más sustentables”, según la propia startup y novedosas en materia científica. La pandemia fue el punto de partida por ser el momento donde creció con fuerza la digitalidad aplicada al agro y un mayor interés de inversores por impulsar iniciativas que aplican tecnología en el campo.

Justamente, un propósito que tiene la firma es el de contribuir al desafío global de aumentar en un 50% la productividad de los cultivos alimentarios al 2050. En este sentido, destacan que la edición genética es capaz de mejorar la nutrición de las plantas y ayudar a combatir el cambio climático.

“Queremos aumentar el nivel de fibra del trigo y ahora partimos con un trigo tolerante a sequía. Apuntamos a desarrollar algo similar al HB4, pero sin que sea transgénico como este y en una edición que actúa mucho más rápido. Así logramos una mutación en el ADN sin agregar ningún gen de otra especie y puede salir a campo y comercializarse sin problema”, sostuvo el Ingeniero Agrónomo.

Modelo comercial y expansión

Gracias a fondos de inversores privados y a la adhesión a programas de financiamiento público de parte del Gobierno de Chile, montaron su propio laboratorio en el “hub” que tiene la ciudad de Valdivia dirigido a firmas científicas y tecnológicas de la región. El plan de cara a los próximos meses es asentarse en Estados Unidos y ya están en tratativas, a la vez que trabajan en alianza con grandes semilleras, como la chilena Campex Baer y Buck Semillas en Argentina.

“Esta sinergia permite potenciar nuestro objetivo central que consiste en acortar los largos periodos que toma desarrollar una nueva variedad de cultivo, entre 12 a 15 años, a solo 4-5 años, ahorrando un 60% del tiempo”, sostuvo Noero a Agrofy News, a la vez que resaltó que en el 2022 ganaron el Premio Nacional de Innovación (Avonni) en “categoría Volcanes”, otorgado anualmente por el Ministerio de Ciencia de Chile y llegaron a ser finalistas a “Startup del Año” por la Sección de Innovación del periódico “El Mercurio”.

Además de las pruebas para lograr el trigo tolerante a sequías, con apoyo de un fondo público de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, iniciaron un proyecto de mejoramiento de precisión en lupino blanco, una leguminosa de alto interés por su alto nivel proteico mayor al de la soja y adaptación a nuevos climas. También prestan servicios de aceleramiento de cosechas a clientes semilleros y de instituciones de investigación, solo con la tecnología de speed-breeding y en cultivos como avena, triticale, lupino, papas y maqui, un berry nativo del sur de Chile y Argentina.

En términos de avances, están negociando una ronda pre-semilla de u$s 750 mil, dentro de la cual acaban de cerrar un ticket de u$s 300 mil con Sudlich Capital, del sur de Chile, y otros casi u$s 100 mil por el apoyo de inversores ángeles chilenos. “Son negociaciones con un Venture Capital importante de Argentina y un fondo grande chileno. Nuestros objetivos con el dinero es consolidar los proyectos en trigo y lupino para su avance en ensayos de campo, armar un portafolio de servicios y proyectos de más clientes en el Conosur, abrir una gerencia de finanzas, y realizar un flip hacia Estados Unidos en 2024”, aseguró el emprendedor científico.

Azul Martinez – Agrofy News