Senasa declaró la alerta fitosanitaria por el virus rugoso del tomate

El Senasa estableció medidas de prevención, detección, contención y erradicación del agente patógeno

El Gobierno Nacional declaró el alerta fitosanitaria para todo el país por el virus rugoso del tomate, una nueva virosis que daña cultivos de tomate y pimiento.

La decisión fue comunicada a través de la Resolución 569/2023, publicada este jueves en el Boletín Oficial. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró el alerta hasta el 31 de diciembre de 2024. El objetivo del organismo durante este plazo es, a través de un trabajo interinstitucional público-privado, fortalecer las acciones a fin de determinar la situación del virus en cuestión en el país, contener y erradicar los focos que eventualmente se detecten, evitando su establecimiento y dispersión, como así también poner en conocimiento de la situación a los productores y a la sociedad en general.

En este marco, se establecieron las medidas de prevención, detección, contención y erradicación en relación con este virus y ordenaron su denuncia obligatoria de los síntomas sospechosos de la enfermedad.

Entre las medidas de prevención, el Senasa señaló que toda persona humana o jurídica, encargada o responsable de establecimientos o predios agrícolas o partidas con sospecha de la enfermedad, debe adoptar las medidas de intervención y/o restricción de movimientos de material de propagación estipulados. Aquellas personas involucradas en la producción y reproducción de tomates y pimientos “debe permitir el ingreso de los agentes oficiales para realizar, supervisar o fiscalizar las actividades de control establecidas en el presente marco normativo”.

Así, el organismo publicó el protocolo de medidas de higiene y desinfección para aplicar en sitios de producción, herramientas de trabajo y otros elementos que pudieran actuar como transmisores del virus.

Para las herramientas de trabajo (tijeras, filo, palas, etcétera) así como la maquinaria que estuviera en contacto con plantas o sitios contaminados con el virus o con sospecha de su presencia, se pueden emplear productos químicos con propiedades desinfectantes. Los mismos deben ser sumergidos o asperjados manteniendo el contacto con el desinfectante por al menos un minuto.

Además, a través de la resolución publicada esta madrugada se crea el Comité de Crisis por el virus rugoso del tomate que será coordinado por el Senasa y estará integrado por un equipo de trabajo interinstitucional conformado por la Dirección Nacional de Protección Vegetal del organismo, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Semillas (INASE), por los centros oficiales de investigación, universidades, gobiernos provinciales, representantes del sector privado y público, y otras instituciones vinculadas a la problemática.

En el marco del trabajo interinstitucional, desde el Senasa, el INTA y el INASE, se realizará un ciclo de charlas técnicas para brindar información sobre el nuevo virus, y recomendaciones para productores, profesionales y técnicos del sector. La primera jornada tendrá lugar el próximo 11 de julio, de manera virtual, en tanto que el 12 se llevará a cabo un encuentro en la provincia de Salta.Los frutos infectados suelen presentar manchas marrones o amarillas con rugosidad (Freepik)Los frutos infectados suelen presentar manchas marrones o amarillas con rugosidad (Freepik)

El virus rugoso del tomate se identificó por primera vez a nivel mundial en 2014 en Israel; luego fue detectado en México y Estados Unidos en los años 2018 y 2019, respectivamente. Argentina lo incorporó en el Listado de Plagas Reglamentadas y comenzó a regularlo en la importación de semillas de tomate y pimiento al país. El virus también fue categorizado como una plaga cuarentenaria por el Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave).

Este agente patógeno posee una alta transmisibilidad en plantaciones de tomate y pimiento y puede persistir en algunas malezas. Se transmite por semilla y plantines y mecánicamente, a través del contacto en labores del cultivo (poda, desbrote, trasplante, cosecha etc.).

Los síntomas pueden expresarse en hojas y frutos. Mientras que en las primeras se produce una deformación en el desarrollo, tomando un aspecto de arrugado junto a la aparición del moteado en tonos más claros u oscuros, en los segundos se observan manchas marrones o amarillas con rugosidad. También pueden presentar deformaciones y tener maduración irregular, de acuerdo con la información que precisó el Senasa.

Fuente: Infobae