30 años dedicados a mejorar la producción de yerba mate

Con el acompañamiento del INTA y del programa Cambio Rural, en 1994, un grupo de agricultores misioneros fundó la Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo Ltda que, en la actualidad y luego de casi tres décadas de trabajo, produce, procesa y envasa yerba mate de su propia marca y exporta más del 90 % del té que produce. Además, la cooperativa cuenta con dos secaderos de última tecnología, cuatro líneas para el secado del té y un vivero forestal, a disposición de los productores. Un recorrido por la historia de una organización que mejoró la calidad de vida de sus miembros y que hoy es una de las más importantes del centro de la provincia.

En todo el mundo, las cooperativas se consolidaron como actores importantes en el desarrollo económico y social de los pueblos. De hecho, su conformación permite a los individuos unirse en un esfuerzo colectivo para alcanzar objetivos comunes y superar obstáculos que podrían resultar inalcanzables de manera individual. Este es el caso de un grupo de agricultores yerbateros de la localidad de Dos de Mayo, Misiones que, en 1994, se unió para fundar la Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo Ltda. Así, con apoyo técnico del INTA y del programa la cooperativa produce yerba mate de su propia marca y exporta más del 90 % del té que produce.

“Cuando se fundó la cooperativa, la asistencia técnica del INTA fue muy importante”, recordó Héctor Dingler, actual presidente de la organización, quien ponderó el rol de la institución: “Gracias a ese apoyo, nos organizamos para constituir y fundar la cooperativa que hoy es una de las más importantes del centro de la provincia. En sus comienzos, teníamos 74 socios y hoy tenemos 122 socios activos”.

Una vez constituida, la Cooperativa dio sus primeros pasos y consiguió recursos para construir un secadero de yerba mate. “La instalación del primer secadero fue posible gracias al apoyo de diversas organizaciones de Dos de Mayo”, destacó Dingler quien además es miembro del Consejo Regional del INTA Misiones -un espacio para la participación en los niveles de consulta y decisión en los cuales representantes del sector privado y público enmarcan el llamado “control social” de la institución-.

En este sentido, Fabio Wyss, director del Centro Regional INTA Misiones, reconoció el rol fundamental de los actores que formaron parte de este proceso. “Quedaron muchos actores en el territorio, entre ellos, Héctor Dingler, hoy presidente de la Cooperativa, que es y ha sido una persona muy vinculada al INTA por el antecedente del grupo, el trabajo con material genético en yerba mate, así como también por su la participación como representante en el Consejo Regional del INTA Misiones”, sintetizó.

En relación con la Cooperativa Dos de Mayo, Wyss se refirió al crecimiento del grupo de Cambio Rural y explicó: “En este sentido, cabe destacar el crecimiento que tuvo aquel grupo de Cambio Rural, que fue el germen de la Cooperativa de Dos de Mayo y lo que significa hoy para la zona”. Y agregó: “En estos 30 años de Cambio Rural, desde sus inicios, se han establecido fuertes relaciones entre el sector productivo, los profesionales y el INTA”.

El Grupo de Cambio Rural que formaron se llamó “Unidad y Progreso” y contaba con 15 pequeños productores yerbateros. El Promotor asesor era el Ingeniero Agrónomo Horacio Goycoechea y, junto con los profesionales y el INTA, generaron y fundaron la Cooperativa Dos de Mayo.

Carlos Kornoski, agente de proyecto del Programa Cambio Rural de la Agencia de Extensión Rural del INTA San Vicente, explicó: “En 1993 nace la inquietud, por parte de un grupo de productores yerbateros de la zona centro de la provincia, de formar parte del Grupo de Cambio Rural para contar con apoyo y asesoramiento en el cultivo de la yerba mate. Esta iniciativa fue el punto de partida de la fundación de la Cooperativa Dos de Mayo”.

Según Kornoski, la cooperativa Dos de Mayo representa, para la comunidad, un motor de crecimiento ya que “impulsa la agroindustria de la zona y sus alrededores, emplea directa e indirectamente a muchos pequeños productores familiares y representa para la economía de la provincia, un actor muy importante ya que exporta más del 90 % del té que produce”.

“Para la comunidad de Dos de Mayo, hay un antes y un después de la llegada del Programa Cambio Rural del INTA”, sintetizó Kornoski.

En relación con el apoyo y asesoramiento del INTA, Kornoski reconoció que ese trabajo ha sido permanente, y continua hasta el día de hoy. “No solo se trabajó en mejorar las capacidades técnico-productivas y de gestión de la Cooperativa, sino se trabajó en aspectos específicos como el manejo de suelo y de la planta durante la cosecha de la yerba mate, en las buenas prácticas de manufactura, en comercialización y capacitación, entre otros”, puntualizó.

Para ello, los profesionales de extensión y de investigación del INTA trabajaron en forma conjunta, aplicando y validando la tecnología que se generaba en la estación Experimental de Cerro Azul, con el objetivo de mejorar la eficiencia de los productores en este sistema productivo.

Kornoski explicó que, en todo el proceso, “se acompañó al productor en todo el desarrollo productivo, desde la semilla hasta el agregado de valor en la cadena productiva, desde la yerba mate canchada hasta la actualidad, en la comercialización de su marca propia en las góndolas de los supermercados”.

Con el paso de los años y, a raíz de la diversificación de los productores de la Cooperativa, en 2011, se incorporó un secadero de té con dos líneas de producción. En 2014 comenzó la construcción de un molino con el fin de procesar yerba mate de marca propia. Hoy, el secadero de té cuanta con cuatro líneas de producción y la Cooperativa posee su propia marca de yerba mate: Indumar.