Huber Lezcano, con paso firme. Entrevista realizada en Septiembre de 2009.
A través de los años Repuestos Huber, fundada el 2 de Mayo de 1952, por el empuje y la decisión de Huber Lezcano, hoy en manos de su hijo Humberto, sigue siendo un lugar de encuentro, pasar por allí es mucho más que ir a comprar un repuesto. Es un saludo amigable, un chiste, una palabra divertida, un buen servicio hacia los clientes.
Queremos traer una nota que hiciéramos en los inicios de Opción Rural, allá por el año 2009, como un homenaje a la vida de Lezcano, a su esfuerzo y visión. Resaltando su espíritu emprendedor y visionario dejando en quienes lo conocieron un mensaje de superación a través de la seriedad y la responsabilidad.
Con paso firme, caso Lezcano.
“Al principio, como todos los principios, fue duro” nos cuenta Huber Lezcano. Todo comienza por el año 1952, más precisamente el 2 de mayo, con la inauguración de su propio taller de gomería.
“Atendíamos las 24 horas” comenta riendo, y nos muestra la maqueta de su local improvisado, que permanecía abierto aún sin la presencia del dueño ya que no tenía puertas para cerrar. Y es que en ese entonces, a nadie se le ocurría tomar algo que no era de su propiedad.
Con solo 23 años de edad y sin muchos recursos Huber le hacía frente a la vida.
“ Al principio me faltaba trabajo, y es que cuando uno es joven no demuestra seriedad, por la misma edad, pero con el tiempo fui ganando la confianza de la gente. Cuando el trabajo llegó realmente lo valoré. No me importaba trabajar fuera de hora.”
El trabajo fue en aumento y pronto se transformó en la única gomería del pueblo y de la zona.
Sin embargo, pronto descubrió otro negocio prometedor.
“… luego me case y me hice la casa. Pasaron los años y dada la necesidad que había de repuestos se me ocurre la idea de poner una casa de repuestos ya que cualquier cosa que se precisara no quedaba otra alternativa que viajar a Bahía.”
De a poco se fue haciendo de repuestos y con el tiempo la familia se agrandó y comenzó a formar parte del negocio familiar.
“ Durante estos 51 años tuve 4 hijos y 9 nietos. Uno de mis hijos me acompaña en el trabajo, es el que me palanquea ahora, el que tiene la fuerza”.
El secreto de vida fue la austeridad. “ La primer lección que aprendí ocurrió durante el primer año de la gomería. No tenía trabajo, y fue una situación difícil. No tenía plata y tenía que pensar muy bien los pasos que iba dando. Si uno sabe cuidar es más fácil poder sobre llevar la vida. Si uno comienza a gastar después no aprende más a ahorrar y se hace más difícil.”
Gracias a su forma de ver las cosas Huber no ha sido muy afectado por los vaivenes de la economía argentina. Sin embargo, en el año 2000 aprendería otra lección.
“ En el año 2000 tuve un tropezón. El banco Provincia retiró los descubiertos en general. Uno estaba acostumbrado a hacer cheques y que el Banco los cubría. Pagaba intereses pero nunca faltaba mercadería. Estuve entre seis y ocho meses devolviendo la plata de los cheques que había dado. Luego de eso el Banco me cerró la cuenta. También lo hicieron los otros bancos…hasta el día de hoy. Para poder salir adelante tuve que hipotecar mi negocio. De esa manera conseguí un crédito de diez años que este año voy a poder saldar” (año 2009) “… toda esta situación provocó diferentes reacciones entre los proveedores. Algunos me mandaban la mercadería como siempre, otros trabajaban a contra reembolso y otros no me enviaban nada. Entonces tuve que ir adaptándome a trabajar de contado. Pero vivo más tranquilo. Cuando estaba almorzando no quería que sonara el teléfono porque sabía que era el banco. Capaz me pedían que fuera a depositar $ 50, tenía que comer, ir al negocio a buscar plata y llevarla al banco. Hoy el teléfono ya no suena.”
A pesar de todo, Repuestos Huber, siempre respaldó a sus fieles clientes manteniendo las cuentas corrientes.
– ¿Y qué hay de la segunda generación?
-“Mi hijo no era muy afecto al negocio pero a los 20 años se casa y la necesidad de contar con un respaldo para su nueva familia lo motiva a involucrarse con la empresa. Ahora es como un socio para mi”
Con los años, la casa de repuestos se ha convertido en un lugar de encuentro para los clientes, un lugar ameno en donde comprar.
“Existen lugares donde la gente se junta y habla de fútbol. Nosotros contamos chistes, y los clientes también traen sus chistes, es algo que nos caracteriza, tiene que ver con el alma del negocio”.
Después de los chistes, le pedimos a Huber que nos contara una anécdota y descubrí que las anécdotas pueden tener moraleja.
– “La semana pasada vino una persona, como vienen de vez en cuando, una persona discapacitada con un papel que decía que era mudo. La gente que estaba en el local no le daba bolilla. Comenzó a repartir un papel. Nadie le hacía caso. Se dirige hacia mi y me hace seña que le diera $ 2, se lo di y se fue. A la semana siguiente entra un muchacho bien vestido, acompañado de una chica bastante elegante. Me pidió una cera para autos. Justo la cera que buscaba no la teníamos así que se fue. En ese momento mi hijo me dice: te fijaste bien quien era? Era el mudo que vino la semana pasada. Del sábado al lunes aprendió a hablar y se consiguió una novia!! Ja ja ja ”
A todo esto la moraleja es:
NO QUIERAS ENGAÑAR A LEZCANO,
PORQUE HUMBERTO TE ESTA MIRANDO!!!
La nota fue realizada por la Ing. Agr. Belén Tubio, quien fue parte de Opción Rural en sus inicios, en el año 2009.
Alejandra y Orestes en nombre de Opción Rural felicitamos a Repuestos Huber por su gran trayectoria y deseamos que continúen los éxitos.