INTA y Conicet articulan agenda para la innovación en el agro
Se trata del Instituto de Innovación para la Producción Agropecuaria y el Desarrollo Sostenible (IPADS), una unidad de doble dependencia orientada a fortalecer la investigación científica y transferir el conocimiento a la sociedad y al sector productivo. Equipamiento de última generación para el avance de investigaciones e incorporación de recursos humanos especializados, entre los principales beneficios de la articulación.
Con el foco puesto en brindar un mejor servicio al sector productivo, el INTA y el Conicet aúnan esfuerzos para trabajar en una agenda de trabajo más organizada en cuanto a la investigación, la extensión y el desarrollo científico-tecnológico en el mediano plazo. Para esto, referentes institucionales de ambos organismos se reunieron en la sede de Balcarce -Buenos Aires- para discutir sobre la distribución de recursos en función de las líneas de acción.
La decisión de crear unidades ejecutoras de doble dependencia, en 2016, permitió al INTA y al Conicet alinear estrategias orientadas a fortalecer la investigación científica y transferir el conocimiento a la sociedad y al sector productivo. En este contexto, se analiza la funcionalidad de las unidades ejecutoras y se proyecta mejorar los convenios y los procesos administrativos.
En este sentido, Martín Irurueta -director nacional asistente de Investigación y Desarrollo del INTA- destacó la necesidad de sinergizar las capacidades que había en las dos instituciones. “Luego de cuatro años de funcionamiento pleno de la mayoría de las unidades hoy estamos en condiciones de hacer un balance y un análisis sobre el componente de extensión dentro de las unidades ejecutoras, que es una característica particular del INTA, respecto de las unidades ejecutoras típicas del Conicet”, indicó.
“Esta dinámica nos permite alinear la estrategia de las dos instituciones, ordena un poco también el funcionamiento o la dinámica en la cual se mueven los investigadores del Conicet en el marco de las unidades del INTA y, al INTA le da una proyección más interesante en el marco del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología”, señaló Irurueta.
Con una mirada fuertemente anclada en el territorio, el Instituto de Innovación para la Producción Agropecuaria y el Desarrollo Sostenible (IPADS) de Balcarce avanza en temáticas como: La eficiencia en el uso de recursos y optimización de los procesos productivos; el agregado de valor a la producción primaria; la preservación de la calidad de los alimentos; la optimización en la provisión de servicios ecosistémicos y distribución equitativa de sus beneficios; la aplicación de buenas prácticas, minimización de la dependencia de insumos químicos y cuidado general de los recursos naturales; el bienestar animal; y la conservación y valorización de la diversidad biológica, entre otros.
De acuerdo con Horacio Berger -director del Centro Regional Buenos Aires Sur del INTA- “esta unidad es importante porque combina las capacidades de INTA y CONICET permitiendo la proyección internacional y la generación de innovaciones disruptivas para los sistemas de producción”.
“Esta articulación se acompaña desde los espacios de gestión institucional como el Consejo Regional, donde se encuentran representadas instituciones de ciencia y técnica así como del sector productivo, y se construye desde los espacios propios de la unidad de doble dependencia, por lo que estas reuniones son oportunidades para conocer nuevas herramientas e investigaciones y posibilitar la apropiación de tecnologías por parte del sector y de las comunidades”, expresó Berger.
La creación del IPADS Balcarce permitió que la relación entre ambas instituciones se vuelva más intensa y fluida. “La creación de institutos de doble dependencia han ayudado a estructurar la investigación y a establecer líneas más específicas, en el marco del Conicet”, indicó Guillermo Elicabe, director del Conicet Mar del Plata.
En cuanto a los beneficios y oportunidades para ambas instituciones, Elicabe explicó que “el trabajo en la unidad ejecutora ha permitido incorporar más personal y desarrollar investigaciones planificadas y más estratégicas”. Y agregó: “Históricamente el investigador del Conicet se ha enfocado en proyectos de investigación propios e independientes; ahora, este espacio promueve la integración a equipos de trabajo más grandes, con mirada estratégica y territorial”.
Entre los principales objetivos del IPADS Balcarce se encuentran la formación de recursos humanos de excelencia, en articulación con la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional de Mar del Plata y otras universidades y entidades académicas, y la integración con la extensión y la transferencia tecnológica, a través de los grupos de trabajo y las Agencias de Extensión Rural del INTA en la región.
Ricardo Bartosik -especialista del INTA y vice-director del IPADS Balcarce- resumió: “Esto es una asociación entre el Conicet y el INTA, que permite acercar al Conicet al territorio y al INTA le permite abordar las problemáticas con más recursos. La unidad ejecutora obliga a pensar el territorio de manera interdisciplinaria y aportar soluciones”.
De hecho, gracias a esta articulación y, en línea con la necesidad de aportar soluciones a las principales problemáticas del territorio, Bartosik indicó que “estamos en el proceso de licitación para la compra de un cromatógrafo Ultra HPLC, que sirve para hacer detecciones con altísima precisión de compuestos químicos de importancia para diferentes líneas de investigación, que de otra manera hubiese sido muy difícil de conseguir”.
Asimismo, “conseguimos sumar personal técnico especializado y becarios para diferentes líneas de investigación, incluyendo estudios en el área de inocuidad de alimentos, contaminación en suelo y agua y sanidad animal, entre otros”, explicó Bartosik quien detalló: “Esto nos permite tener una agenda más organizada y potente de investigación y desarrollo científico tecnológico a mediano plazo”.