Se les mueren sus vacas por la sequia y se preparan para “Abandonar la zona”

En la región norte de Santa Fe, donde murieron más de 3500 vacas, hay preocupación por la pérdida de recursos económicos y forrajeros para continuar en la actividad; afirman que la ayuda del Estado es escasa

En Tostado, en el norte de Santa Fe, los productores sufrieron la muerte de sus vacas por la sequía. Archivo
En Tostado, en el norte de Santa Fe, los productores sufrieron la muerte de sus vacas por la sequía. Archivo

SANTA FE.- En el norte de esta provincia, donde los productores contabilizaron la muerte de más de 3500 vacas, el fin de la sequía todavía no está cerca y se estima que pasarán algunas semanas para que ello ocurra. Encima, según alertaron a este medio, llegó poca ayuda oficial y hay productores que se están preparando “para abandonar la zona”, es decir dejar de producir.

“Se habla de los millones que pierde el campo y el país; poco se habla de la situación de los pequeños productores que están preparándose para abandonar la zona e ir a los alrededores de una gran ciudad o quedarse a sobrevivir mal, quizá muy mal, en estos campos”, dijo el productor Juan Capozzolo a LA NACION, referente en el norte de Santa Fe.

Según explicó, el ánimo de los productores en esa región, donde hubo una alta mortandad de hacienda debido a la sequía, es muy malo. “Me preocupa porque el ánimo decae. Por más que logren salvar algunos animales las vacas quedarán improductivas, pues su estado corporal estará comprometido en el próximo período de servicio, o sea que no quedarán preñadas y el próximo año no tendrán terneros”, indicó.

“Nos pasamos las semanas haciendo planes de lo que vamos a sembrar cuando llueva, pero el tema es que no llueve. Acá hay algunos que escuchan los pronósticos y comienzan a festejar pero luego no pasa nada. Hasta en eso nos mienten”, remarcó.

Añadió. “Los que optan por vender difícilmente volverán a comprar, porque cuando esto explote el precio subirá tanto que no les alcanzará el dinero. Es muy triste ver gente de edad ser expulsada de su actividad y sin alternativa”.

“Nos pasamos las semanas haciendo planes de lo que vamos a sembrar cuando llueva, pero el tema es que no llueve. Acá hay algunos que escuchan los pronósticos y comienzan a festejar pero luego no pasa nada. Hasta en eso nos mienten”, remarcó.

Capozzolo señaló que “algo de lluvia hubo, pero muy desparejo”. En este contexto, se prevé un escenario de mayores problemas por la falta de pasto y las dificultades para que se preñen las vacas.

El río Salado, en Santa Fe, tuvo varios tramos cortados por la sequía
El río Salado, en Santa Fe, tuvo varios tramos cortados por la sequía

“No tenemos dudas que el problema va a seguir a futuro. ¿Por qué? Porque lluvias no hay, el río está alto, las islas que habían sido un poco el alivio para los ganaderos se están llenando y como si fuese poco los productores no juntaron agua. Así que más allá que los expertos hablen, acá, en esta región, no va a mejorar la situación para el invierno. Lo decimos y que sea una advertencia: en el invierno y la primavera que se viene no va a haber pasto ni preñez y 2024 no habrá terneros”, afirmó.

Luego se refirió al Estado y las promesas de ayuda que hubo. “No solo hay lugares donde no recibieron la ayuda económica del Estado sino que se desnudó la ausencia del Estado durante muchos años”. Agregó: “Algo de plata llegó, pero con $100.000 o un poco más no solucionás nada. El ganadero tiene muchos gastos. Y era lógico: ahora están pidiendo prórroga porque no hay para devolver esa plata”.

Impacto

“El 85% de los productores ganaderos del extremo norte de Santa Fe tiene menos de 100 animales. Ese productor ha perdido mucho, alrededor de un 20%. Está en una condición imposible de devolver estos créditos”, precisó.

El productor ejemplificó con un lugar para ilustrar cómo se vive la realidad productiva. “En El Tapialito (departamento General Obligado, extremo norte de esta provincia) cayeron hace algunos días 110 mm pero a 10 km de ahí, nada. Pero además, las elevadas temperaturas no mermaron y con promedios de 40 grados durante una quincena el agua que cayó se evaporó”, señaló.

“Mucha gente (que se dedica a la ganadería) fue a la isla, donde había pasto. Pero en las últimas semanas el río volvió a crecer. Hoy nos dicen que hay gente que se está preparando para salir antes que la crecida les impida traer nuevamente los animales a tierra firme. El tema es que acá (en tierra firme) no habrá pasto para el invierno”, alertó.

Según remarcó, la situación en que se irá saliendo de La Niña no es la mejor. “Los chacareros tenemos que pensar a más largo tiempo de lo que se programan algunas cosas; por ejemplo: estamos saliendo de esta Niña sin pastos porque el calor sigue y está quemando todo. No vamos a tener el volumen de pasto que necesitamos para el invierno. Además, estamos en un momento que tenemos poca preñez, bajo desarrollo corporal de las madres y eso significa que vamos a entrar al invierno con poco pasto, las vacas mal (tendrían que estar en buenas condiciones para el servicio de primavera) y no habrá preñez en primavera. Por lo tanto, este no es un problema de que si llueve mañana o pasado sino lo que será el futuro para los ganaderos”.

Fuente: Lanacion