Niña. Tercer año de mínimas precipitaciones

Leandro Diaz, climatólogo del Conicet y de la UBA, repasó a través de su cuenta de Twitter una serie de datos relacionados a la fase Niña que afecta al clima.

La Niña 2022

En primer lugar, destacó que el Bureau de Meteorología de Australia indica que el evento La Niña está en marcha en el Océano Pacífico: “La perspectiva climática de 3 meses de la Oficina muestra una alta probabilidad de precipitaciones por encima del promedio para la mitad oriental de Australia”, indican. Cabe señalar que, por el contrario, para Sudamérica se esperan menores precipitaciones.

Diaz recordó que, por el momento, los pronósticos del IRI (International Research Institute for Climate and Society) reflejan probabilidades mayores al 80% para La Niña hasta fin de año.

“Este escenario no es ninguna sorpresa y si vemos el índice MEI (Multivariate ENSO Index) que refleja también la componente atmosférica del fenómeno, viene mostrando una fase negativa o Niña de manera persistente desde mediados de 2020″, destaca.

¿Qué podemos esperar en Argentina? “En promedio, las Niñas se asocian con condiciones más secas hacia el este y más frías de lo normal. Aunque el efecto de las temperaturas compite con las tendencias positivas propias del calentamiento global“, repasó.

“Existen otros factores que pueden afectar a cómo se desenvuelva la variabilidad climática en nuestra región como el Dipolo del Océano Índico (que está en una fase negativa) o el vórtice polar (que viene intenso). Ambos están en fases que contribuyen con los efectos de La Niña”, claró.

En este escenario, como indica el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional, la señal estacional se inclina a mayores probabilidades de tener precipitaciones por debajo de lo normal en buena parte del país (sobre todo al este y sudoeste). Esto se da en el contexto de condiciones de sequía que venimos teniendo de manera bastante persistente desde 2020.

“Estas condiciones tienen numerosos impactos que estamos experimentando ya desde hace varios años como condiciones muy favorables para la propagación de incendios, bajantes de ríos, problemas en la producción agropecuaria, daños en los ecosistemas“, concluyó Leandro Diaz y agregó: “Cuando hablamos de adaptación al cambio climático también es importante fortalecer nuestras capacidades para entender la variabilidad climática (que no necesariamente está asociada a las tendencias del calentamiento global) y poder tener predicciones más certeras”.

Fuente:agrofynews