Producción de seda como herramienta de desarrollo

Orientada a la agricultura familiar, la sericultura es una herramienta de diversificación que permite el agregado de valor. Por esto, en el marco del Programa Adelante –de cooperación triangular de la Unión Europea– el INTA y el INTI organizaron una capacitación sobre el cultivo de morera y la cría de gusanos, en la localidad misionera de El Dorado.

La seda, uno de los elementos más resistentes de la naturaleza, es una fibra natural que produce únicamente el gusano de la especie Bombyx mori L. Se trata de un producto costoso, de propiedades distinguidas y comercialización especializada, que se puede producir en superficies pequeñas, requiere baja inversión inicial y posibilita el agregado de valor. Por esto, en el marco del Programa Adelante –de cooperación triangular de la Unión Europea– el INTA junto con el INTI organizaron una capacitación sobre el cultivo de morera y la cría de gusanos.

“La seda tiene una producción sencilla y un nivel de escala modular, además, se obtiene una fibra textil muy valorada en el mercado”, mencionó Francisco Pescio –coordinador de Extensión del INTA Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)–. Esto significa que se puede comenzar con poca cantidad de capullos e ir aumentando la producción.

La cría del gusano se realiza en un tiempo reducido y no se utilizan productos contaminantes ni riesgosos. “Al ser tareas sencillas y livianas, las pueden realizar jóvenes y adultos mayores”, indicó Pescio. Esto permite abordar la actividad con un enfoque agroecológico y con una perspectiva inclusiva.

Vista como herramienta de desarrollo, la sericultura permite diversificar los riesgos y generar productos innovadores en la agricultura familiar. Con este objetivo se creó el Proyecto Seda, que aspira a contribuir positivamente en el fortalecimiento del ecosistema de la seda, así como también agregar valor a las materias primas y avanzar en el desarrollo industrial de bienes de consumo finales que incorporen en su producción diseño y calidad.   

El proyecto se da en el marco del Programa Adelante, de cooperación triangular de la Unión Europea en el cual también están participando Cuba, México, Colombia, Ecuador, Brasil, España, Portugal e Italia. En América Latina y el Caribe, es coordinado por el INTI y cuenta con la participación del INTA y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

Entre las actividades, se llevó a cabo la capacitación nacional sobre Cría de Gusanos de Seda, en donde participaron 30 productores de las provincias de Misiones, Salta, Catamarca, Santiago del Estero y Buenos Aires, quienes recibieron asesoramiento y clases teórico-prácticas sobre el proceso productivo.

Además, se destinaron 480 mil euros a 31 experiencias de la región para la compra de herramientas, ampliación de locales o producción de artesanías. “El objetivo de la capacitación y la entrega de financiamiento es fortalecer la producción de seda”, agregó Pescio.

“Como la larva se alimenta exclusivamente de las hojas de las moreras (Morus sp.), también se pueden aprovechar los subproductos de la especie”, explicó el especialista. Los frutos para el consumo fresco, la elaboración de dulces, licor o vinagre, y las hojas como forraje para animales o como infusión, ya que tiene múltiples beneficios para la salud.

En este aspecto, en los Centros Demostrativos en INTA y grupos vinculados, se iniciaron bancos de germoplasma en morera y gusanos de seda, así como capacitaciones y formación a técnicos y productores, y la coordinación de una red de investigadores en sericultura de América Latina y el Caribe a través de reuniones, intercambio de líneas de trabajo, transferencia de conocimientos y desarrollos.