Los alimentos impulsaron la inflación de abril

La suba de precios del mes no afloja a pesar de los controles, las regulaciones y las medidas oficiales para contenerla. La inflación de marzo (6,7%) fue la más alta en 20 años, con el impulso de los alimentos, que subieron 7,2%, es decir por arriba del promedio

Son los productos que más aumentaron en lo que va del mes. Estiman que la inflación anual ya se acerca a

La suba de precios de abril no afloja a pesar de los controles, las regulaciones y las medidas oficiales para contenerla. La inflación de marzo (6,7%) fue la más alta en 20 años,  con el impulso de los alimentos, que subieron 7,2%, es decir por arriba del promedio. Las consultoras prevén para este mes una leve desaceleración del índice promedio (entre 5,3 y 5,7%), pero “la inflación de alimentos consumidos en el hogar treparía al 6,3% mensual”, dice un relevamiento de Eco Go.

Alimentos y bebidas acumularía un alza de casi 25% en los primeros 4 meses del año y es la segunda categoría, después de educación, que más subió en el período. Eco Go registró que los productos que más aumentaron fueron las frutas (38,6%), pollos (33%), derivados de la harina (32,5%), verduras (31,2%) y carnes (23,7%). La dinámica es tal que las consultoras vaticinan que la inflación en 2022 ya se aproxima al 70%.

Lo más corrosivo son los productos de consumo más básico. “Hoy ser vegetariano es mucho más caro. En el último año, la carne vacuna subió 58% y las frutas y verduras, 89%“, ironiza Damián Di Pace, director de Focus Market. En esto influyen tanto los componentes estacionales (en el caso de alimentos frescos) como la invasión rusa a Ucrania, que disparó los precios internacionales del trigo y el maíz.

Guido Lorenzo, de LCG, señala que en lo que va de abril, “los panificados, cereales, pastas y otros derivados de la harina, más la carne, encabezaron las subas”.

Precisamente para contrarrestar la suba internacional de precios, a principios de marzo, el Gobierno elevó 2% las retenciones a la harina y el aceite de soja y el 1% al biodiésel, para solventar un fideicomiso para subsidiar el consumo interno de la harina. Al día de ayer todavía no estaba implementado. Desde la secretaría de Comercio, que conduce Roberto Feletti, justificaron las demoras: “La cuestión técnica es muy compleja, pero entrará en vigencia en los próximos días”, señalaron a Clarín.

Los entendidos coinciden en que las subas de precios, si bien son generalizadas, viene desacelerando gradualmente. “Más de la mitad de los aumentos de abril es por arrastre estadístico“, aclara Sebastián Menescaldi, economista de Eco Go. No por eso deja de ser menos preocupante. Porque casi todos los relevamientos semanales de las consultoras señalan que en la tercera semana del mes (la anterior) registraron alzas abruptas en las principales categorías de alimentos.

Según un informe de LCG, en el promedio del último mes a la semana anterior, el ranking de aumentos lo lideran las carnes (7,1%) y los lácteos y huevos (7%).

Por detrás figuran los productos panificados, cereales y pastas (6,3%), bebidas (5,5%), verduras (4,6%), frutas (4,5%) y aceites (4,3%). Tales datos surgen de relevar 8.000 categorías de productos en las grandes cadenas de supermercados. Lo que merece una explicación.

Ocurre que los hipermercados concentran casi todos los programas de canastas reguladas, entre ellos Precios Cuidados y la de alimentos frescos. A pesar de eso, subraya Lorenzo, “detectamos que la velocidad de remarcación de las listas aumentó en la última semana“.

Eso no implica necesariamente afectar los acuerdos con la secretaría de Comercio, cuyos precios ajustas trimestralmente bastante por debajo de la inflación promedio. El contraste es que en los comercios y locales de cercanía independientes, “hasta la tercera semana de abril acumulaban una suba de 6,5%“, completa Di Pace.

En los almacenes de barrio, señala el experto, la carne vacuna (12%), el pollo (14%) y la leche (10%) son los principales impulsores de la “inflación alimentaria”. Di Pace también coincide en que los alimentos y bebidas deberían desacelerar en el segundo semestre, pero se excusa de dar proyecciones. “Es muy díficil, porque hay muchas variables inciertas: el futuro de la política económica, la guerra en Ucrania, el dólar”, enumeró.

Menescaldi opina que el recalentamiento de precios de marzo y abril debería ser algo temporario, pero que introdujo un factor extra a las negociaciones paritarias con los gremios. Señala que el acuerdo firmado con Comercio (59,5%) es una forma de convalidar las expectativas de un piso de 60% para la inflación de 2022.

Fuente: Chacra