El alto costo de la sequía en el agro argentino

Tras una extensa sequía, el clima vuelve a poner de cabeza al agro, con un escenario que indica que la mayor pérdida de rindes se dará en maíces tempranos y soja en la zona núcleo norte.

La sequía por la que atravesó y aún atraviesan distintas áreas del país, especialmente la zona núcleo, y en un contexto de elevadas temperaturas que se vivieron a comienzo del año 2022, se torna preocupante para el agro por las posibles consecuencias de una menor producción de soja y maíz, y caída en las exportaciones y en el ingreso de divisas. Si bien es prematuro hablar de impacto y hacer comparaciones, existe preocupación que la seca actual tenga similares características a la de 2018, que provocó un fuerte cimbronazo en la actividad económica.

El real impacto en la economía argentina de la sequía que afecta a la campaña de soja y maíz todavía es un interrogante abierto. Porque por un lado, las proyecciones de cosecha se están ajustando a la baja, pero por otro, los altos precios internacionales, de mantenerse, podrían amortiguar el retroceso en el ingreso de divisas.

Por lo pronto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó la proyección de cosecha de la soja desde 44 a 42 millones de toneladas, producto, en gran medida de la ola de calor que afectó al cultivo en enero pasado. Así es que, de concretarse esta nueva estimación, la actual campaña se ubicaría 1,3 millones de tonelada por debajo de lo obtenido en el ciclo 2020/21.

La buena noticia es que el precio internacional de la oleaginosa y sus derivados escalaron desde principios de enero un 15,6% en el mercado de Chicago, para ubicarse en torno a los u$s570 la tonelada, desde los u$s493,85, impulsado, en gran medida, por la sequía de Argentina y Brasil. En tanto, el precio de la harina trepó de u$s467,26 la tonelada a u$s489,31 el viernes, y en el caso del aceite, creció de u$s1.239 la tonelada a u$s1.440,92 .

En el plano local, la mercadería disponible cotizó durante toda la semana por encima de los u$s400 la tonelada en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), valor impensado tiempo atrás para el mercado que proyectaba un fuerte retroceso en las cotizaciones.

En este marco desde FIDE proyectan: “Nuestro escenario indica que la mayor pérdida de rindes se dará en maíces tempranos y soja en la zona núcleo norte. Creemos que los buenos números de trigo y el sostenimiento de los niveles de precios de harinas y aceite de soja compensarán la pérdida de rindes en el maíz. Esperamos que el ingreso de divisas del sector agropecuario se sostenga en los valores de 2021. Esto es positivo teniendo en cuenta que se trató de un año récord”.

Por su parte, con una mirada optimista desde la consultora económica arriesgan: “Aunque se esperan nuevas lluvias para lograr una mejora en diferentes regiones del país que permitan amortiguar los impactos climáticos más grandes de los últimos meses, el escenario pesimista de sequía se abandona. Proyectamos que los niveles de exportaciones agropecuarias se sostendrán en los valores del año pasado. El que acaba de terminar, y aún con sequía, fue un año récord de exportaciones agropecuarias; por lo tanto, las perspectivas continúan siendo buenas. Y si bien la dinámica de cada cultivo será distinta, el resultado agregado favorable se debe a la mejora en las cantidades de trigo y los precios de soja y sus derivados lograrán compensar la pérdida de rindes. Nos mantenemos expectantes, en tanto, respecto al impacto en los precios de productos primarios de la nueva política de la FED. El escenario base incorpora un efecto caída en los precios de granos en torno al 10% punta a punta para cada período de cosecha”.

En tanto, el responsable del Departamento de Análisis de Mercado de la corredora Grassi, Ariel Tejera, indicó que “en el corto plazo, el devenir de los precios se mantiene atado a la evolución del clima en Sudamérica y el volumen de producción que, efectivamente, logren aportar Argentina, Brasil y Paraguay”.

“Los mercados ya han estado incorporando pérdidas productivas, pero los números finales aun no están cerrados”, sostuvo.

En el mediano plazo, Tejera consideró que en este mes “comienzan a sumarse nuevos factores vinculados a Estados Unidos”, como las perspectivas de siembra, la puja maíz/soja por superficie y los pronósticos para la época de inicio de las labores.

“Todo esto comenzará a ganar protagonismo próximamente. Más aún, considerando la menor oferta que ya se calcula desde Sudamérica y la posibilidad de que se amplíe la ventada de demanda sobre Estados Unidos, pudiendo acotar los stocks finales con los que cerrará la campaña el país del norte”, concluyó.

Fuente: Infoagro