Una correcta nutrición ayuda a mitigar los efectos del calor en los rumiantes

Llega el verano y se enciende el alerta por posibles problemas y golpes de calor en animales en campos y galpones. Algunos tips de cuidados, que incluyen también la correcta nutrición de los animales.

El clima cálido y un índice de calor alto son un desafío para los productores cada verano. Durante las olas de calor, se deben tomar precauciones con los animales para minimizar el riesgo de enfermedades por exposición prolongada a altas temperaturas y humedad. El estrés por calor puede conducir a una reducción en el rendimiento y la eficiencia de los animales, según explicaron expertos de la Firma provimi cargiil.

El estrés por calor ocurre cuando la capacidad del animal para autorregularse y la temperatura corporal central más baja se ve abrumada y el rendimiento y / o la salud del animal se ven comprometidos. Tener un plan de manejo sólido podría mantener el rendimiento de los animales durante los períodos de mayor calor.

“Las vacas generan calor como consecuencia del funcionamiento de su metabolismo y también lo absorben a partir del medio ambiente. Para mantener su temperatura corporal dentro de un rango normal ellas disponen de varios mecanismos para disipar el exceso de calor (conducción, convección, radiación y evaporación) y de esta manera lograr maximizar su bienestar y potencial productivo. Sin embargo, cuando la temperatura ambiente y la humedad relativa son elevadas, estos mecanismos resultan insuficientes y las vacas alteran su bienestar, entrando en una situación de estrés por calor. Esto afecta negativamente la productividad, tanto en los períodos de altas temperaturas, como en los días o meses posteriores. Tal es así que las consecuencias de un período de estrés pueden superar el verano y continuar durante los meses de otoño”, expresaron desde la empresa especializada en nutrición de animales.

Ante este escenario, enumeraron 6 claves para combatir el estrés calórico en tambos:
1. Sombra: La prevención de la radiación solar directa es el primer método que debemos implementar para reducir los efectos de las altas temperaturas.

2. Ventilación: Proporcionar ventiladores o permitir un movimiento de aire adecuado ayuda a aliviar el estrés por calor al enfriar el ambiente.

3. Refrescado: El mojado y el posterior secado de los animales, al combinarlo con períodos de ventilación, es una estrategia muy efectiva que permite aumentar la pérdida de calor (convección).    

4. Rutina de alimentación: Durante los meses de calor, las vacas consumen la mayor parte de su ingesta diaria durante las horas frescas de la noche. Por eso suministrar gran parte de la oferta diaria en ese momento, permite mejorar el consumo.

5. Estrategias nutricionales: En relación a las dietas, también hay varios puntos sobre los que se debe trabajar. En general se sugiere evitar el exceso en el consumo de almidones, mantener los niveles de fibra efectiva y aumentar el consumo de fibras de alta digestibilidad. La suplementación con grasas es otra estrategia que permite reducir la producción de calor y mejorar el consumo de energía.

“En cuanto a las proteínas, la sugerencia es aumentar la participación de ingredientes de alta calidad y la cantidad de proteína no degradable en rumen. También desde el punto de vista vitamínico mineral hay algunos cambios que se pueden implementar como incrementar los niveles de ciertos minerales (K, Na, Mg) y de vitaminas con función antioxidante (Vitamina E)”, indicaron.

6. Agua de bebida: Los requerimientos de agua aumentan durante el estrés por calor debido a las pérdidas de líquidos a través de la evaporación (sudoración y salivación). Por lo tanto, es importante ofrecer siempre agua limpia, fresca y abundante.