Argentina importa cerezas de Chile bajo estrictas normas sanitarias

Las mismas son establecidas por el Senasa de acuerdo a un análisis de riesgo de plagas reconocido por la OMC y la CIPF, oportunamente.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) indicó que la importación de cerezas desde Chile está habilitada desde hace más de 10 años bajo el cumplimiento de las exigencias dispuestas en las normas nacionales de sanidad y calidad establecidas oportunamente.

Hasta el presente no se han registrado problemas sanitarios por plagas ni de calidad como consecuencia de la importación de cerezas producidas en Chile.

Argentina no es un importador relevante de fruta de cereza desde Chile. En lo que va de la presente temporada 2021-2022, los ingresos de cereza desde Chile alcanza las 19,9 Ton (1 camión) en tanto que en la temporada 2020/2021 Argentina solo importó 187,6 toneladas (9 camiones) de cereza desde el país trasandino, una proporción mínima respecto al promedio de producción anual de esta fruta en nuestro país, unas 6.500 toneladas.

Requisitos fitosanitarios

Los requisitos fitosanitarios establecidos para importar fruta fresca de cereza de Chile se basan en un complejo estudio analítico y técnico denominado Análisis de Riesgo de Plagas (ARP), que identificó y evaluó los riesgos sanitarios del producto y permitió establecer las medidas de manejo de esos riesgos para habilitar la importación.

El ARP es la justificación técnica sobre bases científicas para establecer las condiciones sanitarias para la importación de productos vegetales, cuyo proceso se encuentra reconocido por el Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF).

Como producto del proceso de ARP se identifican las plagas de preocupación para nuestro país. En cuanto a los virus, las frutas frescas no son consideradas vía de dispersión, con lo cual no poseen riesgo fitosanitario para este tipo de plagas. Ello es aplicable a todas las frutas frescas destinadas al consumo. Se trata de la principal base técnica aplicada también para la exportación de fruta desde Argentina hacia otros países. En cambio, el material de propagación sí representa un riesgo de dispersión de virus.

Por último, el Senasa destacó que la agenda de trabajo constructiva y con evidencias técnico científicas con el sector productivo-exportador de cereza, ha permitido alcanzar grandes logros como la apertura del mercado de China y el reconocimiento de las áreas libres de Mosca de los frutos por ese país, entre otras.