Cómo elaborar el polvo de limón deshidratado.

¿Tienes muchos limones? ¡No desperdicies sus cáscaras! Puedes aprovechar las cáscaras de limón y convertirlas en un polvo de limón seco rico en vitamina C.

El limón es un futo altamente importante para la preparación de una gran cantidad de platillos: Postres, ensaladas, carnes; además de cocteles y otra buena variedad de bebidas.

Sea por sabor, fragancia u otro tipo de propiedades, el limón es un fruto que no se come a mordiscos pero, aun así, es indispensable para las cocinas o las barras.

Por sí mismo, el jugo de limón es un elemento cuya extracción se debe realizar en fresco. Su almacenamiento líquido posterior a la extracción no es viable en grandes cantidades debido al espacio y el peso, ni por periodos prolongados debido a que con el tiempo va perdiendo su color, aspecto olor y sabor.

El resultado es un condimento en polvo único, delicioso, dulce y picante, que tiene muchos usos. No sólo de limón, puedes hacerlo con cualquier tipo de cáscaras de cítricos, como las cascaras de naranjas.

Hay veces que tenemos muchos limones en casa, para no desperdiciarlos debemos ser creativos con las formas aprovecharlos. Podemos hacer por ejemplo un limpiador casero junto con vinagre, o hacer polvo de limón deshidratado, que es lo que vamos a aprender hoy. ¡El limón es una fruta con mil u una utilidades!

Hacer polvo de limón casero es una forma genial de reducir nuestros residuos, y además muy fácil de hacer. Lo recomendable es secar las cáscaras de limón en un deshidratador de alimentos.

Cómo hacer polvo de limón deshidratado.

1. Conseguir cáscaras de limón.

Tienes que buscar limones orgánicos, libres de químicos tóxicos que se acumulan en la cáscara. Lo ideal es usar cáscaras de limón frescas.

Lo ideal es usar un buen puñado de cáscaras. Puedes ir acumulándolas una semana, conservándolas en la nevera en un recipiente hermético.

2. Preparar las cáscaras.

Depende del tipo de limones. Como norma general, debemos quitar la capa blanca del interior de las cáscaras.

3. Deshidratar las cáscaras de limón.

Puedes secar las cáscaras de limón usando un deshidratador de alimentos, o bien, si no tienes acceso a uno, puedes secarlas en el horno.

Usando el deshidratador será bastante sencillo, están fabricados para esta función.

Usando el horno de tu casa, sólo tienes que poner las cáscaras de limón en una bandeja, precalientar el horno a la temperatura más baja posible, y hornea las cáscaras de limón a baja temperatura hasta que estén completamente secas, crujientes y se partan fácilmente por la mitad. El tiempo del proceso dependerá del tipo de cascaras, cuanto más finas más rápido será.

Si vives en un lugar con clima cálido, puedes hacer un primer secado al sol durante un par de días antes de hornearlas, así vas a reducir el tiempo necesario de horno, y ahorrar energía.

4. Convertir las cáscaras de limón en polvo.

Una vez que las cáscaras de limón estén totalmente secas, es el momento de convertirlas en polvo.

Para esto, usaremos una batidora, un robot de cocina o un molinillo de café.

Colocamos las cascaras en la batidora y picamos hasta que tengamos un polvo fino. Podemos usar un colador de malla fina sobre un bol para tamizarlo. Repetimos el proceso hasta que consigamos convertir en polvo todas las cáscaras.

5. Almacenar y usar.

Lo ideal es conservar el polvo de limón en un recipiente de vidrio hermético. Guardaremos el recipiente en un lugar seco y fresco. Si las cáscaras se han secado y almacenado correctamente, este polvo de limón casero debería durarnos más de un año.

Qué hacer con el polvo de cascara de limón.

Podemos usar el polvo de cáscara de limón deshidratado para:

  1. Añadirlo al aderezo de la ensalada.
  2. Usarlo en salsas como el guacamole, el hummus, o la salsa de yogur.
  3. Mezclarlo con sal, pimienta y/o hierbas secas para hacer pimienta de limón u otras mezclas personalizadas a nuestro gusto.
  4. Espolvorearlo sobre las verduras salteadas, durante o después de la cocción.
  5. Añádelo a productos horneados, como panes dulces, magdalenas, galletas, bizcochos…
  6. Añádelo al agua de cocción de las alcachofas para darle un toque de sabor.
  7. Añade el limón en polvo a tu té favorito.
  8. Espolvorea en un yogur natural.
  9. Añádelo como ingrediente más en productos caseros para el cuidado del cuerpo, como tés de baño, bálsamos, exfoliantes corporales, máscaras faciales o jabones.
  10. Usa el polvo de limón seco como sustituto de la cáscara de limón en cualquier receta. Usa 1 cucharadita de polvo de limón por cada cucharada de ralladura de limón fresco que se pida.
  11. Espolvorea el polvo de limón sobre las tostadas de aguacate con sal y pimienta.

Experimenta con él en tus comidas, seguro que le encuentras muchos más usos.

Fuente: Infoagro