Manejo sanitario de los toros

La revisación de toros preservicio es una obligación imperiosa si pretendemos descartar los factores negativos que nos pueden influir en los porcentajes de procreo. En todo establecimiento ganadero de cría, contar con un buen plantel de toros, significa asegurarnos la producción de terneros, así como también el progreso genético, a través de la transmisión del 50 % de los genes. De esto se deduce que la performance de los toros es un aspecto de gran relevancia, para lo cual es imperiosa la necesidad de efectuar los exámenes de aptitud reproductiva y de enfermedades de transmisión sexual entre otras.

Si bien los toros intervienen en una proporción baja con respecto al rodeo de vacas a entorar (2-4%), su papel es muy importante. Si una vaca falla por alguna razón, se pierde un ternero, en cambio si falla el toro se pierden entre 25 y 50 terneros por cada 100 vacas. En general esta pérdida se minimiza, al ocupar los toros restantes, siempre y cuando, no sea el toro de baja fertilidad o enfermo el dominante dentro del grupo, impidiendo al resto realizar las montas.

Dentro de la revisación de los reproductores no solo debemos controlar enfermedades de la reproducción; brucelosis, IBR, BVD, Leptospirosis y Trichomoniasis y Campylobacteriosis, sino también el estado general del animal. Esta actividad la debemos realizar

Por lo menos dos meses antes de la estación de servicio,

MANEJO PRE-SERVICIO. EXAMEN FÍSICO GENERAL.

  • Condición corporal: Los toros deben entrar a servicio con una condición corporal de 3,5 (escala 1 a 5). No es aconsejable una condición corporal superior a 4 porque los toros obesos sobrecargan los miembros posteriores durante el salto, haciéndolos más propensos a lesiones podales y de columna. Por otro lado, el excesivo engrasamiento tiene un efecto nocivo sobre la función reproductiva al afectar la termorregulación testicular, por la grasa depositada a nivel escrotal, afectando en forma directa la calidad seminal. El engrasamiento afecta la libido.
  • Visión: La visión es de los principales sentidos que utiliza el toro para la detección de hembras en celo, por lo cual resulta fundamental identificar, tratar correctamente y en su defecto descartar, aquellos animales con dolencias tales como queratoconjuntivitis, cáncer de ojo, cicatrices u otras afecciones.
  • Aspecto general: Hay que darle importancia al aspecto, toros que no tengan una apariencia viril; nos estarían mostrando tal vez una deficiencia hormonal, que luego en la revisación de los genitales o semen, se constata.
  • Dentición: importancia a los dientes, pues me da una idea de la edad y la inserción de éstos en las encías, pues la gingivitis puede traer dolor al arrancar la comida o al rumiar.
  • En maxilares y garganta se descartan afecciones como actinomicosis o actinobacilosis (ambas entidades englobadas muchas veces como lengua de palo).
  • Lesiones en piel: donde se descartan posibles enfermedades como ser; parásitos de piel (piojos y sarnas) que se van a presentar con falta de pelos en zonas donde se pueden rascar más fácil, como tabla del cuello, paletas, y lomos.
  • Lesiones en pecho: en la parte del esternón nos fijamos si presentan llaga de pecho, patología que “per se” no afecta, pero es dolorosa en el momento de la monta.
  • Aplomos, pezuñas u otros problemas de locomoción: pueden interferir con el desplazamiento y el acto de monta del toro durante el servicio.
  • Examen de los órganos reproductivos; tanto los externos (prepucio, pene, testículos, epidídimo y conductos deferentes), como los internos (uretra, próstata, glándulas y vesículas seminales).

Dentro del examen de aptitud se realiza la medición de la circunferencia escrotal. Esta tiene relación directa con la cantidad de semen producido (testículos más grandes tendrán una mayor producción de semen), así como con la edad a la pubertad de sus hijas, (cuanto mayor es la circunferencia escrotal, la pubertad de sus hijas es más temprana). Esta última, es una característica moderadamente heredable.

La calidad seminal, otra determinación no menor, es la característica que más se relaciona con la fertilidad y para determinarla se debe analizar el volumen del semen, la concentración de espermatozoides, su densidad, su motilidad en masa e individual, su morfología, la relación de espermatozoides vivos/muertos, la presencia de alteraciones espermáticas, la ausencia de pus en el semen, el color del mismo, presencia o ausencia de sangre.

Luego de esto, se realizan el raspaje prepucial con extracción de muestras, para la determinación a laboratorio de Trichomoniasis y Campylobacteriosis. Estas son enfermedades de gran importancia por ser venéreas, es decir, se transmiten en el momento del coito, provocando abortos en los vientres servidos. Otra enfermedad que debe ser descartada es Brucelosis, que se incluye en el certificado veterinario, en la venta de reproductores. Otras enfermedades que pueden ser detectadas son IBR (Rinotraqueítis Bovina Infecciosa), BVD (Diarrea Viral Bovina), Leptospirosis y Neosporosis, para las cuales se extraerán muestras de sangre para ser analizadas en un laboratorio.

Es preferible que los toros que ingresan al predio tengan un origen conocido para evitar problemas sanitarios, estos deberán tener la certificación sanitaria correspondiente. En cualquier caso, es recomendable mantenerlos en cuarentena, para en este tiempo identificar problemas que puedan haberse enmascarado o todavía no se hayan manifestado.

Si se desconoce la capacidad de servicio de los toros se recomienda utilizar un 3 o 4% según el ambiente y la edad de los toros. Los más jóvenes suelen servir menos vientres que los adultos. En el caso de utilizar toros de alta o muy alta capacidad de servicio se puede utilizar un 2%.

Puede ser que un toro con comportamiento dominante llegue a presentar fallas en el momento de la copula, que generalmente si no hay lesión observable, se deba a fatiga sexual. Lo correcto para ver estas alteraciones es hacer las recorridas en los momentos de máxima actividad sexual que son las primeras y últimas horas del día, con el debido tiempo, tranquilidad del operario y del rodeo.

Antes del servicio, los toros deben colocarse en potreros con alta disponibilidad y calidad forrajera a fin de que tengan buen estado corporal y si es posible acumulen reservas, para enfrentar el período de servicio.

Una forma de tener un control más estricto y continuo de los toros es aprovechando la vacunación antiaftosa. En esta oportunidad se aprovechará a revisar rápidamente en lo que hace a aplomos, pezuñas, heridas etc., para poder curarlos o bien eliminarlos del rodeo y poder contar con tiempo suficiente para incorporar otro animal al servicio, previo control.

Todos estos exámenes nos permiten determinar si un animal es potencialmente apto para la reproducción. Teniendo en cuenta que los problemas reproductivos, una vez instalados en el rodeo, ocasionan graves consecuencias sanitarias y económicas.

“Haga el control a tiempo y en forma de sus toros y evite pérdidas económicas”

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