Tres maneras de producir pollos: camperos, orgánicos y naturales

Opción Rural

Esta actividad proporciona al hombre alimentos ricos en proteínas, como el huevo y la carne. También son aprovechados los desperdicios de la matanza en la alimentación animal (cerdos, bovinos), contribuyendo de esta manera a incrementar los ingresos del avicultor.

Requiere de poco espacio. En un metro cuadrado se pueden explotar de 8 a 10 pollos (engorde), o 6 a 8 gallinas (ponedoras). Se puede aumentar la cantidad de aves teniendo en cuenta las razas y la temperatura de la zona. Las utilidades se obtienen a corto plazo.

Los pollos de engorde tienen un período de explotación de 7 semanas y las ponedoras alcanzan su madurez sexual a las 18 a 20 semanas de vida, lo que garantiza recuperar el dinero en poco tiempo.

Son eficientes en el aprovechamiento del alimento. Un ave necesita alrededor de 4 kgrs. de alimento para producir 2 kgrs. de carne y las ponedoras 6 kgrs. de alimento para producir 16 huevos.

Se adaptan a los diferentes sistemas de explotación. Pueden criarse rústicamente o dentro de instalaciones con tecnología de última generación.

Requieren de poca mano de obra. Con los modernos sistemas automatizados una sola persona puede atender 5000 aves, en caso de pequeños emprendimientos alcanza con 1 o 2 horas diarias de atención.

El mercado avícola está bien regularizado y estable. Son productos de mucha demanda y fácil de comercializar durante todo el año.

TIPOS DE PRODUCCIÓN

En la producción avícola podemos diferenciar tres tipos de producciones:

•Producción de carne ( pollo parrillero, pollo campero)

•Producción de huevos (gallinas ponedoras)

•Doble propósito (carne y huevo).

El Pollo Campero:

Se puede decir con certeza que la denominación corresponde a una “marca” creada por el INTA, surgida de la creación de líneas pollos destinadas a sistemas de producción “no industriales”, desarrolladas por el Ing. Bonnino y colaboradores en la EEA de Pergamino. Estas líneas de crecimiento lento y rusticidad manifiesta se producen bajo un protocolo diseñado para su manejo. Presentan entre sus características una coloración variada, (los hay parcialmente colorados, bataraces, dorados y blancos) con buenas formas carniceras, buena estructura ósea, firmeza carnea y color de piel amarilla. Por lo general su manejo contempla períodos en los que los animales permanecen en confinamiento y etapas en las que acceden a potreros empastados, donde alternan el pastoreo con una alimentación balanceada a base de granos. En cuanto a este último tipo de alimento, el protocolo establece el uso de alimentos balanceados comerciales pero con la restricción en cuanto a su formulación, ya que los mismos deben carecer de aditivos e ingredientes especialmente señalados. Su terminación, siguiendo las normas establecidas en el protocolo y en función del esquema de instalaciones y condiciones generales que disponga el productor, ronda en los 80 a 90 días.

Pollo Ecológico u Orgánico:

Su denominación está extendida erróneamente a cualquier animal “criado a campo”. Si bien se podría coincidir que un animal desarrollado bajo esas condiciones sería un producto “ecológico”, para desarrollar una crianza ecológica y tipificar un pollo como tal se requieren otras condiciones. Un “pollo ecológico” es aquel pollo que ha sido producido en un establecimiento que maneja su producción bajo las pautas fijadas en la Resolución Nº 1286/98 del Servicio Nacional de Sanidad Animal –SENASA- y que se encuentra bajo el control de certificación de una oficina certificadora de productos ecológicos habilitada para tales fines. Si bien los protocolos de producción de pollo ecológico admiten variantes, básicamente exigen que los alimentos que se formulen para estos animales deben ser elaborados con materias primas certificadas como ecológicas en su procedencia, que carezcan de aditivos o su presencia esté restringida a productos vinculados a la salud de las aves en casos muy puntuales, siendo condición ineludible que carezcan de la posibilidad de dejar residuos en el cuerpo de éstas. La procedencia en cuanto al origen genético, no está restringida, ya que pueden ser líneas comerciales, específicas o animales de raza, pues la diferencia está en el método y proceso de crianza. Su manejo está basado en una alimentación, que al igual que el campero, prevé una etapa en confinamiento, donde son alimentados con los balanceados especiales (ecológicos) y otra con acceso a pastura. Son controlados en estos procesos bajo normas HACCP, siendo su tiempo de terminación variable entre 75 y 90 días de acuerdo al protocolo, línea y esquema alimentario.

El Pollo de Crianza Natural

Surge como una alternativa a la situación planteada sobre los nuevos requerimientos de los mercados referidos a un producto más natural, pero planteando una opción diferente a los anteriores esquemas. Por un lado el modelo campero caía en la necesaria utilización de la línea desarrollada por el INTA, la cual por cuestiones que no son motivo de análisis de este trabajo no se encontraban o se encuentran disponible en cantidades, tiempos y formas que requiere una producción que aspire a algo más que el auto abastecimiento. El pollo ecológico al tener que responder a protocolos y organismos certificadores que lógicamente cobran por su trabajo, exige de parte de quienes lo piensan desarrollar como producción con fines comerciales movilizados por su alto valor, mayores costos y la necesidad de insumos que resultan por su origen igualmente caros. Las condiciones planteadas desarrollaron entonces la alternativa de una producción basada en el empleo de líneas comerciales de alta perfomance en su desarrollo y rusticidad manifiesta, destinadas a la avicultura industrial, bajo condiciones de producción natural, siguiendo pautas de manejo contenidas en algunas de los esquemas explicados.

Opción Rural: por O. V.