Alertan por erosión en campos del sudoeste bonaerense
El Centro de Ingenieros Agrónomos de Bahía Blanca (CIABBA) advierten sobre las consecuencias de un problema que crece en la región
El Centro de Ingenieros Agrónomos de Bahía Blanca (CIABBA) observa con preocupación el creciente uso de implementos como rastra de discos y rolo en diferentes planteos del sudoeste bonaerense.
En este contexto, el Pte de CIABBA Ing. Agr. Jorge A. Mendoza expresó en La Nueva – medio gráfico de Bahía Blanca – que “uno de los desafíos más significativos que afrontamos en nuestra región es la degradación de los recursos naturales y, principalmente, la de los suelos cultivados. Nuestra zona es de suma fragilidad. Estamos en una región semiárida y los cuidados en la agricultura deben ser de mayor intensidad, sobre todo en la conservación de la cobertura y la no remoción de suelo”.
Desde la entidad se ve con preocupación la erosión eólica e hídrica que está provocando el uso reiterado de implementos como rastra de discos, rolo o similares, en planteos agrícolas. “Como ingeniero agrónomo y presidente del CIABBA, me veo en la necesidad de comentar los aspectos que trabajamos en forma interna de nuestra institución, para que la población entienda la importancia del tema”.
Mendoza alertó que “el uso reiterado y continuo de implementos aumenta —en forma exponencial— el daño antrópico, y la recuperación de los suelos es muy lenta o, directamente, irreversible.
En este contexto, la entidad identificó aquellos argumentos más mencionados por los productores que deciden optar por las labranzas de manera de perfilar consideraciones a tener en cuenta antes de optar por estas herramientas, así como concientizar sobre sus impactos.
Entre los primeros se encuentran la cuestión económica y el deseo de “airear y descompactar el suelo”. En esta línea, se olvida o desconoce que dicho “aireado” provoca un distorsionamiento de la parte más fértil del suelo y que el uso reiterado de labranzas puede producir compactación por debajo de la zona de intervención; esto es, lo contrario a lo que se pretende.
Otro de los argumentos identificados es que “con estas prácticas se evitan enfermedades fúngicas en cereales”. En estos casos, la entidad advierte el rol de la concientización sobre la importancia de la rotación; verdeos de invierno y verano y cultivos de servicios, sólo algunas de las alternativas para manejar el problema de las enfermedades. En la misma línea, se objeta que la labranza evita el uso de los fitosanitarios, reduciendo el impacto ambiental.
“Todos estos puntos deben analizarse conjuntamente entre el productor y el asesor, que debería ser un ingeniero agrónomo matriculado (según ley provincial 15030), a fin de evaluar los pros y los contras de cada acción que se emprenda y proteger la base de cualquier producción: el suelo”, se concluyó desde CIABBA.
Fuente: Agrofynews