Cosecha récord de trigo: el análisis de calidad como clave de manejo

En una campaña con altos rendimientos, especialistas del INTA Marcos Juárez promueven el monitoreo permanente del lote y de las condiciones climáticas para alcanzar buenos resultados. Conocer con precisión la calidad del grano puede marcar la diferencia para el trigo, más allá de la proteína.

Mientras el trigo avanza hacia una cosecha récord, los primeros análisis del INTA advierten sobre la calidad de los granos. En Córdoba, el muestreo realizado por el Grupo Trigo y el Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA Marcos Juárez detectó niveles de proteína y gluten por debajo de los valores comerciales.

Leticia Mir, responsable del Laboratorio de Calidad del INTA Marcos Juárez, explicó que “este resultado es consecuencia directa de los altos rendimientos, ya que cuando la producción aumenta, la proteína tiende a diluirse si la fertilización no acompaña la mayor demanda del cultivo”.

Por su parte, Dionisio Gómez —especialista en mejoramiento de trigo del INTA y responsable de la red nacional de ensayos de trigo del INASE— señaló que habitualmente el productor tiende a fertilizar en función de los techos de producción de cada zona y del clima. “Este año, en Córdoba, llovió cuatro veces más de lo normal: se registraron lluvias en junio, julio y agosto”, indicó, y agregó: “El trigo rindió en todos los ambientes, incluso en aquellos más marginales”.

Una regla habitual indica que, por cada milímetro de agua disponible, el trigo puede generar alrededor de 10 kilos de rendimiento. Bajo este criterio, 100 milímetros permitirían obtener cerca de 1.000 kilos por hectárea. Y a su vez, los volúmenes excepcionales de lluvia como los de esta campaña justifican la presencia de lotes con rindes cercanos a los 6.000 kilos.

“Por esto es esperable encontrar lotes con ese nivel de productividad”, señaló Gómez, y remarcó que, más allá de este año particular, resulta importante incorporar una segunda fertilización como parte del manejo. “Si no lo aprovecha el trigo, lo hará el cultivo siguiente”, subrayó.

Resultados de calidad en 100 acopios

El Laboratorio de Calidad del INTA Marcos Juárez realiza un relevamiento en 100 plantas de acopio ubicadas en Córdoba, el sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y en zonas de Entre Ríos, con el objetivo de recolectar muestras representativas del grano que ingresa al mercado. Se trata de un trabajo que la institución realiza desde hace cuatro décadas.

Hasta el momento ya se relevaron 65 acopios de la región central del país. En la subzona triguera Pampa Mesopotámica —correspondiente a Entre Ríos— el relevamiento incluyó 17 acopios.

Mir informó que el valor promedio de proteína fue del 9 % y el peso hectolítrico se ubicó en 78,1 kg/hl, correspondiente a un grado 2 de comercialización. Los niveles de proteína mostraron una variabilidad con promedios que oscilaron entre 9,7 % y 7,6 %. El comportamiento del gluten húmedo también evidenció dificultades. “De los 17 acopios, en ocho no logró formar gluten y en el resto el promedio fue de 17,9 %”, señaló la responsable del laboratorio.

En la subregión pampeana ondulada norte, que abarca desde el centro hacia el sur de los departamentos de Santa Fe, el relevamiento de acopios mostró un promedio de 9,6 % de proteína y un peso hectolítrico de 79,2 kg/hl, correspondiente a grado 1 de comercialización. En algunos acopios se registraron valores superiores a 81 kg/hl. El gluten húmedo promedió 19,7 % y, salvo en dos casos, todas las muestras lograron formar gluten.

Resultados similares se observaron en la subregión Pampa Subhúmeda Norte, que incluye acopios de los departamentos Marcos Juárez, General San Martín y Unión, en Córdoba. Allí, el promedio de proteína también fue de 9,6 %, con un peso hectolítrico cercano a 79 kg/hl y un gluten en correspondencia con ese nivel proteico, de 19,5 %.

En la zona pampeana semiárida norte —con relevamientos en Tercero Arriba y Río Segundo— los valores se mantuvieron dentro de la misma tendencia: proteína promedio de 9,5 %, peso hectolítrico de 78,9 kg/hl y un gluten húmedo más elevado, en torno a 21,9 %.

Asimismo, Mir señaló que este comportamiento se repite en toda la región central del país. “El relevamiento de acopios y cooperativas está mostrando altos rendimientos acompañados por niveles muy bajos de proteína”, explicó. En promedio, los valores rondan el 9,6 %, con una variabilidad que va de 7,8 % a 10,3 %, y muy pocos casos que superan el 10 %.

En cambio, el peso hectolítrico, en esta campaña, no aparece como una limitante: los valores se ubican entre grado 1 y 3, con predominio de muestras dentro de grado 2 y superiores. “Los parámetros críticos para la comercialización son la proteína y el gluten. Incluso en lotes donde se aplicaron esquemas de refertilización, los niveles de rendimiento observados fueron tan elevados que la caída de proteína no logró frenarse”, indicó Mir.

Estos datos corroboran los resultados obtenidos mediante una recolección manual de espigas en parcelas experimentales y su posterior análisis en los laboratorios del INTA, donde se observaron niveles de proteína por debajo del 10 % y de gluten húmedo incluso por debajo del 23 %. Solo en los casos donde se aplicó una segunda fertilización se lograron niveles adecuados para la industria, con niveles superiores al 11 % de proteína y con mejoras en el gluten.

Vale aclarar que el 11 % es el umbral a partir del cual comienzan los descuentos comerciales que aplican los molinos en el trigo pan argentino. Las rebajas son acumulativas y se calculan por cada punto o fracción por debajo de ese valor: 2 % entre 11 y 10 %, un adicional de 3 % entre 10 y 9 % y otro 4 % entre 9 y 8 %.

Análisis de laboratorio

Gómez advirtió que este año será fundamental que los productores conozcan con precisión la calidad de su grano antes de comercializarlo. En una campaña con una oferta excepcional, consideró que podrían surgir estimaciones de la calidad real a partir de análisis confiables.

Como primera recomendación puntualizó realizar los controles de calidad en un laboratorio de referencia. “Es importante que los productores hagan los análisis en un laboratorio, como el INTA u otra entidad”, indicó.

Una segunda recomendación se centró en ampliar el análisis más allá de la proteína. Algunas variedades de trigo muestran, aun con valores bajos de proteína, un gluten elevado que mejora la aptitud panadera del grano. “Hay ciertas variedades que, pese a tener baja proteína, presentan un gluten superior y eso significa que mantienen su calidad panadera”, señaló Gómez.

Contar con ese análisis completo del cereal le permitirá al productor contar con información cuando el gluten aporta valor más allá del nivel proteico.

Informe final

En los últimos años, el relevamiento del INTA Marcos Juárez se fortaleció mediante un convenio alcanzado con la Bolsa de Comercio de Córdoba, que permite monitorear todos los departamentos productores de trigo en la provincia. La Bolsa de Comercio realiza el análisis comercial, mientras que el laboratorio del INTA se ocupa de evaluar la calidad industrial. El informe final se presenta en febrero, en la Fiesta Nacional del Trigo que se celebra en Leones con representantes de toda la cadena de valor.

Este año, la Fiesta Nacional del Trigo celebrará su 70° aniversario. En ese marco se desarrollará el concurso que premia al mejor trigo del país. Para esta edición, el ganador obtendrá un viaje al Congreso Internacional de Trigo, organizado por la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (ABITRIGO) en el país vecino. El laboratorio del INTA Marcos Juárez participa en el análisis de las muestras y como jurado del certamen.

Toda esta actividad forma parte del Proyecto Regional de Agricultura que el INTA desarrolla en Córdoba, con el objetivo de fortalecer la competitividad de la cadena triguera en la región.

FUENTE: INTA Informa