Fertilización con nitrógeno para maximizar la producción de caña de azúcar

Un estudio entre el Grupo de Recursos Naturales del INTA Famaillá —Tucumán— las empresas Geoagro, COU S.A. y el Grupo CREA Cañaverales demostró que la aplicación de dosis variables de nitrógeno en los cañaverales puede ser la clave para optimizar rendimientos y costos. Resultados preliminares indicaron que los rendimientos de la producción aumentaron un 36,8 %.

Esta investigación se basa en adaptar el manejo del cultivo a las diferencias ambientales y productivas dentro de un mismo lote. El objetivo del equipo de investigación del INTA Famaillá —Tucumán— fue evaluar cómo respondía la caña de azúcar a diferentes cantidades de fertilizantes en los tres tipos de ambientes productivos que identificaron los investigadores. Esta práctica no solo mejora la productividad, sino que también optimiza el uso de recursos y la rentabilidad.

Roberto Sopena —especialista del Grupo Recursos Naturales de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Famaillá— explicó que “este estudio de dos años confirmó que la fertilización con dosis variables es una herramienta eficaz para mejorar la productividad en las áreas con distintos niveles de fertilidad dentro de los cañaverales”.

Los resultados de la primera campaña demostraron que, al aplicar cinco dosis diferentes, empleando urea como fuente de fertilizante nitrogenado, en los ambientes de media y alta calidad, las dosis más altas de fertilizante aumentaron el rendimiento un 10,2 % en comparación con la dosis estándar empleada por la empresa productora.

En contraste, las dosis más bajas redujeron la producción solo en un 3,5 %, respecto a la dosis estándar o testigo. Por otra parte, en el ambiente de baja calidad, las dosis crecientes no mostraron una mejora significativa, lo que sugiere que otros factores, como el pH elevado del suelo y problemas estructurales mayores estarían limitando el desarrollo del cultivo.

Para la segunda campaña (2024-2025), las dosis —que fueron tres— con urea como fuente de nitrógeno se ajustaron basándose en la experiencia previa. El objetivo fue mejorar la oferta de nitrógeno en cada ambiente, con mayores dosis en las zonas de mayor calidad ambiental.

Los resultados reforzaron las respuestas del primer año: en los ambientes de media calidad, las dosis más altas de urea incrementaron el rendimiento en un 23 % sobre la dosis más baja. La respuesta fue aún más notable en los ambientes de alta calidad, donde la producción aumentó un 36,8 % con las dosis superiores.

“No se trata simplemente de usar menos fertilizante, sino de reasignarlo de manera más eficiente. Los productores pueden maximizar sus retornos, al aplicar mayores cantidades de fertilizantes donde las plantas los requieren y los aprovechan eficientemente, y reduciendo las dosis en áreas de menor respuesta”, concluyó Sopena.

De este trabajo de investigación también participaron los especialistas del INTA Gustavo Martos, Héctor Sánchez y Leandro Bustos.

FUENTE: INTA Informa