¿Por qué Brangus es la raza que más semen exporta?
La unificación de los distintos porcentajes de sangre en los registros fue un primer paso para su adopción a nivel regional. El crecimiento de la ganadería en el trópico y subtrópico y la llegada de las empresas globales de genética al país, impulsaron su expansión. El liderazgo argentino, según Mauricio Groppo.
Una serie de factores llevaron a que el Brangus argentino se convirtiera en referente para la ganadería sudamericana. En diálogo con Valor Carne, el Ing. Agr. Mauricio Groppo, presidente de la Asociación Argentina de Brangus, abordó los cambios normativos, tecnológicos y empresariales que explican su posición como primera raza exportadora de genética del país y detalló porqué aún tiene mucho por hacer en la producción de carne.

“Con una parte de su genoma británico (Angus) y la otra cebuína (Brahman o Nelore), inicialmente el Brangus podía ser media sangre, tres cuartos, un cuarto, tres octavos y hasta cinco octavos. Había cinco razas en una, algo que limitaba su expansión”, recordó Groppo, aludiendo a los desafíos que significaba lograr uniformidad fenotípica y cumplir con los estándares raciales, lo cual empujaba a la baja los valores de mercado. Y agregó: “esto se superó cuando se suprimieron esas variedades y el Brangus argentino empezó a elegirse por sus fortalezas en distintos hábitats, haciendo punta a nivel regional”.
¿Por qué es tan importante este cambio? La decisión de eliminar las restricciones impuestas por los grados de sangre cebú para registrar animales -tomada por la Asociación en 1996- facilitó que el ganadero optara por el genotipo más apropiado para su ambiente y sistema productivo.
“Después de un año de evaluar la implicancia de las variedades, la comisión directiva de aquella época consideró que los productores comerciales no necesitaban de la letra escrita para reconocer los porcentajes de sangre índica. Fue un paso estratégico para la raza y, por supuesto, se continuó con la registración de cada animal bajo la mirada de un inspector, o sea, supervisada por sus directivas”, explicó.
La estrategia del Brangus
“Hoy los productores argentinos nos podemos ir moviendo en cuanto al grado de cada sangre que nos permita optimizar nuestros planteos según los ambientes”, señaló Groppo, aludiendo a que, estas decisiones, ya no conllevan castigos de la cadena comercial.

En zonas templadas, un animal con aspecto más británico, precoz, de fácil engrasamiento, permite obtener cualidades semejantes a las un Angus, en eficiencia y calidad de carne, unidas a la rusticidad y resiliencia del cebú. En tanto, uno más acebuzado es más adecuado para zonas subtropicales de monte, malezal, con calores intensos y garrapatas.
Para Groppo, ese adelanto visionario hizo que el Brangus argentino -más allá de la calidad genética y los años de selección- pudiera crecer mucho más comparado con otros países de la región. “Algo notable es que Paraguay, eliminó las variedades recién el año pasado y Brasil aún no lo hizo, todavía tiene dudas. Entonces, contamos con casi treinta años de ventaja, algo que nos diferencia”, subrayó.
¿Cómo se proyecta este cambio a nivel regional? “Nuestro Brangus tiene mucho terreno por delante en el corazón de Sudamérica”, anticipó. En tal sentido, en la región subtropical y tropical, hay una enorme oferta de pastos de bajo costo donde se puede hacer cría, el eslabón menos jugoso del negocio ganadero, considerando que la terminación dispone de una amplia oferta de granos. “En esos ambientes, un británico no se puede desempeñar, es de clima templado, y ahí es donde el Brangus resulta clave”, apuntó.
Un ejemplo emblemático es cómo se desarrolló la ganadería de Brasil, que se convirtió en primer exportador mundial de carne. “Creció sobre todo en áreas tropicales, la zona subtropical es menor y el país casi no tiene región templada. Hubo un salto en cantidad y, ahora, van atrás de la calidad”, anunció. Y para avanzar, “tienen que poner algo de sangre británica en sus vacas, no llegan con el cebú puro. Están buscando líneas dentro de sus razas que tengan más marmoleo, pero con cruzamientos es más sencillo. Por eso usan tanto semen Angus y Brangus, más de 10 a 12 millones de dosis, registradas”, afirmó.
Groppo sostiene que esta demanda hizo que el Brangus, una raza relativamente nueva, lidere las exportaciones argentinas de semen. “En 2018 fue primera en el ranking nacional. Se vendieron 486.886 dosis, el 49,5% del semen de razas de carne colocado en el exterior”, recordó Groppo, apelando a datos de la Asociación, en base a CABIA.

En tanto, en 2024, las exportaciones de semen Brangus llegaron casi el 56% del total nacional y el consumidor número uno fue Brasil.
En cuanto a embriones, si bien no hay datos certeros de exportaciones dado que no se llevan registros por raza, Groppo estima que la ventaja del Brangus es aún mayor. “El Angus tiene un mercado limitado, se han concretado algunas ventas a España, pero no tenemos abierto Estados Unidos ni México, donde hay regiones templadas”, lamentó. En cambio, “sí están habilitados todos los países de Latinoamérica y ahí la mayoría opta por una raza sintética como la nuestra”, subrayó.
El negocio global
Otro factor que reforzó este salto del comercio exterior es la globalización del mercado de la genética. “Hace unos 15 a 20 años, las tres o cuatro mayores empresas del mundo, norteamericanas, canadienses y alguna europea, vinieron a instalarse en la Argentina”, contó Groppo. Y reveló: “esta movida no sólo se dio por la calidad de los reproductores locales, sino que buscan bajar costos produciendo semen acá y colocándolo en Brasil, que está al lado. También llevan desde Estados Unidos y Canadá, pero la logística es mucho más costosa”.
¿Cómo operan con Brasil? “Para inseminaciones de tanta escala, como se suele hacer allá, de 15-20.000 vacas, hay una competencia feroz por el precio. Entonces, las compañías extranjeras nos compran reproductores a los criadores locales; y, como también tienen sus centros de inseminación, armaron muy bien el negocio del semen argentino”, explicó.
En cuanto a Paraguay, el crecimiento del Brangus, aunque a otra escala, se dio impulsado por la llegada de inversores extranjeros al campo. “Belgas, alemanes, brasileros y argentinos vieron el potencial del subtrópico, que habían empezado a desarrollar muchísimos años antes las colonias menonitas, con esfuerzo y cabeza. Hoy cuentan con un sistema de trazabilidad que incluye la declaración de la raza y el Brangus lidera la faena”, indicó Groppo.
Por su parte, Perú busca sumarse a la oportunidad que brinda la ganadería. “Hace unos días estuve en un congreso organizado por una Asociación Brangus local que, con apoyo de la Universidad de Lima y el INIA, se propone desarrollar el negocio. Entienden que, en la parte oriental del país, hay mucha superficie como para criar vacas y conocen los modelos para hacerlo cuidando el ambiente. Tienen el doble de superficie selvática que Paraguay y ahí es donde entra el Brangus. Es un mercado incipiente, pero con chances de crecer”, aseguró.
¿Cómo se prepara la Asociación para esos ambientes desafiantes? “Además del programa de evaluación de reproductores (ERBRA) estamos desarrollando nuevas líneas, buscando una mejor adaptación al trópico y subtrópico: tolerancia al calor (largo de pelo), resistencia a garrapata y eficiencia (RFI) con menor impacto ambiental, entre otros”, respondió.
Para Groppo, el cambio más importante del Brangus argentino en los últimos años responde a la creciente demanda de genética de los mercados sudamericanos. “Vuelvo al ejemplo de Brasil porque cuenta con extensos pastizales como para seguir creciendo en cría, con foco en la calidad. En cambio, en Córdoba, donde vivo, podemos hacer maíz, soja y hasta lechería, entonces las vacas solo van a campos marginales. En los Estados Unidos está pasando algo semejante, esa es una de las razones por la que está retrocediendo el stock. Esto demuestra que en la región templada hay un límite para producir carne mientras que en el trópico y subtrópico ese techo todavía no se ve”, concluyó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Ediotra de Valor Carne