¿Quien espera mas a El Niño, los productores o el planeta?

Si cumple lo que promete, lo ideal sería ir hacia una alta proporción de maíz temprano, pero a Seguro lo llevaron preso. Otras veces fenómenos locales dieron vuelta la taba o minimizaron efectos. Un tema para meditar en extenso.

El planeta parece más preocupado por él que nosotros. La Organización Meteorológica Mundial acaba de advertir que los gobiernos deben prepararse para más eventos climáticos extremos y temperaturas récord en los próximos meses, en relación al fenómeno de calentamiento denominado El Niño.

Su génesis es conocida. El Niño es un patrón climático natural que nace en el Océano Pacífico tropical y trae temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio, con una gran influencia en el clima en todo el mundo, si bien las consecuencias pueden hasta ser opuestas según la región considerada.

Para los especialistas de laOrganización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO) “los pronósticos internacionales ahora predicen un evento El Niño de fuerza moderada a alta con elevada confianza. Hasta acá la atmósfera había tenido una respuesta relativamente apagada a las ahora bien establecidas temperaturas cálidas de la superficie del mar. La fuerza de este evento dependerá de cómo evolucione la atmósfera en los próximos meses”. En otras palabras, nada está escrito en piedra. Tampoco El Niño que viene.

Por cierto, los cambios en las lluvias y temperaturas no solo obedecen a lo que genera el fenómeno de El Niño, hay otros procesos que pueden tener influencia, como ser el Dipolo del Océano Indico (DOI), por citar un caso. Puede exacerbar los efectos de EL Niño si ambos se dan simultáneamente.

La cuestión tiene otros condimentos. Después de lo que pasó con la sucesión de Niñas algunos se preguntan si El Niño puede tener una tendencia similar. Los técnicos del CSIRO recuerdan que en principio no es fácil lograr información de pronósticos confiables más allá de los 6 meses. “Los Niños más largos han durado unos dos años. La Niña y El Niño no son imágenes especulares perfectas entre sí, y los eventos de La Niña a menudo duran más que los eventos de El Niño”. En síntesis, hoy no hay forma de saber si repetirá presencia o no.

¿Hasta qué punto ya se está notando su tarea? En principio hay que decir que buena parte del hemisferio norte ha vivido el junio más cálido de la historia. China acaba de registrar temperaturas de infierno que ponen en riesgo su maíz.

Hace al menos un mes que el fenómeno climático fue declarado oficialmente entre nosotros. Contrastando con los registros de temperaturas, poco tiempo atrás se lo notaba tímido en materia de lluvias. No es fácil decir si lo que hemos visto en estos días es obra suya, pero empieza a llover más seguido en el este de la región pampeana, al tiempo que los pronósticos de precipitaciones en Australia se ponen más amarretes.

Dado que puede tener manifestaciones extremas, de una parte a otra del globo la intención de los diferentes actores económicos, y en especial aquellos ligados a las producciones agropecuarias en los distintos países, es tratar de entrever su comportamiento en los próximos meses. Desde el Instituto de Suelo y Agua del INTA dicen que “aún hay una cierta discrepancia entre los modelos, por lo tanto corresponde continuar monitoreando su evolución en el mediano plazo”.

En mayo, las mediciones semanales en la superficie del mar informadas por la NOAA estadounidense, mostraron anomalías de entre 0,5ºC y 0,8ºC. Llegaron junto con temperaturas en profundidad también positivas. Si a eso se agrega la desviación de la circulación del viento hacia el oeste en los niveles bajos y altos de la atmósfera, tenemos un sistema océano/atmósfera totalmente acoplado. Esto remarca la proyección de su fortalecimiento.

A propósito, la Bolsa de Comercio de Rosario sorprendió con un modelo algorítmico desarrollado en función de su red de estaciones. Permite estimar precisamente el derrotero posible de El Niño mes a mes en la campaña de gruesa 2023/24 para la denominada zona núcleo.

La primera aproximación indica que sería más moderado de lo que originalmente se esperaba, a pesar de las curvas de evolución de los distintos modelos, que parecen indicar lo contrario. De cumplirse esta predicción, las chances de excesos hídricos complicados se reducen y con ellas el riesgo de daños a cultivos y logística.

Para el consultor Alfredo Elorriaga el fenómeno climático ganaría protagonismo durante la primavera, para alcanzar su máxima intensidad en los meses de noviembre y diciembre, e iría perdiendo fuerza, aunque no demasiada, a partir de febrero de 2024.

Se ha utilizado un modelo predictivo que considera el comportamiento de las lluvias de los últimos 50 años, en concordancia con valores de calentamiento mensuales, con +/- 10% respecto de los proyectados como más factibles en el periodo octubre-enero. El resultado es una estimación estadística del probable volumen que presentarán las precipitaciones en los meses analizados.

La lectura de estas perspectivas puede empujar a ir fundamentalmente por maíces tempranos, pero la experiencia recomienda no poner los huevos en una única canasta. En otras campañas fenómenos muchos más locales que el ENSO terminaron modificando el escenario. No necesariamente tiene que pasar lo mismo, pero de todos modos es conveniente no caer en extremos.

Por otro lado, bien manejado, los rendimientos de un tardío no tienen que ser necesariamente muy inferiores a los de un maíz temprano. Es cierto, tiene como contraindicación las complicaciones con la humedad de cosecha y precios generalmente más modestos en medio de la salida al mercado de la safrinha brasileña.

A poner sobre la mesa todos los condicionantes a favor y en contra y decidir con elementos en la mano cómo se distribuirá el maíz 2023/24. Después de lo que ha padecido el productor en la campaña previa, el margen de error tolerable se reduce sensiblemente.

Fuente: Chacra