Los resultados de 70 mil animales evaluados en su engorde

El feedlot experimental reveló cómo logran conversiones y rindes estables en el tiempo con tropas de diferentes grupos raciales y tamaños corporales. Estudios como la relación entre el desbaste y la cantidad de enfermos, y la importancia de una alimentación completa desde el primer día, respaldan los resultados.

Biofarma es una empresa líder de nutrición animal que cuenta con un centro de investigación de punta (CENAB) en Jesús María, Córdoba, con el objetivo de ayudar a mejorar la eficiencia de la ganadería intensiva del país. El Ing. Agr. Juan Manuel Bollatti, gerente técnico del centro, presentó en una jornada del IPCVA los resultados de las cabezas engordadas desde su inauguración, dos años atrás.

“Hemos evaluado los casi 69 mil animales terminados, desde el primero que entró hasta el último, todos han hecho aportes a nuestra base de datos. Esto, además de ser fundamental para monitorear su desempeño y tomar mejores decisiones, nos permite generar información y conocimiento de utilidad para los productores”, afirmó Bollatti.

Los datos se dividieron según grupos raciales: británicos – livianos (< 280 kg, 35%) y pesados (28%)- cruzas índicas (35%) y Holando (menos del 2%). “A los biotipos carniceros se les agrega 130-140 kg y a los lecheros 200 kg porque entran muy livianos y engrasan a menor tasa”, detalló, mostrando una tabla con los resultados.

Datos CENAB. Abril 2021 a junio 2023.

Una primera observación que surge de estos datos es que se ha cumplido con uno de los objetivos del negocio del feedlot. “Hemos logrado resultados estables en el tiempo, no sólo a nivel de tropa sino de manera global”, apuntó Bollatti. En ese sentido, “aún con diferentes grupos raciales y tamaños corporales, las mediciones arrojaron parámetros promedio consistentes: una ganancia de peso de 1,26 kg/día, una conversión de 6,84, y un rendimiento de 58,7%”, indicó

De cualquier modo, incluso bajo un sistema de manejo estandarizado, siempre hay variabilidad en los resultados, aún entre tropas similares. “Uno los encierra y a veces se comportan de una forma distinta por azar, por eso no consideramos algunos corrales como referencia, sino que debemos analizar todo”, pormenorizó.

¿Qué parámetros tomaron para calcular los resultados? “Siempre trabajamos de la misma manera para que sean comparables. El peso de ingreso se toma al momento de llegada y el peso de salida surge de un protocolo, o sea, el animal pasa la noche previa sin comida, sólo con agua, lo que da un 2-3% de merma, y sobre eso se aplica un 5% de desbaste. Y esta es la referencia sobre la cual calculamos ganancia de peso, conversión y rendimiento de res”, explicó.

Volviendo a los datos del cuadro, las mayores diferencias se dan según el tamaño de los animales. “Los livianos consumen menos kilos de materia seca por día que los pesados (7,82 vs 9,25) y alcanzan ganancias de peso similares. De este modo su conversión es considerablemente mejor (6,13 vs 7,41)”, afirmó.

En tanto, “las cruzas índicas suelen tener ganancias de peso algo menores que los británicos pesados, pero con menor consumo, por lo que logran conversiones muy similares”, agregó.

¿Y los Holando? “Bueno, si bien son menos individuos, obtuvimos ganancias diarias y conversiones semejantes en comparación a los británicos livianos”, aseveró Bollatti, aclarando que en el CENAB se trabajó con tropas grandes provenientes de tambos profesionalizados. “Este no es el caso de los feedlots de zonas lecheras donde llegan lotes chicos agrupados desde varios orígenes. Lo remarcable de estos datos es que muestran el potencial de la raza con buen manejo”, sostuvo.

Detrás de los resultados

Uno de los diferenciales del CENAB es que la información surge a partir de métodos científicos, instalaciones de avanzada –que incluyen elprimer equipo de rolado de maíz al vapor del país- y un grupo de más de 40 colaboradores altamente calificados que trabaja día a día desde el ingreso de los animales. 

“Hemos medido que, a mayor distancia recorrida, más horas arriba del camión, los animales llegan con menor peso. El desbaste aumenta 0,3% por cada 100 km, lo que coincide con la bibliografía existente”, señaló. Y prosiguió: “además en los meses de calor, pierden más peso que en el resto del año, les lleva más tiempo recuperarse y, en parte, por eso baja el desempeño en verano”.

En cuanto al origen, “cuando los animales vienen de campo directamente el desbaste es distinto al de los que llegan de remate feria”, afirmó, aludiendo a que hallaron un 6,7% y 7,8% de pérdida de peso, respectivamente.

Una vez arribada, la hacienda se descarga de inmediato, sea de día o de noche y se pone en un corral cómodo, cercano a la rampa de descarga, con agua y comida, para que pueda recuperarse. “Si ya viajó muchos kilómetros no le provoquemos pérdidas extra porque no la bajamos a tiempo”, enfatizó.

Una cuestión importante es que a mayor pérdida de peso durante el traslado, más riesgo de contraer enfermedades, principalmente respiratorias. “Esto es algo que estaba documentado en los Estados Unidos y ahora contamos con datos locales, en nuestras condiciones”, aseveró Bollatti mostrando un gráfico.

Otra clave para minimizar estos riesgos es la alimentación completa desde el primer día. “En el siguiente gráfico asociamos la cantidad consumida en los 3 días iniciales y la incidencia de enfermedades. Esto nos ayuda a comprender que, si podemos estimular el consumo temprano, los animales podrán enfrentar mejor el periodo crítico de los primeros días de estadía”, argumentó Bollatti.

¿Es habitual dar de comer de entrada? “No siempre. En ciertos engordes cuando los animales llegan, los dejan esperando hasta que se libera un corral, a veces les dan un rollo de fibra, nada más”, respondió. Y subrayó: “lo ideal sería, empezar a darles cuanto antes una ración completa y palatable, alta en fibra, pero con suficiente energía, proteínas y minerales, de modo que el animal deje de perder peso”.

Al respecto, el CENAB hizo ensayos con 400 animales de distinta procedencia -recría pastoril, remate feria y recría a corral- en los que evaluaron cómo respondían a diferentes fuentes de fibra en la ración inicial.

“Es común escuchar que con silaje de maíz los animales no comen tan bien a la llegada y por eso recomiendan el heno de alfalfa. Bueno, eso es lo que quisimos probar y, más aún, identificar cuál es la mejor fuente de fibra en la dieta de recepción”, describió Bollatti, detallando que el estudio incluyó silaje de maíz, heno de alfalfa y una mezcla de silaje y heno.

“Vimos que, si la hacienda procedía de una recría pastoril, tendía a consumir más con heno de alfalfa. Si se compraba en un remate feria, sucedía lo mismo, o al menos cuando le dábamos parte de heno de alfalfa mezclado con silaje, pero cuando venía de una recría a corral, ese heno no estimulaba el consumo. Eran los animales que menos habían sufrido a la llegada, conocían el silaje y no hubo diferencias”, contó.

Con estos resultados ¿ustedes alimentan al inicio según el origen de la hacienda? “No, porque en el día a día no podemos manejar tanta segmentación, pero sí establecimos un protocolo que empieza con mayor proporción de heno alfalfa y menor de silaje de modo de cubrir todas las posibilidades y luego vamos bajando la alfalfa”, reveló.

En síntesis, para tener buenos resultados es clave el manejo desde el primero al último día. Al comienzo es importante proveerles de agua de calidad, que coman cuanto antes y una dieta que sea lo más palatable posible. Luego, durante el engorde, el procesamiento del grano juega un rol central, teniendo en cuenta que, al haber diferencias de consumo más marcadas entre animales livianos y pesados, es necesario ajustar el aporte de nutrientes, de acuerdo a cada categoría y de esta forma optimizar el uso de los recursos.

Para finalizar, el MV Ariel Monetto, gerente comercial del CENAB, resaltó que, si bien están conformes con los resultados obtenidos en estos dos años, la información recolectada es muy amplia y continuamente se evalúa para seguir mejorando los índices productivos. “Nuestra visión es que la ganadería pueda trabajar con planificación y protocolos de ejecución, es un esfuerzo que vale la pena, por eso compartimos nuestros resultados y manera de trabajar con los productores. Las puertas están abiertas para intercambiar opiniones”, concluyó.

Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne

Fuente: Valorcarne