Troceo: Se prorrogo hasta enero
La carne vacuna se iba a comercializar por trozos desde este martes. Por el rechazo de algunos sectores lo vuelven a prorrogar hasta enero. Al sistema lo aplican todos los países de la región.
En la que fue una discusión de mucha intensidad, hace 31 años Argentina intentó cambiar el sistema de comercialización de carne vacuna. Se llamó corte por lo sano y proponía una media res dividida en cortes, una manera más higiénica y moderna para la venta de carne. Nunca se aplicó. Brasil lo llevó a cabo. Y en Uruguay y Paraguay también se vende por trozos.
La escena es la misma en estos días. El Gobierno buscaba desde este martes un nuevo sistema de cuartos. El producto deberá salir para su venta minorista troceado en partes no mayores a 32 kilos. Pero por la férrea oposición de algunos sectores lo prorroga a enero. Desde entonces se planteará como definitivo e irreversible.
Entre los que defienden la medida están los frigoríficos exportadores y la rechazan los matarifes o consumeros que se dedican al mercado interno. Está en juego un negocio millonario para algunos con consumidores que quedan como rehenes.
De las 3,5 millones de toneladas de carne, a grandes rasgos, un millón se destina a la exportación. Y el resto al consumo interno. Del lado de los matarifes creen que los exportadores, ahora que China compra menos y los precios internacionales están en declive, buscan crecer internamente y desplazarlos del negocio.
“A nadie le extraña hoy tomar leche de un sachet o comprar comidas congeladas. Entonces, ¿Por qué tenemos que seguir aceptando pasivamente que un trabajador del transporte baje una media res al hombro? Eso atrasa y muestra que productores y consumidores no valoraron el tema de seguridad alimentaria e higiene, y sobre todo cómo realizar mejor la tarea”, soltó a Clarín el experto Bernardo Cané, quien promociona el nuevo sistema.
Las entidades del campo no se han expresado. Explican en voz baja que temen un avance del sector exportador y que al productor le conviene que haya competencia entre consumo interno y exportación para mejorar el precio de la hacienda. Tampoco se escuchó a las autoridades sanitarias o a las asociaciones de consumidores. Ni siquiera el sindicato de la carne, pese a las dolencias que implica para los trabajadores transportar las medias reses, un sistema que quedó relegado a países africanos.
A su vez, para la industria implica una actualización en maquinaria y muchos no disponen de recursos, según argumentan. La situación es más grave en el interior, En el Chaco ningún frigorífico está en condiciones de cumplir con el trozado.
Desde el Gobierno apuestan a la racionalidad en los precios al por menor. En la actualidad, se promedian en función del corte más caro.
“El actual sistema de distribución de carne destruye el equivalente al 10% del valor de la hacienda por mala asignación de cortes a las carnicerías, subproductos desaprovechados y falsos fletes. Son ineficiencias que limitan el pago a los productores”, se señaló desde la especializada Valor Carne.
Fuente: Todoagro