Como es la cría de ovejas
La oveja es un animal altamente rentable a través de las edades
Las ovejas conocidas científicamente como Ovis aries, son mamíferos cuadrúpedos, ungulados y rumiantes, que tienen normalmente una longevidad promedio de entre 10 y 12 años. Forman parte de los mamíferos domésticos y son principalmente usadas como ganado.
Las ovejas son rumiantes, lo que quiere decir que posee mandíbulas adaptadas a la alimentación herbívora y un sistema digestivo dividido en cuatro partes (rumen, retículo, omaso y abomaso); que les permiten digerir su alimento en dos etapas bien diferenciadas aprovechando al máximo el material vegetal ingerido. Son artiodáctilos o animales que poseen pezuñas, y aunque el término oveja implica muchos géneros diferentes, por lo general hace referencia a la especie doméstica.
Son animales de temperamento tranquilo, más bien asustadizo pero siempre alertas. De rusticidad extraordinaria, tanto que compite con la cabra en cuanto al medio y tipo de alimentación. Tienden a ser muy longevos, ya que se conocen límites de hasta de 20 años.
El ovino es esencialmente, un productor de lanas, cueros, posee una excelente adaptación al medio, esta se manifiesta por el poco alimento con que puede sobrevivir. Cuentan un gran instinto gregario, es decir vivir en agrupaciones. Lo cual resulta como ventaja en la conducción de las majadas.
Una especie distribuida en todo el mundo
Etimología
La palabra oveja proviene del latín “ovicula”, que es un diminutivo con sufijo – “cula de ovis” (en origen cordero u oveja, utilizado para denominar cualquier ejemplar de especie ovina). También debe su denominación a un tipo de sacrificio religioso romano: la “suovetaurilia”, que consistía en el sacrificio de un cerdo, una oveja y un toro.
Origen
Se dice que los antecesores de los ovinos actuales surgieron en Asia, de 12000 a 9000 a.C. se cree que el muflón es el antecesor de la oveja doméstica, este es un animal originario de Europa, que luego tuvo su desarrollo en la isla de Córcega; es un ovino salvaje, casi sin lana, de carácter activo y asustadizo, con presencia en los machos de grandes cuernos curvos hacia atrás, sin ningún uso productivo.
Las ovejas fueron uno de los primeros animales en ser domesticados por el hombre. En el Oriente próximo hacia el IX milenio a.C. se empezó a domesticar el muflón con el objetivo de aprovechar su piel, para la fabricación de objetos de cuero, su lana, para la confección de hilados y fibras variadas, para fines tanto comerciales como domésticos, su carne y su leche, que se consumían como alimentos.
Los antiguos egipcios, babilonios, griegos y hebreos hacían en sus hogares los hilados y tejidos a mano a base de lana de este animal. Además de suministrar lana, es razonable suponer que los ovinos dieron al hombre primitivo cuero para vestimenta, carne y leche como alimento.
A través de cruzamientos y mejoramientos aparecen el Merino español y las razas inglesas entre los siglos XIII a XVII. Ya en la actualidad existen alrededor de 450 razas de ovejas. Aunque actualmente existen ovejas silvestres, se limitan exclusivamente a zonas carentes de grandes depredadores, generalmente se encuentran en islas.
Existen evidencias arqueológicas que indican que la selección de ovejas para la obtención de lana podría haber comenzado alrededor del 6000 a. C. y las primeras prendas tejidas con lana datan de dos o tres mil años más tarde. Cuando una oveja se sacrificaba por su carne, la piel se curtía y se usaba como túnica.
Los investigadores creen que el desarrollo de estas prendas de vestir permitió a los seres humanos vivir en zonas mucho más frías que el creciente fértil (también llamada la creciente media luna fértil), la región origen de su domesticación, donde las temperaturas medias eran de 21 °C o menos.
Historia
Las primeras ovejas llegaron al norte de África a través del Sinaí y estaban presentes en la sociedad del antiguo Egipto hace entre siete y ocho mil años.
El Imperio romano crio ovejas a gran escala y los romanos fueron un agente importante en la propagación de la ganadería ovina a través de gran parte de Europa.
La primera oveja doméstica en América del Norte llegó en el segundo viaje de Colón en 1493. El siguiente transporte trasatlántico fue con la llegada de Hernán Cortés a México en 1519. En 1662 se construyó un molino de lana en Watertown (Massachusetts)
La ganadería ovina en América del Sur se introdujo sobre todo a través de la inmigración al continente por los españoles y los británicos, para los que la ovina, era una gran industria por aquella época. Producto de ello en América del Sur hay un gran número de ovejas, aunque el país con mayor número de cabezas, Brasil, contaba con poco menos de 18 millones de cabezas en 2014, lo que le ubica muy lejos de los principales productores ovinos del mundo.
En la actualidad, Australia y Nueva Zelanda juegan un importante papel en la industria ovina contemporánea y las ovejas son un elemento icónico de su cultura y economía. Nueva Zelanda tiene la mayor densidad de ovejas per cápita y Australia es el mayor exportador de ovejas del mundo.
La cría de las ovejas es practicada por casi todo el mundo y para muchas civilizaciones ha sido fundamental. En el año 2014 se tenía un aproximado de existencia de estos animales de más de los 1200 millones a nivel global, dejando a china como uno de los países mayores en su producción, con más de 200 millones de ovejas.
Un pequeño rumiante altamente productivo y nutritivo
Importancia gastronómica, agroindustrial y comercial.
Es significativo resaltar que desde su domesticación, la oveja ha sido una fuente de manufactura de carne, leche, lana y pieles en torno a todo el mundo. Asimismo, una de las características de las ovejas en el ámbito económico, productivo y comercial es que su lana es uno de los efectos de mayor categoría en la explotación ovina.
Se trata de una fibra natural que se consigue mediante la esquila, y se emplea para la fabricación de sacos, abrigas, mantas, suéteres y guantes en la industria textil.
La esquila se lleva a cabo una vez al año, para ello se debe examinar la eficacia y estado del vellón de la lana, así como una serie de atendidos especiales para la oveja. La particularidad de la lana varía mucho entre géneros, pero el producto más valioso se consigue de ovejas entre los tres y seis años, las cuales pueden concebir en torno a 3 y 6 kilos de lana según el linaje.
La piel además se esgrime para la elaboración de cueros, los cuales se disponen para la producción de cinturones, carteras y zapatos. De igual modo, el estiércol de la oveja también es empleado como abono para terrenales de siembra.
La carne del ganado ovino provee una alta calidad de proteínas, para cubrir lo que los niños necesitan como requisitos proteicos y de hierro. Consumirla con frecuencia no perjudica la salud, aunque su contenido de colesterol sea tan alto como la del ganado vacuno.
Otro de los mayores beneficios de criar especies de tamaño pequeño (ovejas), es la libertad de espacio que puede tener la familia que las cría, y de esta manera alcanzar la producción artesanal de leche y carne con mayor facilidad a la que se haría con una vaca. Además, a diferencia de la leche vacuna la leche de oveja puede ser consumida por intolerantes a la lactosa.
Benéficos y propiedades de la leche de oveja
- La leche de oveja tiene al menos 60% más de calcio que la leche de vaca, y aunque tiene más calcio, este tipo de leche es más fácil de digerir. Si la leche vacuna no te hace sentir bien, es recomendable que consumir leche de oveja. Una diferencia importante es que la leche de oveja tiene mayor contenido de proteínas y ácido fólico.
- La leche de oveja para el completo consumo suele tener un sabor suave y agradable, con un leve toque dulce.
- Gracias a la combinación de las vitaminas del grupo B y K contenidas en este tipo de leche ovina se generan nuevos glóbulos rojos en nuestra sangre, puesto que mejora notablemente el flujo sanguíneo evitando así la formación de coágulos.
- A diferencia de la leche de vaca o de cabra, la leche de oveja es la que más grasa tiene, más de un 6%, en comparación con otros tipos de leches que no alcanzan el 4%.
- La leche de oveja es también la que más proteína tiene, concretamente un 5,29% destaca frente a las de vaca, con un 3,06% y la de cabra con un 3,70%.
- Con la leche de oveja se logran tener muchas alternativas para el consumo como son los quesos producidos con esta leche, la elaboración de yogur, requesón o ricota de oveja y dulce de leche y con ellos, dulces elaborados con este tipo de producto.
Fuente: Agrotendecia
