La guerra y la producción. Cómo es ser productor agropecuario en Ucrania.

Los productores ucranianos enfrentan problemas de almacenamiento y de precios, mientras que los campos pueden ser bombardeados en cualquier momento.

Con el avance de la guerra en Europa del Este, muchos productores agropecuarios de la ciudad ucraniana de Donetsk aceleraron los tiempos de cosecha ya que temen que sus cultivos sean arrasados por el fuego que dejan tras de sí los bombardeos rusos. Mientras tanto, Ucrania refuerza las acusaciones contra Rusia, asegurando que su objetivo es atacar la infraestructura y la agricultura para provocar una crisis alimentaria mundial.

Trigo y maíz: la guerra en Ucrania

Desde el pasado 24 de febrero –cuando comenzó la guerra- hasta la actualidad, fueron varias las hectáreas arrasadas por el fuego y los silos, muchos de los cuales almacenaban las cosechas de todo un año, destruidos por las bombas. Paralelamente, recién en los últimos días avanzaron las negociaciones entre las partes para permitir la circulación de barcos exportadores en los puertos ucranianos que están bajo el control de Rusia, lo cual permitirá trasladar granos hacia varios países de la región. 

La imposibilidad de exportar –la cual, según Rusia, se debía a la presencia de minas en el mar- provocó múltiples problemas. Por un lado, y como Ucrania es uno de los mayores productores de trigo y maíz del mundo, generó una crisis alimentaria y disparó los precios de varios insumos; además, atrajo serios problemas de almacenamiento para los productores ucranianos, quienes al no poder liberar lo cosechado en la campaña 2020/21, no tienen dónde guardar lo recolectado durante esta campaña. 

Este es el caso del productor Mykola Tereshchenko, quien tiene la esperanza de iniciar con la cosecha de trigo en los próximos días. Sin embargo, el agricultor no tiene donde almacenar los granos ya que sus silos todavía están repletos con 1.100 toneladas de grano de la cosecha del año pasado, la cual no pudo ser exportada por el cierre de los puertos. 

En este sentido, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos estimó que Ucrania terminó la temporada 2021/22 con 6,8 millones de toneladas de maíz, ocho veces más que el año anterior. En tanto, las existencias de trigo casi se cuadruplicaron a 5,8 millones, lo que da muestra de la alta cantidad de granos que aún permanecen en este país. 

En paralelo, los productores se aferran a la esperanza de que Rusia y Ucrania lleguen a un acuerdo para reanudar las exportaciones en los puertos del Mar Negro. En caso de que esta situación no se resuelva, los productores pronostican una severa crisis alimentaria y laboral en Ucrania. 

Además, la alta oferta interna de granos provocó que el precio de los cereales se desplome en Ucrania. Según la consultora APK-Inform, el precio del trigo de molienda de tercera clase se desplomó a casi 110 dólares por tonelada el 8 de julio, mientras que a mediados de abril costaba unos 259 dólares. 

Ante este panorama, lo que reciben los agricultores no alcanza a cubrir los costos de producción, y muchos se preguntan si vale la pena cosechar durante esta campaña. Al respecto, un comerciante habló con la agencia de noticias Reuters y manifestó: “El precio de todos los granos ha bajado y el costo de la logística ha subido tanto que simplemente destruye todo; el agricultor no tiene más ingresos”.

La acumulación de granos y los silos que fueron destruidos por los bombardeos rusos generan una severa crisis de almacenamiento en Ucrania. Por este motivo, son varios los productores que piensan en utilizar talleres y establos de animales para guardar lo cosechado en esta campaña. 

También se evalúa masificar el uso de silobolsas. Según el jefe del comité agrario del parlamento ucraniano, Oleksandr Haidu, el país necesitaría unas 80.000 de silos de este tipo y que la legislatura planeaba crear condiciones preferenciales para esta tecnología mediante la exención de los derechos de importación.

Desde Ucrania advirtieron que los silos podrían desbordar en octubre si no se abren las vías de exportación. Al mismo tiempo, avizoran una situación difícil en donde los productores recibirían muy poco dinero por los granos, no alcanzando a cubrir los gastos de siembra y dejando de producir durante el otoño. 

fuente: agrofynews