Acuerdo con el FMI: cómo afectaría la producción y por qué el campo lo cree necesario

La disminución del riesgo y permitir el financiamiento de exportaciones son los aspectos positivos, pero persisten dudas sobre cuál será la política cambiaria y cómo afectará al agro

Uno de los principales objetivos de la presidencia de Alberto Fernández ni bien asumió en 2019 era refinanciar la abultada deuda de casi USD 44.000 millones que hacía solo un año atrás la administración de Mauricio Macri había tomado del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero el problema no solamente es el monto del crédito al que accedió Argentina, sino que uno de los inconvenientes centrales eran los plazos de cancelación del mismo, los cuales estaban pactados para 2023. A todas luces, algo totalmente imposible para la economía nacional.

Tras dos años de arduas negociaciones, el Gobierno logró alcanzar un entendimiento o principio de acuerdo con el FMI, que si bien no es definitivo, ya que faltan pulir muchos aspectos y diseñar un plan para cumplirlos, qamén de que debe ser aprobado por el Congreso y tener el visto bueno del board del organismo internacional, muestra una suerte de hoja de ruta, algo se pedía desde diferentes sectores.

El conjunto de los sectores productivos, incluido el agropecuario y agroindustrial, entendían que se debía llegar a un acuerdo, o por lo menos, no caer en default, que en la situación de crisis de la economía argentina, con una inflación superior al 50%, una pobreza del 40%, crédito escaso y caro y una brecha cambiaria que supera en 100%, podría transformarse en un golpe muy duro de soportar. Es por eso que el viernes, desde la Sociedad Rural (SRA) hasta el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), vieron como positivo este acuerdo.

Ahora bien, ¿Cómo puede impactar la firma o no de un acuerdo entre Argentina y el FMI al sector agropecuario y agroindustrial? ¿En cuánto se podría beneficiar o perjudicar lograr la refinanciación? Si bien, en gran parte depende del plan argentino para llegar a las metas acordadas con el organismo internacional, hay ciertos aspectos en los cuales el impacto sería directo.

En diálogo con Infobae, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, explicó que la firma del acuerdo puede significar un descenso del riesgo país en primera instancia, lo que permitiría un abaratamiento en el acceso al crédito por parte de las empresas privadas, que hoy llegan a pagar 20 puntos por encima de sus competidoras en otros países.

Asimismo, Idígoras consideró “le daría al sistema financiero internacional cierta tranquilidad para que las empresas argentinas puedan prefinanciar exportaciones, pero también empezar a acceder a créditos para inversión local. Hoy en Argentina para construir una fábrica o un puerto, solo te presta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ningún banco del exterior te presta plata en este momento”.Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC. Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC.

No cerrar un acuerdo podría ser un grave problema para el sector exportador argentino, ya que la prefinanciación de exportación, mecanismo por el cual se accede a créditos para comprar y embarcar mercadería, se vería dificultada. “Un no acuerdo implicaría el encarecimiento del costo del crédito para las empresas argentinas que salgan a hacer prefinanciación de exportaciones para bancos internacionales. Cualquier exportador de los complejos agroindustriales accedieron a créditos a tasas muy altas cercanas al riesgo país que se dé en ese momento o, directamente, a la cancelación de líneas de prefinanciación de bancos del exterior. Eso a las empresas argentinas de capitales nacionales puros los ponen en una condición muy preocupante para continuar su programa de exportación que los sacaría del mercado”.

Dólar, brecha e inflación

Para el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo, más allá del efecto que pueda tener en el financiamiento del sector, también considera que la firma del acuerdo puede derivar en un plan serio para poder bajar y controlar la inflación, uno de los problemas centrales para el campo y para la economía toda.

Miazzo supone que “un acuerdo implica un plan antiinflacionario que abarque lo fiscal y monetario” y que si se aplica de manera exitosa, eso podría derivar en que se ceda el aumento del costo de vida. De lo contrario, es probable que siga “muy caliente”, lo cual “puede impactar en el sector mediante las políticas que se pueden aplicar, que es lo que vimos en estos años, como la intervención de los mercados, precios máximos”.David Miazzo. David Miazzo.

Lo mismo podría suceder con la brecha cambiaria, uno de los problemas centrales del campo argentino, que hoy se encuentra en torno al 100% y que no solamente genera una disparidad de cambios entre el dólar oficial y los paralelos, sino que también genera inflación en dólares en la estructura de costos de la actividad por el atraso cambiario, además de que funciona como una suerte de “retención encubierta” para los productores.

Un no acuerdo con falta de divisas, sin un plan económico sólido, va a seguir generando una suba importante de los dólares libres, agrandando la brecha. Eso posiblemente llevaría a que el Gobierno vaya endureciendo más el cepo importador y eso afecta de manera directa sobre la estructura de costos del sector productivo. Por ejemplo, como ya pasa, en el precio de la cubiertas y de los repuestos”, ejemplificó Miazzo.

Previsibilidad

El responsable de Macroeconomía de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Santiago Giraud, consideró que este entendimiento o un futuro cierre del acuerdo da “un poco de previsibilidad” al sector agropecuario, sobre todo en lo que concierne a que el Gobierno demostraría “una cierta hoja de ruta”.

No obstante, esta suerte de guía de los pasos por venir del Gobierno dependerá de cuál sea el plan para conseguir las metas que terminen pautándose, como por ejemplo corregir el déficit fiscal. “Va a haber una corrección fiscal gradual que después hay que ver cómo se implementa, porque si es por lado de los impuestos puede afectar al agro o a las empresas en general”.Especialistas señalaron que este entendimiento o un futuro cierre del acuerdo da “un poco de previsibilidad” al sector agropecuario. Especialistas señalaron que este entendimiento o un futuro cierre del acuerdo da “un poco de previsibilidad” al sector agropecuario.

Siguiendo con esta lógica, Giraud centró su atención en lo que pasará con la cuestión cambiaria y de las tasas de interés para financiarse localmente. En este último punto, el especialista entiende que el Gobierno podría elevar las mismas, lo que podría significar un encarecimiento de los créditos, para, por ejemplo, comprar insumos.

También consideró otra cuestión que puede afectar al sector, si bien desde el Gobierno se habló del tema cambiario, también se habló de la necesidad de acumular reservas. “Ahí hay una contradicción, porque con la política cambiaria que hubo el año pasado, las reservas bajaron, entonces, si se quiere acumular reservas no se debe mantener esa política. Por lo cual, si no hay saltos devaluatorios, como dijo el Gobierno, sino una aceleración del ritmo mensual de devaluación del peso, se puede convertir en otro factor que afecte al sector”, concluyó.

Fuente: Infobae