Un buen día para una cazuela de cordero
La cazuela de cordero es una de las preparaciones más comunes de la comida peruana y, como tal, se ha ido expandiendo a distintas partes del territorio americano en los últimos años, aunque sigue manteniendo su esencia original.
Además, una de las grandes ventajas de la cazuela de cordero es que requiere solo de 40 minutos en total para estar lista, unos 20 de preparación, y la otra mitad para la cocción, así que ninguna visita de sorpresa a mediodía o en la hora de la cena se perderá la posibilidad de degustar este manjar.
Ingredientes:
(4 personas)
- 1 kilo de carne de cordero
- 8 tazas de agua
- 1 taza de chauchas picadas
- 6 rebanadas de choclo
- 1/2 taza de zanahorias picadas
- 1/2 cogollo de apio picado
- 1 taza de arvejas hoja redonda
- 1 taza de col picada
- 1 Ají verde tostado
- 6 papas peladas
- 1/4 taza de aceite
- 2 cucharadas de cebolla picada
- 1/2 cucharada de ajo picado
- Sal y pimienta, cilantro y orégano a gusto
Preparación:
Para obtener una exquisita cazuela de cordero, lo primero que tienes que hacer es hervir en una olla grande el cordero, cortado previamente en trozos, con abundante agua, y cuando notes que está ligeramente cocido, unir a la fuente todas las demás verduras. Es importante que el cordero apenas esté cocido, porque aún le restarán varios minutos en la olla, y de lo contrario podría pasarse y quedar demasiado blando.
Por otro lado, calienta el aceite en una sartén y agrega ingredientes como, por ejemplo, los ajos, las cebollas, el orégano y el cilantro, sin dejar de lado la posibilidad de agregarle sal y pimienta según lo creas conveniente. Se formará una especie de aderezo que luego le agregaremos a los elementos principales.
Una vez que el cordero esté completamente cocido, comienza a sazonarlo con la salsa producida en el paso anterior, incorporando la misma a la cazuela, pero probándola en distintas instancias, hasta que su gusto esté realmente exquisito, como debería quedar, y previamente a dejar hervir por algunos minutos más, antes de servir bien caliente, con queso rallado encima si queremos.