EXPORTACIÓN DE CEBOLLA EN 2020

Programa de Certificación de Cebolla en Origen

A pesar de la pandemia de Covid-19, el año se presentó, para el sector cebollero, más auspicioso de lo esperado: no hubo mayores inconvenientes en los cultivos; los precios pagados en pila permitieron obtener buenas ganancias; la calidad de la cebolla fue aceptable; los galpones de empaque, salvo unos pocos días, se mantuvieron abiertos aún en la fase 1 de la cuarentena; las exportaciones fueron mucho mayores de lo previsto; y contra todos los pronósticos, hubo grandes nevadas en la naciente del río Grande, por lo que Casa de Piedra recuperará niveles apropiados para el riego en el sur bonaerense.

Según datos de Senasa, hasta el 31 de julio Argentina exportó 188.648,03 toneladas de cebolla. El 88 % fueron cargas certificadas en la Región Protegida Patagónica1, lo que totaliza 163.316,24 toneladas, siendo el tercer mayor registro de los últimos 10 años. El 90,7%, 148.215,9 ton., tuvo como destino Brasil, que es el principal comprador de nuestra cebolla. En esta región se certificaron 13.784,38 toneladas para Paraguay y se estima, según los DTV-e, que alrededor de 12.300 toneladas de cebolla producida en la RPP, se certificaron en frontera. También se exportaron a Uruguay 1315,95 toneladas, que si bien es un volumen pequeño, supera lo vendido en los últimos 6 años.

Desde 1999, el Programa de certificación de cebolla en origen, con el trabajo conjunto de Senasa y Funbapa, logró garantizar la calidad y sanidad de cebolla para exportación y la identificación correcta de su origen, al verificar el rotulado de las cargas, disminuyendo las demoras y las probabilidades de rechazo de la mercadería en frontera o puerto, aún en años con graves problemas de podredumbre. Hasta el 31 de julio, los técnicos de Funbapa, distribuidos en todas las localidades de la Región Protegida Patagónica donde se empaca cebolla, controlaron 4869 cargas (138.504 toneladas) y rechazaron 1.803 toneladas (1,3 % sobre las toneladas que certificaron) principalmente por exceso de podredumbre basal, seguido de podredumbre blanda. El porcentaje de rechazo fue mayor que en 2019, pero menor que en años anteriores, que ha llegado a superar el 8%.

Esta campaña SENASA habilitó 42 empaques para hortalizas en el sur de la provincia de Buenos Aires (36, en el partido de Villarino y 6, en el partido de Patagones) y 15 en la provincia de Río Negro. La concentración de empaques en Villarino explica que el 70 % del volumen controlado por Funbapa se haya empacado en ese partido. Sin embargo, si se analiza el origen de la cebolla, la situación cambia, ya que según los RENSPA declarados por cada carga en el sistema de Funbapa, el 51% de la cebolla exportada fue producida en el partido de Patagones; el 26%, en Villarino; y el 23%, en Río Negro.

Según datos proporcionados por SENASA, desde esta región se enviaron 286.077,354 toneladas a mercado interno, hasta fines de julio; 72,8% producidas en los partidos de Villarino y Patagones y el resto, en la provincia de Río Negro. Se comercializó a todo el país, pero el 73% se destinó a las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Formosa.

El cultivo y empaque de la cebolla dinamiza las economías regionales, genera muchos puestos de trabajo e ingresos potenciando el entramado socio económico. Desde 1998, es obligatorio que la certificación de la cebolla para exportación se realice en la zona de producción, lo que ha permitido lograr cierto orden en la actividad y sostener la reputación de la RPP como productora de cebolla de buena calidad, respetando los estándares regulatorios y, asimismo, influyó en la creación de la actual infraestructura empacadora local y en el desarrollo de actividades y servicios necesarios.

En septiembre de 2019, mediante la Resolución 35/2019 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la certificación en origen dejó de ser obligatoria y muchos advertimos sobre los potenciales efectos negativos que tendría sobre la actividad cebollera y la región en general: pérdida de fuentes laborales, al permitirse empacar nuestra cebolla en otras provincias; menor presión de control en los empaques, haciendo imposible controlar adecuadamente la calidad de la mercadería, el RENSPA y DTV-e; y la posibilidad de transacciones al margen de las reglamentaciones vigentes, generando inequidad y competencia desleal. Ante las presiones del sector, el 13 de febrero de este año, la “35” se suspendió por 120 días, tiempo en el cual se iban a reunir mesas de trabajo. Sin embargo, la pandemia impidió estos encuentros y nuevamente se prorrogó su suspensión por un año más.

A fines de marzo se firmó la Resolución 38/2020 que permite que las cargas que se destinen a Paraguay y se comercialicen por la ciudad de Clorinda puedan optar por solicitar el Certificado Fitosanitario en un puesto de frontera, lo que implica que se puede empacar en dicha localidad. Esto trajo consecuencias y comenzaron a evidenciarse modificaciones en el sector que opera en el mercado paraguayo ya que 4500 toneladas de cebolla producida en la región fueron empacadas en Clorinda (información brindada por SENASA), con la consiguiente retracción en la actividad de los empaques locales.

Esperamos que en los meses venideros, se reconozcan y valoren los beneficios de la certificación en origen para la sustentabilidad de la cadena de la cebolla en la región y la resolución 35/2019 quede definitivamente sin efecto.

1 Área al sur de la barrera zoofitosanitaria del km 714 de Senasa (Partidos bonaerenses de Villarino y Patagones y las provincias de la Patagonia)