La amenaza silenciosa de Lyme, la enfermedad que transmiten las garrapatas.

La enfermedad de Lyme, transmitida por garrapatas y en aumento es impulsada por el cambio climático. Conocida como la “enfermedad de los famosos”, su diagnóstico es un desafío para la medicina moderna.

En noviembre de 2024, el Ministerio de Salud de la República Argentina emitió una circular de vigilancia epidemiológica donde incluye a la enfermedad de Lyme como evento de notificación obligatoria.

Hay un enemigo invisible que se esconde entre el inocente césped las hierbas de un parque, que es capaz de alterar tu vida con síntomas que confunden hasta a los mejores médicos. Esa es la enfermedad de Lyme, una afección en aumento que ha captado la atención mundial, no solo por su impacto en la salud, sino porque celebridades como Justin Bieber y Bella Hadid han compartido sus luchas contra ella.

Este mal, causado por la bacteria Borrelia burgdorferi, está creciendo en incidencia, y el cambio climático podría estar agravando el problema. La enfermedad de Lyme se transmite principalmente por la picadura de garrapatas de patas negras, comunes en bosques y áreas verdes.

Esta infección, que puede causar desde erupciones cutáneas hasta fatiga crónica y dolores articulares, fue identificada por primera vez en 1975 en Lyme, un pueblo de 2000 habitantes en el estado de Connecticut (EE. UU.), y de allí su nombre.

¿Qué es la enfermedad de Lyme y cómo afecta?

La enfermedad de Lyme comienza con la picadura de una garrapata infectada, que inyecta la bacteria Borrelia burgdorferi en la piel. En sus primeras etapas, puede provocar una erupción en forma de diana (círculos concéntricos), fiebre y fatiga. Si no se trata, la infección puede extenderse al sistema nervioso, articulaciones y corazón, causando síntomas graves como dolor crónico, problemas cognitivos e incluso arritmias.

Según el Centro de Recursos de Lyme, hasta el 20 % de los casos no tratados evolucionan a una forma crónica conocida como Lyme persistente.

Su aumento está ligado a temperaturas más cálidas vinculadas al cambio climático, que permiten a las garrapatas expandirse a nuevas regiones, poniendo a más personas en riesgo, especialmente en Norteamérica y Europa. Estas garrapatas además, prosperan en áreas antes inhóspitas, como el norte de Estados Unidos y Canadá, donde las temporadas cálidas más largas les permiten reproducirse y alimentarse durante más tiempo.

Erupcion Lyme
En sus primeras etapas, la enfermedad de Lyme puede provocar una erupción en forma de diana (círculos concéntricos), fiebre y fatiga.

Este nuevo escenario climático ha disparado los casos, con estimaciones de la Universidad de Columbia que reportan más de 400,000 casos anuales solo en EE.UU. La enfermedad no discrimina, pero su impacto en áreas rurales y suburbanas, donde las garrapatas abundan, la hace una preocupación creciente para todos.

La “enfermedad de los famosos” y el desafío del diagnóstico

Lyme ha sido apodada la “enfermedad de los famosos” porque figuras públicas como Avril Lavigne, Alec Baldwin y Ben Stiller han hablado abiertamente sobre sus batallas contra ella, visibilizando su impacto. Estas historias han puesto el foco en la enfermedad, pero también han revelado un problema mayor: su diagnóstico es un rompecabezas.

Los síntomas, como fatiga, dolores musculares o confusión mental, son tan inespecíficos que a menudo se confunden con otras afecciones, como fibromialgia o esclerosis múltiple, según el Centro de Recursos de Lyme.

Las pruebas diagnósticas actuales, que buscan anticuerpos contra la bacteria, no siempre son confiables, especialmente en las primeras semanas de infección. Según reportes, hasta el 30 % de los casos iniciales pueden dar falsos negativos, dejando a pacientes sin tratamiento oportuno. Además, la falta de consenso médico sobre el Lyme crónico complica aún más el panorama, prolongando el sufrimiento de quienes enfrentan síntomas debilitantes sin respuestas claras.

Garrapata Lyme
Los antibióticos son el único tratamiento comprobado para combatir la enfermedad de Lyme. Otros tratamientos no han demostrado tener resultado o no han sido probados.

Los antibióticos sirven para tratar la enfermedad de Lyme. En la mayoría de los casos, cuanto antes comience el tratamiento, más rápida y completa será la recuperación.

En síntesis, la enfermedad de Lyme es una amenaza silenciosa que combina un aumento alarmante con un diagnóstico esquivo. Su relación con el cambio climático y su impacto en celebridades y ciudadanos comunes subrayan la urgencia de mejorar las pruebas y tratamientos.

Este mal nos recuerda que, en un mundo cambiante, la ciencia debe actuar rápido para proteger nuestra salud frente a enemigos invisibles que acechan en la naturaleza.

FUENTE: METEORED – Por Mauricio Saldivar