Normas revisadas: fortalecer las acciones para contener la resistencia a los antimicrobianos.
Las normas de la OMSA (Organización Mundial de Sanidad Animal) sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM) son esenciales para hacer frente a los desafíos actuales relacionados con esta amenaza cada vez más urgente. La complejidad de la cuestión requiere la implementación a escala mundial del concepto «Una sola salud». Por lo tanto, se ha ampliado el ámbito de implementación de las normas sobre la RAM de modo que se pueda incluir a los animales de compañía, se considere la protección del medio ambiente y se actualicen las recomendaciones de la lista de agentes antimicrobianos de importancia veterinaria.
Si bien, en los últimos años, el uso de antimicrobianos permitió alcanzar grandes logros en materia de salud mundial, la generalización del uso indebido de los antimicrobianos en las personas, los animales y las plantas está contribuyendo de manera drástica a la emergencia y la propagación de patógenos resistentes. Esto supone una amenaza tanto para la salud humana como para la sanidad animal, con importantes repercusiones sobre nuestros ecosistemas interconectados. La RAM ha desencadenado una crisis mundial sin precedentes y, ahora más que nunca, es urgente abordar este reto de carácter intersectorial.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) está comprometida con la protección de la sanidad y el bienestar de los animales, lo que incluye el establecimiento de normas sobre la RAM específicas para el sector. Nuestras normas y directrices brindan un marco para la implementación de la vigilancia del uso de antimicrobianos y de la RAM, al tiempo que promueven el uso responsable de los productos antimicrobianos en los animales.
Cada año, en la Sesión General, las Normas Internacionales de la OMSA se someten a un proceso de revisión a raíz de las necesidades específicas planteadas principalmente por sus 183 Miembros. Esta revisión, que abarca actualizaciones de distinta naturaleza, refleja el trabajo de la Organización a la hora de tratar cuestiones complejas, crear consenso entre los Miembros y encontrar soluciones actualizadas basadas en la ciencia y diseñadas para beneficiar tanto a la sanidad animal como a la salud humana.
La revisión de la normativa sobre la RAM (Capítulo 6.10) durante la 91.ª Sesión General fue impulsada por las Comisiones Especializadas de la OMSA, con el apoyo del Grupo de Trabajo sobre la RAM. Abarca tres aspectos principales: la ampliación del ámbito de implementación de las normas para incluir a los animales de compañía, la consideración de la protección del medio ambiente y la actualización de las recomendaciones de la lista de antimicrobianos de importancia veterinaria de la OMSA.
Estos cambios se basan en el aumento de las necesidades de un mundo cada vez más interconectado.
En primer lugar, la dimensión medioambiental de la RAM suele relegarse a un segundo plano cuando se estudia el uso de antimicrobianos y la RAM en los animales. Por eso, las enmiendas introducidas este año en el Capítulo 6.10 reflejan la necesidad de un enfoque «Una sola salud» a la hora de abordar la RAM. De hecho, resulta esencial considerar el posible impacto medioambiental del uso de antimicrobianos en los animales. Ya sea de forma cualitativa o cuantitativa, la industria farmacéutica deberá realizar una evaluación del riesgo medioambiental a la hora de presentar una solicitud de aprobación reglamentaria de los medicamentos veterinarios con agentes antimicrobianos. Además, los fabricantes deberán proporcionar instrucciones que garanticen la eliminación segura de los productos médicos veterinarios no utilizados o vencidos, con el fin de evitar una contaminación medioambiental.
En un mundo con más de mil millones de animales de compañía, los hábitos de los propietarios de estos animales en las economías emergentes están en plena evolución, lo que genera una interacción más cercana entre los animales de compañía y las personas. Además, existen cada vez más evidencias en la literatura sobre la transferencia bidireccional de patógenos resistentes, debido al contacto cercano o al hecho de compartir un entorno contaminado. Esta situación generó la urgencia de una revisión de las normas de la OMSA con el fin de sensibilizar a los Miembros sobre la necesidad de ampliar sus actividades para promover el uso responsable de los antimicrobianos en los animales de compañía y, además, tener en cuenta a estas especies a la hora de notificar los datos sobre el uso de antimicrobianos en ANIMUSE. Igualmente, es de vital importancia sensibilizar a los propietarios de animales de compañía en torno a los riesgos y las buenas prácticas, en estrecha colaboración con la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA) .
Por último, pero no por ello menos importante, la Organización ofrece recomendaciones específicas sobre el uso en medicina veterinaria de los agentes antimicrobianos considerados de importancia crítica para la sanidad animal y la salud humana. Como parte de este esfuerzo continuo, se actualizó la Lista de agentes antimicrobianos de importancia veterinaria de la OMSA, con el fin de armonizarla con los últimos cambios introducidos en los criterios de categorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De este modo, los derivados del ácido fosfónico ahora se consideran antimicrobianos de importancia crítica, junto con la colistina, las fluoroquinolonas y las cefalosporinas de tercera y cuarta generación.
La totalidad de los cambios introducidos este año en las normas sobre la RAM tiene la voluntad de crear un proceso que permita el uso responsable de los antimicrobianos en diferentes contextos y entornos de la sanidad animal.
Se trata de un paso importante en la lucha contra la amenaza mortal que representa la RAM.
Durante muchos años, ha existido un interés considerable en el uso apropiado y la administración correcta de antimicrobianos dentro de la comunidad de los animales de compañía en todo el mundo. Es crucial alinear este interés con las normas y acciones mundiales de la OMSA, con el fin de liberar el potencial del concepto ‘Una sola salud’.Stephen Page, miembro del Grupo de Trabajo sobre la RAM.
«Al finalizar esta adopción unánime, me gustaría felicitarlos por su compromiso con el concepto de «Una sola salud». Sabemos que la resistencia a los antimicrobianos es un reto intersectorial, y estamos orgullosos de seguir avanzando en el sector de la sanidad animal mediante la adopción de estas normas actualizadas» concluyó la Directora General de la OMSA, Dra. Monique Eloit.
FUENTE: OMSA Organización Mundial de Sanidad Animal