Las zonas adónde se expandió la plaga que consume al maíz.
La preocupación de los productores por el intenso avance de la plaga que consume al maíz cada vez es mayor. De acuerdo el Panorama Agrícola Semanal (PAS) nuevamente se reduce la producción y la condición del cultivo, que oscila entre normal y excelente, disminuye en un 8% durante la última semana debido a la incidencia de enfermedades transmitidas por la chicharrita y se ajusta la estimación de producción a 52 millones de toneladas.
En el norte del país y en partes de las provincias de Córdoba y Santa Fe se preven perdidas importantes y, como si fuera poco, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que ya se perdieron alrededor de 2,5 millones de toneladas, lo que equivale al 5% de la cosecha proyectada.
Las zonas donde se expandió la chicharrita
Las áreas más afectadas son la provincia de Tucumán, el norte de Córdoba y el norte y sur de Santa Fe, donde los cultivos de maíz tardío se ven particularmente afectados.
Muchos productores, ante las pérdidas inevitables, optan por picar el maíz y destinarlo a forraje, ingresando los animales al campo. Sin embargo, desde el punto de vista económico, es necesario evaluar esta decisión, ya que el valor del maíz reside en el grano para cereal.
Bajo ese panorama, desde Coninagro brindaron una serie de testimonios respecto a la plaga que consume al maíz. Según el ingeniero agrícola Néstor Urretabizkaya, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, factores como las altas temperaturas y las abundantes lluvias han contribuido a su proliferación.
“Dalbulus maidis tiene en el norte de nuestro país hasta cinco generaciones anuales, siempre asociado a cultivos de gramíneas, pero donde mayor impacto causa estragos en el cultivo de maíz”, dice Urretabizkaya.
“Podemos adjudicárselo a las altas temperaturas que hubo durante el verano y luego a las abundantes lluvias, pero también hay que analizar las distintas fechas de siembra, que se están dando con el maíz, con lo cual hay oferta ampliada, hay maíces de fechas tempranas, de fechas tardías, de primera y de segunda”, agrega.
Por su parte, el ingeniero agrónomo Gastón Bellotti, coordinador comercial de la Cooperativa Santa Rosa en San Guillermo, Santa Fe, reporta importantes daños en los lotes, con pérdidas que pueden llegar hasta el 100%. La chicharrita, además de transmitir enfermedades, provoca síntomas como el achaparramiento y el acortamiento entre nudos en las plantas.
“Se genera también otros síntomas como el achaparramiento, el acortamiento entre nudos, el rayado en las hojas, pero bueno, esos ya son otros síntomas. Y lo más importante es que genera pérdida de hasta el 70% del rendimiento. Y este año se vio potenciado por la seca. En los lotes donde tuvieron algún estrés hídrico, la verdad que el daño fue catastrófico, con pérdida de hasta el 100%. Así sea porque realmente no sacaron nada o las espigas totalmente vanas o puede ser que dejó una planta muy débil y ante algún pequeño viento lo que hace es que se tumba la planta”, dice el experto.
Chicharrita: consejos para los productores
Dalbulus maidis completa su ciclo vital entre la primavera y el verano, y durante el invierno, sobrevive en plantas silvestres y en cultivos invernales como avena, cebada, trigo y centeno, pero solo para pasar esta estación en estado latente. Hasta el momento, no se han observado síntomas de la enfermedad que se transmite en estos cultivos, lo que brinda cierta tranquilidad.
El ingeniero agrónomo Urretabizkaya recomienda a los productores estar alerta y monitorear cuidadosamente durante todo el invierno la presencia de la chicharrita en las plantas hospederas. Además, enfatiza la necesidad de realizar un tratamiento de semillas en todos los cultivos de maíz que se vayan a sembrar el próximo año. Este tratamiento debe utilizar insecticidas sistémicos, que permiten la movilidad en la plántula desde la semilla y proporcionan cierta residualidad. Entre los productos recomendados se encuentran los neonicotinoides, que garantizan protección en los primeros 15 a 30 días de la plántula.
Es importante tener en cuenta que no existen productos registrados específicamente para controlar la enfermedad transmitida por la chicharrita. Por lo tanto, es fundamental trabajar en el control del insecto vector, realizar un monitoreo constante y aplicar fitosanitarios según sea necesario.
Urretabizkaya insiste en la importancia de no dejar de monitorear el cultivo de maíz en las primeras etapas, al menos hasta la segunda o la cuarta hoja, para descartar la presencia de la chicharrita. Estas son algunas sugerencias clave para la próxima campaña agrícola.
FUENTE. Agrofynews