El precio de la hacienda esta en un subibaja, ¿que pasa en la carnicería?
Miguel Gorelik analiza los datos semana a semana del traspaso al público de las cotizaciones en Cañuelas y cómo se fue modificando el margen de los operadores comerciales. “A mediados de septiembre los carniceros habían recuperado el resultado que tenían antes del aumento de fin de julio”, afirma.
Desde la última semana de julio se produjo un aumento muy marcado en el precio de la hacienda, que llegó a un pico a mediados de agosto y después se derrumbó, perdiendo la mitad de su avance en pesos nominales (el 90% en valores deflacionados).
Como sucede con estos raids de precios de la hacienda, las carnicerías fueron volcando al mostrador los aumentos en forma más acotada, hasta que finalmente superan el ritmo.
El cuadro siguiente muestra el incremento semanal de los animales dirigidos al consumo en Cañuelas (novillos, novillitos y vaquillonas) y el impacto, en la semana siguiente, en el mostrador.
Ahí se ve que en las primeras tres semanas el minorista sólo pudo repasar una parte menor de los aumentos, hasta que en la cuarta semana aplicó un salto mayor y que, con el renovado aumento en la quinta semana del fenómeno (la tercera de agosto) también volvió a quedarse corto.
Finalmente, en las tres últimas semanas en que el precio del ganado retrocedió, la carnicería no lo imitó.
En el gráfico que sigue se ve este proceso con los aumentos acumulados en el mismo período.
Acá se ve más claro que, en los primeros momentos, los carniceros quedan retrasados con respecto a la hacienda pero que cuando ésta retrocede, empiezan a recuperar márgenes.
Esto da la razón, al menos en esta oportunidad, a quienes piensan que las carnicerías no bajan de precio (esto no siempre es cierto, pero no es la oportunidad para iniciar el debate).
Pero también es justo aclarar que, en este caso, no lo bajaron porque antes no lo habían subido tanto.
En consecuencia, a mediados de septiembre los carniceros habían recuperado el margen que tenían antes del aumento de fin de julio, pero en el camino tuvieron que ver sus márgenes contraerse temporalmente durante varias semanas.
Este comportamiento es bastante típico en las variaciones fuertes en el precio de la hacienda. Los nuevos valores tardan en llegar al público. Como sabemos que este mercado funciona muy parecido a lo que los libros de texto denominan como competencia perfecta, donde nadie puede ejercer presión sobre los precios, en un sentido o en otro, podríamos concluir que el sistema comercial (frigoríficos consumeros, matarifes y carniceros) funciona como amortiguador ante cambios bruscos en los valores.
También es cierto que, en épocas de deterioro del precio de la hacienda, en términos nominales o reales, el sector comercial va formando un “colchón” en su margen, que le servirá cuando cambie la situación.
Fuente: Valorcarne