Ganadería regenerativa: cómo es el sistema de producción sustentable que el ministro de Agricultura mostró al Director General de la FAO
El mismo se desarrolla en un campo de la localidad bonaerense de Pipinas. Aseguran que otorga ventajas en términos sociales, económicos, y ambientales. Domínguez volvió a destacar el rol de los productores, y dijo que son parte de la solución para mitigar el cambio climático
Ayer el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, recorrió junto al Director General de la FAO, QU Dongyu, la Estancia Genética del Este “La Emma”, en la localidad bonaerense de Pipinas. En la misma se desarrolla un sistema de ganadería regenerativa, que tiene como objetivo transformar la actividad en más sustentable y cuidando el medio ambiente. Además lo definen como una gran herramienta para enfrentar el cambio climático.
El encuentro fue en las primeras horas de la tarde, tras la reunión que el referente de la FAO mantuvo con el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos. El funcionario visitante fue agasajado con un almuerzo del que participaron integrantes del gabinete nacional y del ministerio de Agricultura, representantes de la Mesa de Enlace y de sectores de la cadena de ganados y carnes, y autoridades provinciales y locales.
Todo comenzó a gestarse a partir de una sugerencia del presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, al ministro de Agricultura para que se realice un recorrido por el mencionado establecimiento rural. En varios tramos de la conferencia de prensa que brindó, el titular de la cartera agropecuaria agradeció dicho gesto del dirigente agropecuario.
“Desde el ministerio promovemos una nueva cultura de producir en la Argentina que sea una forma que le pertenezca a los productores, porque queremos salir al mundo para garantizar la trazabilidad y el cuidado del medio ambiente”
El almuerzo de campo consistió de una entrada de chorizo, morcilla y salchicha parrillera; un planto principal de asado, lechón y chivo, con variedad de ensaladas, y de postre se sirvió dulce de membrillo o batata con queso, y pastelitos. Además, a lo largo del agasajo, los presentes disfrutaron de un espectáculo de tango, ya que el Director de la FAO manifestó su admiración por el recordado Astor Piazzolla.
“Desde el ministerio promovemos una nueva cultura de producir en la Argentina que sea una forma que le pertenezca a los productores, porque queremos salir al mundo para garantizar la trazabilidad y el cuidado del medio ambiente”, dijo Julián Domínguez en rueda de prensa, antes del inicio del recorrido por el establecimiento rural, donde a pesar de los actuales cruces con el campo por el tema retenciones e intervención en los mercados, volvió a destacar el rol del productor: “Nosotros potenciamos y replicamos la tarea de los productores argentinos y construimos políticas de Estado que permanezcan en el tiempo”, expresó.
El funcionario, el jueves pasado, había mostrado la misma firmeza en sus expresiones en la 37° Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, realizada en Quito, Ecuador, donde aseguró que el modo de producción ganadera de la Argentina no es la causa de los problemas del calentamiento global sino parte de la solución. “El modo de producir de la Argentina es parte de la solución a los problemas globales”, señaló el titular de la cartera agropecuaria.
¿Qué quiso decir el ministro en Ecuador? Que la Argentina explica menos del 1% de las emisiones de Gases de efecto invernadero (GEI) pero al mismo tiempo tiene una incidencia altísima en la seguridad alimentaria mundial, como gran productor y exportador de alimentos elaborados de forma sostenible. Desde la visión de la ganadería local, las emisiones de carbono del sector son neutras o incluso podrían ser positivas, pues el metano que emiten los vacunos es compensado con el carbono que capturan los pastizales nativos. A lo largo de su vida, un bovino consume un 90% de pastos y solo 10% de granos, según cálculos del INTA.El ministro Domínguez y el ministro de la FAO junto a los representantes de la dirigencia del campo, que integran la Mesa de Enlace, y el propietario del establecimiento rural “La Emma”. Fue ayer en Pipinas.
Ayer en el campo de Pipinas, también estuvo el embajador Carlos Cherniak, quien representa a la Argentina en el subcomité de ganadería en la FAO, que pro primera vez en 70 años logró conformarse. “En estos dos años, vamos a proponer un sistema de producción y alimentación que sea sustentable y que tenga trazabilidad. Argentina está defendiendo a nivel global a nuestros productores, porque somos sostenibles en forma integral y esto significa económica, social y ambientalmente”, señaló.
A todo esto hay que agregar, que desde hace tiempo la Argentina y otros países ganaderos de la región intentan dar esta discusión en todos los foros globales posibles. En el caso de nuestro país, tendrá ahora la misión de conducir la comisión de ganadería de la FAO, y desde allí podrá buscar sustento a esta posición antagónica con la de quienes responsabilizan a la producción animal de todos los males ambientales.
Ganadería regenerativa
En el establecimiento “La Emma”, la ganadería generativa es un proceso que se realiza en conjunto con el ministerio de Agricultura y e Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y se ha transformado en la Argentina en un nuevo paradigma. El mismo se basa en el manejo holístico, que permite resolver la gestión de un desarrollo ganadero de manera integral, ya que atiende de manera simultánea el aspecto social, ambiental y económico. “De esta forma, coloca a los productores como parte de la solución al cambio climático”, sostienen desde el ministerio de Agricultura.
La Ganadería regenerativa convierte a los pastizales en elementos de captura de toneladas de CO2 atmosférico. Así, este nuevo paradigma que impulsa la Argentina establece una alianza entre la producción, el cuidado del medio ambiente y la rentabilidad y genera un círculo virtuoso de regeneración de pastizales, de cuidado de los suelos, captura de carbono, de incremento de la productividad y potencia la actividad económica.
Las autoridades sostienen que el sistema tiene un triple impacto positivo: a) en términos sociales, mejora la calidad de la vida rural, promueve una alimentación sana y desarrolla capacidades; b) en lo económico, genera mayor productividad, la reactivación de la industria, menor utilización de insumos y nuevas vías de comercialización; y c) promueve mayor biodiversidad, mayor captura de CO2 atmosférico; suelos resientes y mitigación del cambio climático.Alberto Fernández junto al Director de la FAO.
Por su parte, el titular del campo, Ezequiel Sack, comentó que, “esta forma de producir es una herramienta de manejo responsable que promueve los sistemas de producción amigables con el medio ambiente y formando suelo. Lo que hacemos acá es medir el funcionamiento de los pastizales, se planifica el uso de la tierra en base a las estaciones del año y a la oferta de pasto y a las necesidades de los animales, y se respetan tiempos de ocupación y descanso. Con todo esto estamos formando suelo. Al mundo lo podemos nutrir, porque vamos a producir más alimentos, y además vamos a salvarlo porque el tipo de manejo es mitigar el cambio climático”.
Además, precisó que este “es un modelo que no solamente es liderado por los productores, sino también por los consumidores. Estamos siendo traccionados por la demanda. Hoy en día los consumidores quieren saber qué come, qué pasa con el suelo, cómo se tratan a los animales, qué está pasando con el manejo. Y todo permite facilitar el proceso de comercialización”.
Por último, el ministro Domínguez señaló que el sistema que se está implementando en el campo de Pipinas, es una prueba piloto, y se está analizando declararlo de interés nacional, y adoptarlo como el modelo de producción a seguir en el mediano y largo plazo, en el marco del Plan Ganadero que se lanzó meses atrás, y también avanzar en la propuesta de certificación de calidad ambiental de la producción ganadera.
Fuente: Infobae