La planta perfecta para sembrar en diciembre y llenar el verano de flores y mariposas

Una flor rápida y resistente que aprovecha el calor de diciembre para crecer con fuerza y llenar el jardín de color durante todo el verano.

Una planta ideal para lograr canteros vibrantes sin grandes cuidados.

Para quienes sienten que el año se les escapó sin plantar nada, diciembre ofrece una segunda oportunidad. El jardín todavía puede llenarse de color para el verano, y pocas especies lo logran con tanta energía como la zinnia, una flor que responde al calor con un despliegue luminoso y persistente.

Originaria de América, la zinnia ganó fama por un combo ideal: rapidez de crecimiento, tolerancia al calor y una paleta que va del rojo al violeta, pasando por naranjas, que parecen sacados de un atardecer de enero.

Muchos la consideran la reina estival por su constancia. En cuanto prende sus primeras hojas, la zinnia acelera. El clima de diciembre le da el combustible que necesita: un sol que potencia sus pigmentos naturales y que la ayuda a crecer rápido y florecer sin pausa hasta principios del otoño.

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La Zinnia, una aliada perfecta para jardines y macetas con mucho sol.

Desde que la sembrás hasta que ofrece la primera flor, suelen pasar entre 45 y 60 días, según el clima y el riego. En pocas semanas ya muestra tallos firmes y hojas sanas, y para mediados del verano se encuentra en su mejor momento.

En condiciones ideales crece entre medio metro y casi un metro, siempre con un porte firme que sostiene bien sus flores grandes. Algunas variedades enanas rondan los 25 centímetros.

Su ciclo de vida es anual: se siembra, crece, florece y muere en un mismo año. Pero deja semillas que podés guardar o dejar en el suelo para que el viento haga lo suyo.

Cómo sembrarla en casa

Elegí el lugar: la zinnia ama el sol directo. Se desarrolla mejor con 6 a 8 horas de luz fuerte al día. Balcones, terrazas, canteros, huertas… cualquier espacio luminoso sirve.

Prepará el sustrato: no es exigente, pero necesita drenaje. Una mezcla de tierra común, compost y un toque de perlita suele funcionar muy bien. En la tierra, colocá una o dos semillas por punto, a 1 cm de profundidad. Cubrí apenas y regá con suavidad.

Durante los primeros días mantené la tierra húmeda hasta que aparezcan los brotes. Después, bajá la frecuencia del riego. Prefiere que el suelo se seque un poco entre una y otra vez.

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Flores que suman energía y variedad a patios, balcones y terrazas.

Espaciamiento: si varias nacieron juntas, dejá solo la más fuerte. Necesita 20 a 30 cm a cada lado para formar flores grandes y sanas. Evitá que quede demasiado apretada con otras plantas. Lo suyo es lucirse.

Riego moderado: el exceso de agua la perjudica. En verano funciona mejor un riego profundo cada dos o tres días, según la zona.

Poda de flores secas: cortar las que ya cumplieron su ciclo estimula nuevas floraciones.

Colores que atraen vida

La zinnia no solo embellece. También atrae mariposas, abejas y otros polinizadores que revitalizan el jardín. En un verano donde muchas especies sufren las altas temperaturas, esta planta ofrece alimento y refugio sin pedir demasiado a cambio.

Si buscás una flor que no se acobarde con el calor del verano, la zinnia aparece como candidata ideal. Se adapta a jardines amplios, pero también funciona en macetas grandes, donde mantiene su estilo alegre y su ritmo acelerado.

Sembrarla en diciembre significa asegurar un verano luminoso, colorido y con una planta que contagia vitalidad.

FUENTE: METEORED – Por Mariela de Diego