Pautas para mantener la precisión del guiado satelital, ante variaciones solares

Una tormenta solar es una liberación de energía del Sol que puede alterar el campo magnético terrestre y afectar la señal de satélites y comunicaciones que utilizan las maquinarias agrícolas y drones. Ante el incremento de ocurrencia estimado para 2025 y 2026, especialistas del INTA recomiendan anticiparse, monitorear las variaciones del índice Kp y mantener actualizados los equipos para reducir el impacto.

Las tormentas solares son explosiones de energía del Sol que pueden alterar el campo magnético terrestre y provocar fluctuaciones en las señales de satélites, la electrónica, la comunicación y los sistemas de guiado automático. Suelen intensificarse cada 11 años, y se espera que entre 2025 y 2026 alcancen uno de sus máximos, con posibles efectos sobre la precisión de la tecnología satelital.

Ante este escenario, un equipo de especialistas del INTA Manfredi, Córdoba, analizan cómo la actividad solar puede influir en la precisión de los equipos, con el objetivo de ofrecer recomendaciones que fortalezcan el desempeño de la maquinaria agrícola.

“Durante 2025 y 2026 esperamos un incremento en los fenómenos de cintilación ionosférica, un efecto natural que puede generar pequeñas fluctuaciones en las señales satelitales”, explicó Diego Villarroel, especialista del INTA Manfredi. “Nuestro trabajo busca que los productores comprendan este fenómeno y dispongan de información confiable para anticiparse, planificar y sostener la eficiencia de sus labores”.

El avance del piloto automático representó un punto de inflexión en la historia de la mecanización agrícola. En pulverización, significó pasar del banderillero satelital a un sistema de guiado más preciso, con control individual de picos en el botalón y ahorro de insumos en las zonas de solapamiento. En cosecha, permitió mantener un ancho de labor constante y generar mapas de rendimiento de más calidad. En siembra, reemplazó los tradicionales marcadores por guiado con corrección diferencial.

“Hoy, el tipo de señal correctora es un factor decisivo”, señaló Villarroel. Cada labor, ya sea siembra, fertilización, pulverización o cosecha, requiere un nivel de precisión distinto, y elegir la señal adecuada es clave para optimizar resultados. En cultivos de alto valor como maíz, papa o maní, el especialista recomendó invertir en señales de alta calidad, capaces de ofrecer precisiones del orden de los dos centímetros.

A su vez, Villaroel destacó que la disponibilidad de sistemas satelitales se amplió de manera significativa en los últimos años. “A los tradicionales GPS de Estados Unidos se suman Glonass de Rusia, Galileo de la Unión Europea y BeiDou de China. Esa multiplicidad de fuentes mejora la estabilidad, la precisión y la rapidez con que los equipos logran una señal confiable”.

Y reconoció que, a medida que la tecnología avanza, también lo hace la capacidad de monitorear las condiciones que podrían afectar su funcionamiento. Entre los parámetros más relevantes, Villarroel se refirió al índice Kp, una escala que mide la perturbación geomagnética y permite anticipar posibles fluctuaciones de señal.

“El índice Kp varía entre 0 y 9, y cuando se encuentra entre 1 y 4 las condiciones son óptimas para el trabajo con piloto automático o drones. Valores más altos pueden indicar momentos de mayor inestabilidad, por eso recomendamos revisar las aplicaciones o plataformas que informan estos datos en tiempo real”, subrayó el especialista del INTA.

“Aunque no se pueden evitar los fenómenos solares, —reconoció Villarroel— sí es posible minimizar sus efectos mediante la actualización tecnológica y la buena práctica operativa”. En esta línea, consideró “fundamental” mantener actualizados los receptores, monitores y softwares. “Las versiones más recientes mejoran la convergencia de la señal, es decir, la velocidad con que el sistema recupera la precisión después de una interrupción. Eso se traduce en mayor confiabilidad y eficiencia en el campo”, aseguró.

En cuanto al acceso a la información sobre la actividad solar y el índice Kp, explicó que está disponible en múltiples plataformas y que su uso puede ser una herramienta sencilla pero valiosa para la planificación diaria. “Monitorear la estabilidad de la señal antes de iniciar las labores es una práctica que puede evitar errores y ahorrar tiempo. La prevención y el mantenimiento son los mejores aliados para aprovechar al máximo la tecnología de precisión”, afirmó Villarroel.

“Nuestro objetivo es fortalecer la toma de decisiones. Entender cómo influyen estos factores y cómo prepararse frente a ellos permite mantener la eficiencia operativa, incluso cuando las condiciones naturales plantean nuevos desafíos”, concluyó.

FUENTE: INTA Informa