Albahaca, orégano y cilantro: consejos para cultivarlas sin que se quemen con el sol
El sol fuerte del verano argentino puede dañar las hojas de las aromáticas más populares. Cómo protegerlas y lograr que crezcan sanas y perfumadas en cualquier región del país.

Tener hierbas frescas en casa es uno de los mayores placeres del verano, pero también un desafío. En muchas regiones de Argentina, el sol intenso y las altas temperaturas pueden quemar las hojas más tiernas o hacer que las plantas pierdan vigor.
Las aromáticas como la albahaca, el orégano y el cilantro, tan presentes en la cocina diaria, suelen ser las primeras en resentirse si no se las protege correctamente.
Los especialistas en huerta urbana explican que el problema no es solo la radiación directa. Cuando las macetas son pequeñas o están sobre superficies calientes, el sustrato puede superar los 45 °C y dañar las raíces.
El resultado es el mismo que una falta de agua: hojas marchitas, bordes secos y tallos débiles. El secreto está en regular la exposición solar, elegir bien el tipo de recipiente y mantener un equilibrio de humedad.
Albahaca: aroma que pide sombra suave
La albahaca (Ocimum basilicum) necesita mucha luz, pero no tolera el sol más duro del mediodía. En regiones cálidas del norte o centro del país, se adapta mejor si recibe sol de mañana y sombra parcial por la tarde.
En el sur, donde las temperaturas son más suaves, puede disfrutar de más horas de sol directo sin sufrir estrés térmico.
Esta especie también exige un sustrato húmedo y bien drenado. Si la tierra se seca por completo o se calienta en exceso, las hojas pierden su brillo y se vuelven quebradizas.

Mantenerla en macetas de buen tamaño y regar a primera hora del día ayuda a conservarla fresca. Un detalle importante: cortar las flores apenas aparecen estimula nuevos brotes y prolonga su vida útil.
Orégano: resistente, pero con límites
El orégano (Origanum vulgare) es más resistente y amante del sol. Prefiere ambientes secos y aireados, ideales en provincias del centro y oeste del país.
Cuanto más sol recibe, más intensos son su sabor y su aroma, aunque siempre necesita un sustrato liviano y buen drenaje.
En climas húmedos o lluviosos, conviene reducir los riegos y elevar la maceta para evitar encharcamientos. Aunque soporta el calor, puede resentirse si la tierra se mantiene caliente por mucho tiempo, por lo que resulta útil proteger la base del sol directo o elegir recipientes de colores claros.
Cilantro: luz, sí; fuego, no
El cilantro (Coriandrum sativum) es la más delicada de las tres. Le gusta la luz brillante, pero no el sol pleno de la tarde, sobre todo en el norte y litoral argentino. En esas regiones crece mejor en lugares con luz filtrada o bajo media sombra, mientras que en zonas más templadas puede recibir sol directo durante parte del día.

Un exceso de calor puede adelantar su floración y reducir el tiempo de cosecha. Mantener el sustrato fresco, con riegos frecuentes pero sin encharcar, es la mejor estrategia para prolongar su ciclo.
Cómo protegerlas del calor
Durante los meses más calurosos, lo ideal es acostumbrar gradualmente las plantas a la exposición solar. Si pasan del interior al exterior, deben hacerlo de forma progresiva, aumentando las horas de sol día a día.
Por eso es importante tener en cuenta estos consejos -según la estación del año- que compartimos a continuación.
| Estación | Albahaca | Orégano | Cilantro |
|---|---|---|---|
| Primavera | Inicio de siembra o trasplante. Mucha luz, riego frecuente. | Crecimiento activo, sol pleno. | Germina rápido con temperaturas templadas. |
| Verano | Proteger del sol fuerte. Riego diario si hace mucho calor. | Plena producción, soporta sol directo. | Prefiere semisombra, mantener humedad constante. |
| Otoño | Puede mantenerse en interiores. | Se poda y rebrota. | Tiende a florecer, buena época para recolectar semillas. |
| Invierno | Sensible al frío, proteger del viento. | Resiste bien el clima seco. | Detiene su crecimiento en regiones frías |
| También es fundamental que el recipiente sea adecuado y recordar que las macetas pequeñas o de color oscuro concentran más calor. | |||
Colocarlas sobre superficies ventiladas o sobre bandejas con agua ayuda a bajar la temperatura del sustrato sin afectar las raíces. Una malla de sombreo ligera o una cortina translúcida pueden marcar la diferencia entre una planta verde y otra quemada.
Un rincón aromático para todo el año
Cultivar estas tres especies no solo aporta sabor a la cocina, sino también bienestar y conexión con la naturaleza. Con simples ajustes —algo de sombra, un riego equilibrado y macetas adecuadas—, la albahaca, el orégano y el cilantro pueden crecer vigorosos en cualquier punto del país.
Cuidarlas del sol no significa privarlas de luz. Lo importante es ofrecerles el ambiente justo para que expresen todo su aroma y color.
FUENTE: METEORED

