Manchas marrones en el pasto: cómo identificar la causa y devolverle la vida a tu jardín
Las manchas marrones en el césped no son solo un problema estético, sino que suelen revelar plagas, hongos o errores de mantenimiento. Detectarlas a tiempo y aplicar los cuidados adecuados es clave para recuperar el verdor del jardín.

Un césped verde y uniforme es el sueño de cualquier amante de la jardinería. Sin embargo, las manchas marrones pueden arruinar rápidamente su aspecto. Más allá de lo visual, estas zonas secas suelen ser señal de problemas que conviene atender a tiempo.
Plagas, hongos, enfermedades o daños mecánicos son las causas más comunes, y detectarlas a tiempo es clave para evitar que se extiendan y se conviertan en un problema difícil de revertir.
Uno de los primeros aspectos a considerar es el corte. Las cuchillas de la cortadora de césped desgastadas o desafiladas no cortan de manera limpia, sino que rasgan la hierba y la dejan vulnerable a infecciones y al estrés ambiental.

Para que no suceda esto, es importante mantener las cuchillas afiladas. Limarlas o afilarlas con guantes de protección y herramientas adecuadas ayuda a asegurar un corte uniforme que favorezca la regeneración del pasto y evite la aparición de puntas secas que se vuelven marrones.
Las plagas son otro factor decisivo. Larvas, chinches y otros insectos se alimentan del césped, y dañan desde las raíces hasta las hojas. Un césped afectado puede sentirse esponjoso al tacto y levantarse con facilidad. Para combatir estas amenazas, se recomienda usar insecticidas naturales que no afecten a mascotas ni al resto del jardín.
Por ejemplo, el aceite de Neem actúa como repelente para diversos insectos, mientras que ciertos hongos beneficiosos pueden eliminar larvas dañinas. En estos casos, para acertar en el producto y la dosis, lo más recomendable es consultar con un especialista en mantenimiento de parques y jardines.

El riego también juega un papel crucial. La exposición a la orina de mascotas o el exceso de sal para derretir nieve durante el invierno pueden deshidratar el pasto y generar zonas marrones. Un riego abundante ayuda a diluir estas sustancias, a recuperar la humedad en el suelo, y a fomentar la regeneración del césped.
Si hay mascotas en casa, es recomendable crear espacios específicos para que hagan sus necesidades y asegurarse de que el agua llegue de manera uniforme a todas las áreas afectadas del jardín.
La aireación es otra técnica clave para mantener un césped saludable. La tierra compacta dificulta la absorción de agua y nutrientes, y favorece la proliferación de plagas y hongos. Conviene pasar un aireador perpendicularmente sobre todo el jardín. Esto facilitará la penetración de agua y de los fertilizantes, lo que mejorará el crecimiento del pasto. Esto también ayuda a prevenir la formación de nuevas manchas marrones.
De nuevo al pasto verde
La resiembra y fertilización permiten rellenar las manchas marrones y asegurar un césped uniforme. Rastrillar ligeramente el terreno antes de sembrar nuevas semillas y aplicar un fertilizante de inicio ayuda a que el césped crezca vigoroso.
Conviene fertilizar de tres a cuatro veces al año y utilizar un esparcidor para cubrir de manera uniforme. Además, mantener un calendario de observación periódica permite detectar problemas antes de que se extiendan, desde hongos hasta señales de déficit de nutrientes.

Más allá del valor estético, un césped saludable tiene un impacto ecológico positivo: mejora la retención de agua, reduce la erosión del suelo y crea un microclima agradable para otros elementos del jardín, como flores y plantas ornamentales. Por eso, invertir tiempo en cuidar y prevenir manchas marrones no solo mejora la apariencia, sino también la salud general del jardín.
Recuperar un césped afectado requiere identificar la causa, intervenir a tiempo y combinar varias técnicas: corte correcto, control de plagas, riego, aireación y fertilización. Con cuidados constantes, observación y prevención, es posible devolverle el verdor y la vitalidad al jardín.
FUENTE: METEORED
