Exceso hídrico otoñal.Pautas a tener en cuenta en el manejode nuestros sistemas ganaderos.

Debido a las abundantes precipitaciones ocurridas durante febrero y lo que va del mes de marzo
2025, una superficie importante de la provincia de Buenos Aires se encuentra bajo situación de
exceso hídrico. Este hecho, dependiendo de su duración, porcentaje de superficie afectada y
severidad (encharcamiento o inundación) puede repercutir en diferentes grados en los
establecimientos agropecuarios.

Alrededor de 2 millones de hectáreas ganaderas y agrícolas se encuentran bajo el agua en 13
partidos según un relevamiento realizado para la Confederación de Asociaciones Rurales de
Buenos Aires y La Pampa (Carbap) a partir de imágenes satelitales. De este total más de 500.000
hectáreas totalmente inundadas y aproximadamente 1.450.000 están anegadas.

Dentro de la zona de incumbencia del Centro Regional Buenos Aires Sur de INTA, los partidos
afectados en distinto grado son hasta el momento: Olavarría, Azul, Benito Juárez, Laprida, General
La Madrid, Puan, Tornquist, Bahía Blanca, Cnel. Rosales, Guaminí, Adolfo Alsina, Cnel. Suárez y
Pringles (Figura 1).

Desde el punto de vista del ciclo productivo, esta coyuntura coincide en un período sumamente crítico especialmente en aquellos productores que se encuentran realizando el destete de terneros, mientras que en un cierto porcentaje de los
establecimientos tienen lugar las pariciones
otoñales (generalmente en vaquillonas). Al
mismo tiempo, se están llevando a cabo la siembra de verdeos y pasturas, o bien estas, se encuentran en etapas tempranas de implantación o desarrollo.
Debe tenerse en cuenta, en términos generales que los sistemas de Cría puros suelen estar en desventaja respecto a otros sistemas como los de Recría, Invernada o ciclo completo, ante este tipo de situaciones, ya que estos últimos suelen desarrollarse en campos más altos (desde el punto de vista topográfico), tener generalmente mayor
infraestructura y/o herramientas lo cual facilitaría sobre llevar mejor este tipo de problemas.

Si bien es muy difícil dar recomendaciones generales para el manejo de los rodeos, ya que la situación hídrica es variable y cada establecimiento tiene sus características particulares, sí podemos plantear algunas pautas que puedan adaptarse a cada caso en particular.


Consideraciones a tener en cuenta

Es imprescindible tener una idea lo más afinada posible sobre el balance forrajero de los próximos meses. Para ello, deben realizarse las siguientes acciones:
» Evaluar la gravedad de la inundación, su posible duración y la posición del campo en el relieve general.

» Determinar el stock actual de pasto, esto es cuanto forraje disponible hay en cada uno de los potreros factibles de ser pastoreados o no anegados. Esto puede realizarse mediante estimación visual, y/o cortando algunas muestras y al menos pesarlas en verde. También existen herramientas digitales que pueden ayudar a estimar el forraje disponible.

» Estimar, la productividad de dichos recursos para los próximos meses. Para esto pueden ser de ayuda las guías desarrolladas por INTA y/o herramientas como la APP gestión del pasto.

» Conocer la demanda de tu rodeo para los próximos meses en base a las existencias de las distintas categorías y contrastarla con la oferta forrajera actual y a corto plazo.

Una vez que se conoce, aunque de forma grosera, el balance forrajero, podrá actuarse en cada uno de sus componentes, la oferta y la demanda.

Respecto a la demanda
» Si fuera necesario reducir la carga animal del establecimiento, se sugiere comenzar con categorías como terneros, novillos y/o vaquillonas. En aquellos establecimientos que ya hayan realizado diagnóstico de preñez se deberá tener en cuenta la vaca vacía como categoría fusible para regular carga, así como también la vaca CUT en cuyo caso, deberá evaluarse las ventajas o riesgos que representa quedarse con dicha categoría.

Respecto a la oferta
» En el caso de las categorías como vacas y vaquillonas en parición, podrán pastorear potreros encharcados siempre y cuando tengan acceso a una superficie elevada (no encharcada) donde puedan dormir, parir y dejar a los terneros mientras ellas comen. Dicha superficie debe ser lo suficientemente amplia para evitar el hacinamiento y excesivo estrés.

» En el caso de tener la necesidad de pastorear potreros encharcados, optar por aquellos de campo natural ya que estos suelen tener una mayor resiliencia y adaptabilidad a sucesos climáticos extremos en comparación a las pasturas y/o verdeos implantados.

» Siempre y cuando operativamente pueda llevarse a cabo, se recomienda 1-parcelar lo mejor posible la fracción de pasturas que no están afectadas por la inundación, 2-fertilización nitrogenada de esos mismos sectores. En marzo y abril, con estos niveles de humedad en suelo, la respuesta es de 5-10 kg MS de pasto por kg de urea aplicada, 3-siembra de verdeos de invierno (avena o raigrás) al voleo en los sectores donde no hay piso para transitar con maquinaria y con sembradora en lotes donde hay piso para la siembra, pudiendo ser estos los lotes que salen de la agricultura o intersiembras en pasturas degradadas. La siembra debe ser lo más anticipada posible, se estima que cada día que se demora la siembra, se pierde 75 kg de MS aprovechable en el período más crítico (mayo-agosto).

» En los establecimientos con poco forraje disponible se deberán cubrir los requerimientos,
priorizando las categorías más críticas, suplementando con alimentos con alta concentración de proteína, energía y materia seca, como granos y subproductos, por sobre rollos de pasturas o rastrojos como parte mayoritaria de la dieta, que son de bajo valor nutritivo y resultan de alto costo en relación con su aporte. Para evitar trastornos digestivos, se recomienda comenzar gradualmente, ya que los vacunos necesitan dos o tres semanas para adaptarse al cambio de alimento.

» Prestar especialmente atención a la presencia de plantas tóxicas en las media lomas y lomas, ya que la concentración de animales en dichas áreas suele ocasionar el consumo de especies que normalmente no consumirían o al menos no en gran cantidad, pudiendo ocasionar desde trastornos digestivos hasta la muerte.

Manejo del destete

Considerar la posibilidad de realizar un destete anticipado y prever el destino de esos terneros. En aquellos casos que aún no se haya realizado el destete de los terneros cola, es importante evaluar la
Condición Corporal de las madres debido a los efectos adversos que suelen sufrir durante estos períodos como estrés y restricciones alimenticias, con el fin de no comprometer el futuro desempeño de las vacas preñadas durante el invierno. En los casos que la Condición Corporal de la madre sea igual o inferior a 3 (escala de 1 – 5) se aconseja realizar el destete para evitar la pérdida del estado de los vientres preñados.

Si bien un buen manejo nutricional y sanitario de los terneros durante el destete es fundamental para garantizar una buena adaptación al cambio de dieta, minimizar la incidencia de enfermedades y estrés, deben extremarse las medidas en períodos de anegamiento.

Algunos puntos a tener en cuenta en este período que pueden contribuir a reducir pérdidas y
condicionar el futuro desempeño de los terneros son:
» Elegir en lo posible lotes/corrales en zonas más altas y bien drenados para evitar el contacto
permanente con humedad excesiva.

» Evitar el hacinamiento de los animales, ya que esto predispone a un mayor contagio de
enfermedades.

» Contar con acceso a sombra o reparo, buena cantidad de comederos y bebidas limpias con
buena calidad de agua (limpia y fresca), para evitar que los animales abreven en los charcos
o zonas anegadas que suelen estar contaminadas.

» El acceso a la pastura o verdeo en situaciones de anegamiento puede verse afectado, por lo
que es necesario realizar ajustes de la dieta para evitar pérdidas de peso y estrés. Es
importante que en esta etapa la calidad del alimento aporte los nutrientes necesarios para
cubrir sus requerimientos (disponibilidad y calidad).

» A fin de administrar los recursos forrajeros, se debe evitar el ingreso de los animales a potreros que estén totalmente afectados, y permitirles acceder a los que presenten posibilidad de pastoreo. Con cuatro a cinco horas diarias cubrirían sus requerimientos básicos de forraje.

» Evitar el excesivo pisoteo y deterioro en los potreros con anegamientos, y clausurarse las zonas donde hay excesiva cantidad de agua. En sectores más altos, sin encharcamiento, es conveniente subdividirlos para un uso eficiente del forraje disponible.

» En lotes altos con piso con pasturas y/o verdeos muy “aguachentos” puedan llegar a utilizarse, pero es conveniente suministrar alimentos más secos, como rollos de buena calidad e incorporar balanceados/concentrados. La incorporación de granos permite compensar la baja calidad de estos forrajes encharcados.

» Si cuenta con lotes para concentrar el rodeo, puede suministrarse rollos, picado, granos o subproductos (ej., afrechillo de trigo, sojilla, limpiezas de granos, etc.) hasta que se normalicen las condiciones climáticas.

» Se sugiere realizar suplementación mineral ya que es de suma importancia para fortalecer
el sistema inmunológico.
» En períodos prologados de mal tiempo, es importante realizar monitoreos frecuentemente, a fin de detectar e identificar animales débiles y enfermos, especialmente en categorías como en terneros.

Algunas recomendaciones sanitarias a tener en cuenta

» Parásitos gastrointestinales: el aumento de carga instantánea, junto con una elevada humedad ambiente favorecen la contaminación de las pasturas con parásitos internos y por lo tanto aumenta rápidamente el contagio entre animales jóvenes. Es necesario realizar un monitoreo mediante huevos por gramo de materia fecal (HPG) en forma mensual para determinar cuándo es el momento apropiado de realizar un tratamiento antiparasitario. A su vez, es importante realizar un chequeo post tratamiento mediante HPG 15 días posteriores para evaluar la eficacia del tratamiento, es decir si existe resistencia a los antiparasitarios aplicados.

» Las áreas geográficas de presentación de Fasciola hepatica pueden verse ampliadas, debido a la dispersión del caracol que actúa como hospedador intermediario. Para el diagnóstico deberá realizarse un análisis de materia fecal para esta enfermedad en caso de sospecha clínica. Los signos de esta enfermedad son pérdida de condición corporal, pelo hirsuto y descolorido en categorías adultas.
» Sarna: el hacinamiento y la respuesta inmunológica deficiente llevan a un aumento en el contagio de la misma y dificultad para realizar el control. Se recomienda realizar un tratamiento inyectable y eficaz a todos los animales en caso de observar animales con síntomas.

» En el caso de atraso en los destetes, posiblemente se vean retrasadas también la aplicación de algunas vacunas y tratamientos antiparasitarios. Se recomienda respetar los tiempos entre aplicaciones, para evitar futuros inconvenientes.

» Se han registrado algunas consultas ante sospechas de muerte de vientres por hipomagnesemia. Si bien no se han podido confirmar, estas condiciones posiblemente lleven a crecimientos de forraje que puedan predisponer para este tipo de cuadros.

» Intoxicación con nitratos. El estrés hídrico previo y el re-crecimiento actual, pueda llevar a que algunos forrajes acumulen concentraciones elevadas de nitratos que lleven a intoxicaciones. Tener en cuenta cuando se ingresen animales a forrajes potencialmente peligrosos.

Como se mencionó al inicio de este informe, resulta difícil ofrecer recomendaciones generales en
situaciones como la presente, ya que cada establecimiento cuenta con características específicas que condicionan o guían las acciones a seguir. Por esta razón, cobra especial relevancia la consulta con veterinarios, ingenieros o profesionales de confianza. Entre ellos, los técnicos del INTA, disponibles en cada Agencia de Extensión o Estación Experimental, pueden trabajar junto al productor para generar soluciones personalizadas.


Autores


María Coria (EEA INTA C. Naredo), Mercedes Lloberas (EEA INTA Balcarce), Corina Cerdá (EEA INTA
Bordenave), Ignacio Astelarra (EEA INTA Asacasubi), Martín Lanceta (CEI Barrow), Dante Huinca
(EEA INTA Cuenca del Salado), Francisco Caldentey (EEA INTA Cuenca del Salado), Paulo
Recavarren (EEA INTA Balcarce), Germán Cantón (EEA INTA Balcarce), Juan Carlos Messa (EEA
INTA Cuenca del Salado), Nicolas Bertram (EEA INTA Balcarce), Pablo Cicore (EEA INTA Balcarce),
German Berone (EEA INTA Balcarce), Pedro Errecart (EEA INTA Balcarce), Federico Miri (EEA INTA
Balcarce), Esteban Melani (EEA INTA Cuenca del Salado).