Razas de caballos: el caballo de tiro holandés

El caballo de tiro holandés es de “reciente creación” Básicamente, porque es una raza cuya historia no es ni centenaria.

Más concretamente, nos tenemos que trasladar a Holanda, a finales de la Primera Guerra Mundial. Es entonces, en 1918, cuando en las tierras de los Países Bajos desarrollan una raza de caballo que sea lo suficientemente fuerte y trabajador en el campo. En la actualidad es el caballo más pesado de Holanda.

Surge de un cruce entre razas provenientes de países como Holanda, evidentemente, así como países vecinos, como Bélgica. Exactamente, se produce entre sementales de la raza Ardenese y Brabante con yeguas de Zelandia.

A pesar de su reciente creación, el caballo de tiro holandés constituye una raza extremadamente pura, debido a que su pedigree se corresponde con los libros de orígenes de la Asociación Real Holandesa de criadores de caballo de tiro. De hecho, no se admiten descendientes que no provengan de los originales registrados en 1925.

Como caballo de trabajo, ha servido durante mucho tiempo a granjeros y agricultores de los Países Bajos. De eso pueden dar buena fe. En las zonas donde el caballo de tiro holandés fue muy popular, se encuentran las regiones de Brabante SeptentrionalLimburgo y Gelderland. Es decir, en el sur y este de Holanda.

Ahora bien, su mayor período de esplendor fue precisamente entre las dos guerras mundiales. Si al final de la Primera se comenzó a desarrollar con un gran éxito, fue a la finalización de la Segunda Guerra Mundial cuando su popularidad comenzó a decaer.

Tras la Segunda Guerra Mundial, se comienza a desarrollar en toda Europa la maquinaria agrícola que puede sustituir a este tipo de caballos.

Como ya comentamos, esto mismo es lo que sucedió con el caballo percherón en Francia, pero los efectos no fueron tan drásticos, como en ese caso. El caballo de tiro holandés no estuvo a punto de extinguirse por esta causa y, si bien es cierto que el número de ejemplares ha disminuido, la pureza de su raza hace que siga siendo un magnífico ejemplar que participa en muchos concursos.

Características del caballo de tiro holandés

A diferencia de otros caballos de tiro que hemos visto en otras publicaciones, el caballo de tiro holandés no es, ni mucho menos, tan pesado. Este equino suele pesar entre 700 y 800 Kilogramos, cuando su alzada es de unos 1,65 metros a la cruz.

Su robustez y fortaleza son bien conocidos en las tierras holandesas, siendo el perfecto aliado durante décadas en los campos, debido a anchura y tremenda musculatura, sobre todo en pecho, cuartos traseros y antebrazo. No sólo destaca por su constitución y fortaleza.

Para ello, nos tenemos que fijar en el increíble desarrollo de su raza que ha logrado que sus cortas patas y cascos, una de las partes más delicadas de los caballos, sean totalmente sólidos, consiguiendo con ello evitar muchas lesiones. En definitiva, ¡un caballo muy sano!

En lo que respecta a su cabeza, el caballo de tiro holandés tiene un perfil recto de orejas pequeñas, nariz ancha y con un cuello bastante corto y ancho.

Con un pelo largo y sedoso, nos podemos encontrar caballos de tiro holandeses con el pelaje de color alazán, tordo, castaño e incluso negro.

Carácter

La tranquilidad con la que un caballo de tiro holandés mira no deja lugar a dudas. ¡Es un excelente caballo de trabajo! Y eso se demuestra a través de su apacible carácter. Este caballo es un animal tremendamente dócil y dispuesto para las tareas que se le encomiendan.

Esta amabilidad y tranquilidad, unido a su impactante aspecto, le hace seguir siendo un animal muy apreciado por los holandeses, además de impresionar a aquellos visitantes de esta tierra.

FUENTE: EquusLine.es