Hace 35 años se iniciaba el llenado del embalse Casa de Piedra.

El aniversario es un motivo de celebración pero, fundamentalmente, una ocasión para
tomar conciencia de la importancia de la infraestructura hídrica en una cuenca como la
del Colorado.
El 27 de julio del 1989 se iniciaba un proceso clave en una de las obras de infraestructura más importante del Colorado. Ese día, hace 35 años, comenzó el llenado del embalse de Casa de Piedra, hasta ahora la única presa de regulación existente en la cuenca.
En regiones áridas, los mecanismos de almacenamiento de agua han sido, desde tiempos
remotos, una herramienta fundamental para el manejo del recurso hídrico, ya que permiten la realización de diferentes actividades, como el riego, producción de energía, el esparcimiento, entre muchas otras, aun en los periodos en que la naturaleza no provee la sustancia elemental para hacerlas viable.
El puntapié inicial de Casa de Piedra lo dieron las provincias de Río Negro y La Pampa en 1970, momento en el que estaba en vías de formulación el Programa Único para el aprovechamiento del Colorado. Se firma un acuerdo -que será profundizado en 1972- creándose un Comité Mixto que tendrá a su cargo la elaboración del anteproyecto de la presa.

Al año siguiente, se invita a la provincia de Buenos Aires a integrar el Comité, dando origen a un nuevo Acuerdo por el que se crea el Comité Director Casa de Piedra.
En 1981, se llama a concurso internacional para la revisión del proyecto, el convenio entre las
provincias se ratifica en 1982, incorporándose la Nación a través del Ministerio del Interior. Las obras civiles comienzan en 1983, hasta que en julio de 1989 el agua del Colorado empieza a almacenarse en el embalse y, en 1996, sus 60 megawatts de potencia instalada comienzan a proveer energía al Sistema Argentino de Interconexión.

El rol estratégico de Casa de Piedra

Los párrafos precedentes apenas dan cuenta de los hitos principales de esta obra, pero la
importancia fundamental de Casa de Piedra está dada por su rol en el manejo del agua, haciendo posibles los diferentes usos de la cuenca, en particular el riego, que constituye la actividad con mayor demanda. Esa función incluyó, por parte del Ente Casa de Piedra, haber resignado una porción de la generación eléctrica para sostener la viabilidad de otras actividades productivas.
Los trece años de escasez que sufrió la cuenca del Colorado recientemente han dejado un duro e insoslayable testimonio del rol estratégico que tienen las presas para el desarrollo social y productivo de una región. La infraestructura hídrica, junto con los instrumentos de gobierno, los mecanismos de diálogo, los acuerdos, el control de la calidad del agua y el conocimiento científico de la cuenca y su difusión, ha sido un elemento de base para la gestión del agua en épocas desfavorables.

Casa de Piedra. Vista de la presa y la toma de agua. Hace 35 años se iniciaba el proceso de
llenado del embalse (Foto: Gentileza Ente Casa de Piedra).

FUENTE: COIRCO