En Formosa, conservan una amplia variabilidad genética de la banana

A las más de 40 mil entradas de material genético vegetal de la Red de Bancos de Germoplasma (RBG) del INTA se suma la fruta más elegida por los argentinos. En el INTA de Laguna Naineck se coleccionan más de 50 materiales genéticos vivos de bananas, de origen nacional e internacional. Este año incorporarán 40 materiales más para llegar a un total de 90. Se trata de una herramienta clave para la preservación y desarrollo de especies vegetales de interés para la alimentación mundial.

Desde Jujuy hasta Tierra del Fuego e incluso en la Antártida, el INTA conserva más de 40 mil entradas de material genético de diferentes especies vegetales y permite rescatar cultivos originarios. Esta Red de Bancos de Germoplasma (RBG) cuenta con 21 bancos activos de recursos fitogenéticos distribuidos en diversas áreas ecológicas y un Banco Base que guarda un duplicado de las colecciones de semillas.  

“A esta Red, ahora se suma el Banco Activo de Germoplasma de banana”, detalló Gerardo Tenaglia -especialista del equipo de investigación del IPAF Región NEA del INTA-, quien no dudó en asegurar que contar con un banco de germoplasma es “una enorme ventaja” desde el punto de vista de la genética y se vuelve “una herramienta fundamental” para los equipos mejoradores.

“Toda la biotecnología que viene se basa en poder pasar un gen de una planta silvestre, de un banano silvestre, o un banano, una línea avanzada, o una línea que esté guardada dentro del Banco Activo de Germoplasma, a una variedad elite”, detalló.

Actualmente, el banco conserva 51 entradas listas para compartir material genético con el resto de los programas de mejoramiento, de las cuales 48 son líneas de banana AAA y 3 de plátanos diferentes. A su vez, el investigador del INTA adelantó que este año incorporarán 20 accesiones más del NEA y otras 20 del NOA para llegar a un total de unas 90 accesiones.

Según detalló, el Banco se creó en 2021 en el Área IPAF Región NEA en su sede de Laguna Naineck, Formosa, y se integró a la Red de Bancos de Germoplasma del INTA. Con el objetivo de conservar la diversidad de la fruta más consumida por los argentinos, cuenta con una colección de 48 entradas de bananas, que incluyen a cuatro variedades internacionales y tres entradas de plátanos. Además, incorporarán 40 nuevos materiales de Misiones, Salta y Jujuy.

Los recursos genéticos se conservan porque el riesgo de perderlos es permanente, en especial por la acción del ser humano. En este punto, Tenaglia no dudó en subrayar la importancia de contar con programas de conservación de los recursos fitogenéticos: “Los Bancos de germoplasma tienen como función principal, cualquiera sea el cultivo que se esté trabajando, la de conservar la variabilidad genética que existe en el ambiente”.

Y agregó: “Son una herramienta de preservación y desarrollo de especies vegetales de interés para la alimentación mundial, dado que el 20 por ciento de la diversidad vegetal está en riesgo de erosión genética o pérdida”.

En cuanto al cultivo de la banana, Tenaglia especificó que “la banana, al no tener semillas no puede reproducirse mediante la generación de nuevas recombinaciones, es decir, no podemos hacer cruzamientos. Entonces, la variabilidad que existe aparece a través del tiempo con las mutaciones espontáneas que tiene la naturaleza”. De ahí la importancia de conservar los materiales, porque no hay forma de volverlos a regenerar, una vez que se perdió esa planta.

A su vez, Tenaglia explicó que el modo de propagación del cultivo de banana es muy vulnerable a la perturbación. Es que, “su ciclo de vida es prolongado y la tendencia actual de los sistemas productivos se basa en la intensificación y simplificación a partir de pocas variedades comerciales de alto rendimiento, lo que facilita la erosión genética”.

Por esto, consideró “imperativo” recolectar y conservar la amplia variabilidad genética para salvaguardar la adaptabilidad y resistencia al estrés biótico y abiótico, al tiempo que recomendó poner el material genético a disposición de los programas de mejoramiento de bananos.

“Los Bancos de Germoplasma son muy importantes debido al avance en la biotecnología y sus nuevas técnicas, lo que permite trabajar sobre los genes resistentes o tolerantes a enfermedades e insectos, e introducirlos en los nuevos genotipos”, explicó. Además, especificó que, para esto, se debe disponer de los genes, y aquí cumplen la función principal los bancos de germoplasma y su importancia estratégica.

FUENTE: INTA Informa