Día Mundial del Ambiente: Buenas prácticas agrícolas para la inocuidad de los alimentos
La sostenibilidad ambiental, económica y social de los procesos productivos agropecuarios garantizan la calidad de los alimentos.
Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) son acciones orientadas a la sustentabilidad ambiental, económica y social para los procesos productivos de la explotación agrícola que garantizan la calidad e inocuidad de los alimentos y de los productos no alimenticios. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) participa en el desarrollo de programas de difusión interna y externa de BPA en materia ambiental.
Por tal motivo, en el Día Mundial del Ambiente establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 15 de diciembre de 1977, cada 5 de junio, se destaca la importancia de estas prácticas y su obligatoriedad para frutas y hortalizas, así como los requisitos mínimos.
Las BPA implican una manera de producir y procesar los productos agropecuarios de modo que los procesos de siembra, cosecha y poscosecha de los cultivos cumplan con los requerimientos necesarios para una producción sana, segura y amigable con el ambiente. En este sentido, estas prácticas promueven que los productos agropecuarios no hagan daño a la salud humana y animal ni al medio ambiente; protegen la salud y la seguridad de los trabajadores; y tienen en cuenta el buen uso y manejo de los insumos agropecuarios.
En definitiva, son indispensables para obtener productos frutihortícolas aptos, ya que la manipulación inadecuada de la producción primaria de frutas y hortalizas constituye la principal fuente de pérdida de inocuidad del producto.
Implementación de las buenas prácticas
Los siguientes puntos son de implementación obligatoria para la producción y comercialización de los productos frutihortícolas:
Documentación obligatoria – trazabilidad: inscripción en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa); gestión del documento de tránsito vegetal electrónico (DTV-e); rotulación de las frutas y hortalizas.
Productos fitosanitarios: utilizar solo productos autorizados por el Senasa; leer detenidamente el marbete (etiqueta); registrar la aplicación en cuaderno de campo; gestionar los envases vacíos de agroquímicos; almacenarlos adecuadamente en lugar apto; usar equipo de protección personal.
Agua: uso eficiente seguro y racional; debe cumplir con los requisitos establecidos en el Código Alimentario Argentino para el agua de consumo e higiene; el agua para uso agrícola cumplir con las legislaciones aplicables de cada provincia.
Manipulación: cumplir con pautas de higiene básicas para la manipulación de frutas y hortalizas (lavado de manos); contar con agua potable y los elementos adecuados para limpieza de manos; de no contar con agua potable utilizar agua tratada (hervido, clarificación o cloración).
Animales: impedir el ingreso de animales a las áreas cultivadas y a zonas de manipulación del producto cosechado; deberá impedirse el ingreso de animales domésticos, de granja y otros animales de trabajo (que no estén cumpliendo actividades); los animales de trabajo que se utilicen para tareas, deben ser de sanidad reconocida.
Uso de fertilizantes orgánicos y enmiendas: deben estar registrados por el Senasa; si son de producción propia deben someterse a tratamientos que minimicen el riesgo sanitario; está prohibida la utilización de residuos provenientes de sistemas cloacales y pozos sépticos.
Responsable técnico: contar con la asistencia de un técnico/ profesional para asesorar en la implementación de las BPA; la capacitación de los asistentes técnicos será obligatoria a través de un curso con certificado oficial y actualización periódica.
La aplicación de este conjunto de prácticas tiene como objetivo obtener alimentos sanos e inocuos, cuidando el medio ambiente, la salud de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto.
Fuente: SENASA