Natillas caseras de leche como las que hacía la abuela
Ingredientes
- 1 litro y medio de leche entera
- 8 Yemas de huevos XL (grandes)
- 8 cucharadas de azúcar glass
- La cáscara de un limón
- 40 g de harina fina de maíz
- 1 ramita de canela y 1 vaina de vainilla
- 1 cucharadita (tipo postre) de canela en polvo para espolvorear y decorar encima de las natillas.
- Galletas, las que más te gusten.
Preparación de la leche aromatizada para las natillas
- Lo primero es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche. Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre. Abrimos la vaina de vainilla y sacamos las semillas que reservaremos para añadir más tarde a la leche.
- Separamos un vasito de leche del total que vamos a emplear y lo reservamos. Calentamos el resto de la leche en un jarro o cacerolita a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego. Añadimos las semillas de vainilla, la piel del limón y por último la canela en rama partida por la mitad. Dejamos todo en reposo infusionando durante 10 minutos.
- Mezclamos la maicena en el vaso de leche tibia y juntamos sin que tenga nada de grumos, si es necesario le pasamos la minipimer. Separamos las yemas de las claras. Ponemos las yemas en un bol y batimos con el azúcar hasta que espumee. Añadimos el vaso de leche con la fécula de maíz disuelta. Volvemos a batir hasta que no queden grumos, tiene que quedar una masa homogénea. Reservamos.
Preparación final y presentación de las natillas
- Colamos la leche infusionada y la volvemos a añadir al jarro o cacerolita. Calentamos a media ebullición y añadimos la crema del paso anterior. Lo vamos añadiendo poco a poco y mezclando con unas varillas o una cuchara de madera sin parar hasta que espese.
- No debe hervir en ningún momento, la textura de las natillas debe estar ligeramente espesa y sin grumitos. Es muy importante no dejar de remover pues puede llegar a quemarse o pegarse a la cazuela. El secreto como en casi todas las recetas es tener paciencia y no dejar de remover siempre para el mismo lado hasta que quede una crema homogénea.
- Elegimos los recipientes donde vamos a presentar las natillas. Vertemos las natillas en las copas, cuencos o cazuelitas a través de un colador para evitar que haya algún grumito (un truco por si acaso se ha formado alguno).
- Dejamos enfriar a temperatura ambiente y después reservamos en la nevera. Para evitar que se forme costra tapamos con un film transparente.
- Una vez que las natillas estén frías sólo tenemos que decorarlas con una galleta a vuestra elección y espolvorear con un poco de canela en polvo. ¡Quedarán deliciosas!
Fuente: Derechupete