Cientos de extranjeros vinieron a la conferencia de aceite de girasol en el Hotel Hilton de Bs. As.
En medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, delegaciones de compradores están interesados en conocer si la Argentina puede sustituir el producto de esas naciones
Más de 150 personas de varias partes de mundo, entre ellos, los principales compradores de semilla y aceite de girasol que tiene la Argentina, se dieron cita hoy en el Hotel Hilton de Buenos Aires donde se habló de la importancia de este producto a nivel internacional. Fue en la Conferencia Internacional de Aceite y Semillas de Girasol (Issoc). Allí se hizo énfasis en las oportunidades por las condiciones del cultivo y la coyuntura internacional.
La metáfora futbolera y las oportunidades para los productores fueron parte del paralelismo que se trazó en el congreso internacional. “Cuando lo acordamos con los indios en Bombay, en el tercer congreso, no esperábamos que en el medio apareciera el Covid, pero tampoco que hubiese una guerra en los dos países productores y exportadores más grandes del mundo, como Ucrania y Rusia”, indicó Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), uno de los encargados de hacer la apertura del evento.
A los discursos se sumaron el presidente de la International Sunflower Oils Association (ISOA), Sandeep Bajoria; el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo; el presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), Enrique Moro, y el embajador de India en la Argentina Dinesh Bhatia.
La Argentina, recordó el presidente de Ciara-Cec, estaba en tercer lugar hasta antes de la guerra en Ucrania. “Era un país muy chiquitito que casi todos se olvidaban que hacía aceite de girasol. En febrero del año pasado todo el mundo dijo: lo único que puede salvarnos es la Argentina haciendo aceite de girasol. El congreso este año reviste una trascendencia diferente y por eso hay tantos visitantes extranjeros porque vienen a tratar de develar la gran pregunta, que es si la Argentina tiene condiciones de sustituir a Ucrania y Rusia”, describió a LA NACION.
La apuesta del sector es trabajar como cadena de valor, ya que “hay un Gobierno que ha prometido no intervenir sobre el aceite de girasol”. “La Argentina ya demostró que creció más de un 25% la zona de producción en un año. Las proyecciones de molienda que se esperan para este año de 3,9 millones de toneladas. Este año hay una proyección de exportación de 1,5 millones de toneladas, comparado con lo que se hizo el año pasado que fue de alrededor de 900.000 toneladas”, enumeró.
La Argentina en el mundo se ve como “un pequeño jugador con enorme potencial”, porque en 2019 el 80% del comercio era de Ucrania y Rusia. La Argentina entonces representaba un 6%, pero este año ese número va a pasar a un 9% o 10%. “Estamos creciendo, mientras que Ucrania ni Rusia no tienen perspectivas de crecimiento y van a tardar años en reconstruir su cadena de producción y comercialización”, mencionó el directivo.
En ese escenario, las expectativas están puestas en la Argentina. “Una de las cosas que hay que hacer en el corto plazo es eliminar los derechos de exportación del girasol, que están al 7%, si queremos desarrollar un producto que tiene un alto consumo nacional”, planteó.
Según mencionó, el país estaba aletargado en la producción de girasol. “El cambio climático, la geopolítica, los desarrollos tecnológicos en la Argentina lo han hecho revivir”, rememoró Idígoras.
India es uno de los mayores productores y consumidores de aceite en el mundo, por eso, desde el lunes pasado y a lo largo del Congreso acompañó una importante delegación de ese país. Allí el aceite de girasol se ha instalado como una opción cada vez más popular entre la gente y ha ido creciendo constantemente durante los últimos años. A ese país se envió el 53% del aceite de girasol en 2022, sobre un total de 800.000 toneladas.
En ese sentido, el embajador de la India destacó que la Argentina, a partir del aceite de girasol, está teniendo un intercambio comercial creciente, que se ha intensificado entre ambas partes, “casi como un baile de tango” entre dos. El embajador, ávido por hablar español durante su discurso, recordó que la Argentina está de la India a más de 15 mil kilómetros, por lo que hay que cruzar dos océanos para llegar y aun así el país, pese a las bondades que tiene en la industria y a la sociedad comercial, hay algo que sí identifica al país sudamericano en ese continente. “En India, si le decís Argentina a 100 personas, 99 no te van a responder, porque no saben dónde queda la Argentina, pero en el momento en que mencionás Messi y Maradona estás hecho. Todo el mundo los conoce”, relató.
El presidente de Asagir, por su parte, destacó que esta es la cadena más antigua del país. Además, sostuvo que en el eslabón primario los productores están muy preocupados, pero también ocupados en el cuidado del medio ambiente. “Creemos que nuestro país está en una oportunidad histórica, por lo que está sucediendo en el mundo”, mencionó sobre la demanda de aceite que hay actualmente a nivel internacional.
Durante el acto, Bahillo recordó la importancia de la cadena agroalimentaria. El sector, dijo, representa el 70% de las divisas que hoy tiene la Argentina:“La cadena de girasol no es menor, tiene buenas expectativas y buenas condiciones hacia el futuro”.
El secretario reconoció que era responsabilidad de los funcionarios públicos generar las condiciones necesarias para impulsar las cadenas. “Cada sector productivo tiene que tener esta mirada de encadenamiento y sostenibilidad económica y no entrar en una disputa interna que a veces nos moviliza y nos pone un techo de crecimiento cuando el potencial es mucho más amplio”, sostuvo.
Sobre la sequía, mencionó que es innegable que la magnitud impacta fuertemente a los productores. “Es nuestra responsabilidad bregar por acciones y políticas para reemplazar el flujo de fondo que genera el productor al producir en condiciones climáticas favorables. Desde el Estado buscamos acompañarlos para que no nos queden productores en el camino”, puntualizó.
Fuente: Lanacion