La ganadería enfrenta sequía, malas políticas y mercados cambiantes, pero igual reinvierte en tecnología y conocimientos
A pesar de que la ganadería atraviesa una sequía sin precedentes, políticas intervencionistas, incertidumbre económica y mercados turbulentos, el sector reinvierte en la actividad con tecnología, conocimiento e innovación como banderas. Fuerza para seguir adelante y prosperidad, es el deseo de Valor Carne para 2023.
Cierra un año en que una seguidilla de sucesos disruptivos de la Argentina y el mundo atravesaron la actividad ganadera que salió adelante y siguió desarrollándose mediante un esfuerzo épico, muestra de su histórica consistencia.
A poco de comenzar 2022, ocurrió la invasión de Rusia a Ucrania y se desató una guerra que provocó aumentos de precios de los alimentos básicos, energía y fertilizantes. Luego llegaron los duros confinamientos por el covid-19 en China, primer importador mundial de carne, que contribuyeron a la caída de su tasa de crecimiento económico, también con impactos a nivel global. A esto se sumó la inflación del 10% anual en los países desarrollados, que mermó la confianza de los consumidores, particularmente en Europa, histórico destino de las carnes argentinas de mayor valor, donde se agregaron temores a una expansión bélica, que pusieron techo a la apetencia por cortes de calidad.
Sin embargo, en materia de exportaciones de carnes, aún con políticas intervencionistas, la Argentina recuperará en este 2022 parte de lo perdido el año anterior y colocará 880 mil tec, o sea, 80 mil tec más que en 2021, de la mano de la gestión y adaptabilidad de las plantas frigoríficas. En ese sentido, el país empezó el año sin restricciones para exportar carne de vaca, aunque mantuvo las que pesan sobre las demás categorías y la prohibición de embarcar siete cortes “populares”.
En línea con los sucesos internacionales, el precio promedio ponderado de los cinco principales productos y destinos, que había alcanzado el máximo del año en abril, con USD7 mil por tonelada peso embarque, en el último semestre bajó a USD6.250, aunque se mantuvo por encima de la mayoría de las mediciones mensuales de los 5 años recientes.
En el plano interno, el año arrancó con incendios en Corrientes que provocaron graves problemas, sobre todo en la cría, y la sequía continuó por tercer año consecutivo en buena parte de las regiones productivas. Pero entendemos que estas adversidades no mueven a los ganaderos de su empeño por mantener sus rodeos y hasta acrecentarlos. Prueba de ello es que la primera campaña de vacunación antiaftosa de este año mostró números parecidos a los de 2020 y 2021, pese al contexto.
En tanto, la faena revirtió su tendencia descendente interanual desde principios de año, para igualarse hacia fin de la primavera y pasar a ser positiva en el último trimestre. Así, este año terminará con 3% de aumento y para 2023 proyectamos otro incremento de 8-10%. No obstante, no hay indicios de que los avatares del clima ni las políticas intervencionistas estén motorizando este proceso, sino que lo vemos como parte del movimiento cíclico propio de la actividad. Más aún, el fuerte aumento de los últimos meses en la faena de las vacas de 8 dientes y, al mismo tiempo, la reducción de la de seis dientes, puede ser considerado como una estrategia para mejorar los planteles productivos.
Un indicador del escenario complejo que atraviesa la ganadería es que el precio real del novillo de consumo bajó a $/kg 288 en este último mes del año, valor que contrasta con el récord histórico logrado entre marzo y abril de $488 (de poder adquisitivo de diciembre). Es decir, hubo una caída de 38% real en ocho meses, nunca antes vista en lo que va del siglo, ni siquiera ante la drástica sequía y crisis económica internacional ocurrida en 2008.
Pero en esta ocasión, semejante caída se produjo desde la cima más alta, lo que atempera el problema, ya que valor actual es sólo 5% menor al promedio de los “ocho años mejores” de las últimas seis décadas, que van de 2012 a 2020. Además, se cerró la brecha entre los precios de la hacienda y de la carne al mostrador, que venían corriendo desde atrás por más de un año, lo que despeja una de las barreras para una eventual recuperación.
Los protagonistas
Esta resiliencia responde al esfuerzo de toda la cadena cárnica por llevar adelante la actividad con conocimiento e innovación continua, algo que a lo largo del año reflejamos en las distintas ediciones de Valor Carne y hoy tomamos algunos ejemplos emblemáticos.
Precisamente, fue la tecnología lo que permitió a algunos ganaderos correntinos atenuar los efectos de la peor crisis ambiental de los últimos tiempos.
Un caso elocuente es el de Copra SA, que sufrió la quema de unas 1.500 hectáreas de setarias y pérdidas de pastizales naturales y salió adelante con un modelo intensivo que mostró su fortaleza ante la adversidad. Desde hace años hacen 10.500 has de arroz, para lo cual construyeron represas donde almacenan agua cuando llueve, y con la misma infraestructura producen pasturas y granos bajo riego, y abastecen numerosas aguadas para bebida animal. Así mantienen 13.000 vientres Braford y este año adelantaron el destete a los 80-100 kg y recriaron los terneros livianos con el maíz propio, preservando la producción a futuro.
Ya en la región pampeana la inversión de una productora de la Cuenca del Salado también contribuyó a mantener la preñez a salvo de la seca. Alejandra Menoyo intensificó la ganadería, implantó pasturas y verdeos, ajustó el servicio, aumentó la preñez al 93-95% y engorda 400 novillos tipo exportación en la mitad de superficie. Este año logró 94,5% de preñez, gracias a una gestión muy fina que le permitió descargar el campo a tiempo y amortiguar el déficit forrajero con las alfalfas y las reservas.
Los técnicos apoyaron activamente a los productores para afrontar la crisis aconsejando con qué y cómo suplementar a las vacas de cría. Un estudio realizado en el INTA Cuenca del Salado, por Maresca y equipo, demostró que la suplementación en el último tercio de gestación logra incrementar entre un 20% y 30% el porcentaje de vacas cíclicas a los 45 días posparto. Una información importante para la toma de decisiones en sistemas extensivos.
En tanto, los técnicos del feedlot experimental de Biofarma (CENAB) hicieron un ensayo comparando el desempeño de terneros de destete precoz y convencional. Hallaron que los que se destetaron con 95 kg promedio, con un plan nutricional adecuado, ganaron 830 g/día, en los primeros 28 días, y lograron las mismas ganancias de peso globales hasta los 205 días de edad que los de manejo tradicional. Otra tecnología valiosa que muchos productores están adoptando ante el déficit forrajero cada vez más frecuente.
Mas allá de la decisión de aggiornarse para enfrentar estos desafíos, la ganadería siguió agregando valor desde la genética al mercado. Con esa visión, Alfredo Bellocq, un veterinario de campo, inició la actividad de cabaña hace menos de dos décadas con tres vacas Angus de pedigree y la convirtió en un negocio familiar. Este año logró el Gran Campeón Centenario de la raza con un toro colorado, Mateo, y en diciembre ganó el mundial Angus compitiendo con los mejores de Canadá, EE.UU., Uruguay y México, ante jurados internacionales reunidos en Texas. Una estrella más para el país.
A esto se suma que por tercer año consecutivo la Argentina fue destacada por producir el mejor bife del planeta compitiendo con los principales países productores, entre ellos Estados Unidos y Australia, ante un jurado de científicos, técnicos y cocineros que valoró a ciegas el producto. En el World Steak Challenge, realizado en Irlanda, el frigorífico Azul Natural Beef logró la Medalla de Oro en ojo de bife y lomo de animales alimentados a grano y la Medalla de Plata en bife angosto a grano y lomo a pasto. Un galardón para toda la ganadería con la diversidad de sus sistemas productivos.
Una prueba del reconocimiento al talento nacional es que un laboratorio argentino de capitales alemanes decidió continuar con su plan de crecimiento en el país a pesar de la incertidumbre reinante. Al promediar el año, CDV inició la construcción de su tercera planta de vacunas, con un desembolso de USD60 millones, una decisión alineada con la reputación de la ganadería argentina, el nivel de los investigadores y los exigentes controles de calidad oficiales.
Por casi 100 años, hasta comienzos de los ’70, fuimos primeros exportadores mundiales de carne y culminando este 2022, a pesar de las vicisitudes, tenemos potencial para ganar posicionamiento, con nuestra marca país y la pasión por la ganadería. El consenso social y la estrategia sectorial son las bases para retornar al liderazgo.
Desde Valor Carne agradecemos a nuestros suscriptores, a los productores, los especialistas y las empresas que valoran nuestra manera de informar. A todos, les deseamos Feliz Año Nuevo, que haya paz en el mundo y prosperidad en 2023.
Fuente: Valorcarne