Caravanas con impresión láser ink
Ya no es necesario enlazar los animales ni manipularlos en la manga para leer los números de la tarjeta de manejo interno del campo, complementaria a la oficial. Cada vez más productores adoptan los dispositivos con impresión “láser ink” para identificarlos y simplificar prácticas. La experiencia de técnicos y ganaderos.
En una ganadería donde se privilegian las tecnologías que facilitan las tareas de campo, las caravanas de manejo con impresión láser ink -patentada por Allflex- representan una herramienta amigable para el productor, acompañando al botón o al chip oficial. Identificar fácilmente un animal a distancia o en la manga disminuye esfuerzos humanos, minimiza errores en la gestión e incluso contribuye a su bienestar. Valor Carne consultó a distintos actores de la actividad para conocer su experiencia con estos dispositivos y el costo-beneficio de su adopción.
“Las tarjetas láser ink existen desde hace tiempo. El productor las usa para tener una mejor visualización en el corral y ni que hablar desde arriba del caballo. Si tiene algún animal enfermo, necesita saber cuál es y le resulta crucial evitar equívocos de lectura. Además, los números duran mucho más, algo muy importante sobre todo para las madres que están en el campo entre seis y siete años”, planteó Víctor Godoy, Técnico Universitario y asesor de Villanueva- distribuidora de Allflex– en Corrientes y provincias aledañas desde hace 18 años.
Si bien todas las caravanas de la firma líder en el rubro son reconocidas por su calidad, las láser ink ofrecen una prestación inigualable. “Para ser más gráfico, el color de los números es más oscuro, es negro-negro y se ve muy bien, mientras que la tradicional de manejo es negro-grisácea. Además, si bien hay otras marcas que tienen un proceso láser, nuestro sistema de impresión es exclusivo y superador”, aclaró.
Sin embargo, la adopción de esta tecnología en el noreste del país avanza poco a poco. “El costo no difiere mucho de las comunes, aunque teniendo en cuenta la practicidad para el manejo del día a día, el ahorro de horas hombre y la durabilidad, se paga holgadamente. Nuestra zona tiene ambientes inhóspitos, montes, bañados y se necesitan productos de calidad”, aseveró Godoy. ¿Entonces, por qué no se masificó? “Muchos productores no tienen experiencia con la láser ink, no la conocen; solo aquéllos a quienes su veterinario y su comercio de confianza les han podido hacer ver sus bondades la han adoptado. Es un proceso lento y hay mucho potencial para crecer”, anunció.
Una de las zonas donde estas caravanas están avanzando a paso firme es la que atiende Martín Rinaudi, asesor de Villanueva y Allflex, en Rafaela, desde hace 15 años. Sus servicios llegan a unas 200 veterinarias, que cubren a miles de productores y veterinarios en el centro-norte de Santa Fe, noreste de Córdoba y sudeste de Santiago del Estero.
“Aquí la piden cada vez más, las tarjetas son las mismas de siempre, todos conocen su calidad, aunque en las láser ink sólo varía la impresión. Entonces, cuando encierran los animales y luego los llevan a la manga para hacer alguna práctica, aunque estén sucias, los números se ven y ni siquiera hay que levantarles la cabeza para limpiarlas. Y si las usan mucho tiempo soportan muy bien el clima, lo dígitos no se aclaran con el sol ni con las lluvias, como otras, su color negro dura toda la vida del vacuno. Así, el trabajo es más sencillo y facilita la gestión. Y eso se nota en los pedidos”, aseguró.
¿Cuánto demora la entrega? “En nuestras sucursales tenemos stocks estandarizados, por ejemplo, del 01 al 300, eso se entrega al momento. Ahora, si el productor las necesita para un trabajo programado, con una anotación especial, se solicita y se hace a pedido”, aseguró.
Para los especialistas, otra responsabilidad de la cadena comercial es fomentar la correcta aplicación de la caravana.
“Por más que sea de excelente calidad, si está mal colocada se puede caer”, advirtió Godoy. En tal sentido, es importante desinfectar las manos del operario, la pinza, el macho, la hembra y la oreja de animal. Seguidamente hay que aplicar la caravana entre las dos nervaduras o venas, en el centro, haciendo el click característico y verificando que quede girando. “Eso permite que se ventile, algo fundamental para la cicatrización, más aún en estas zonas donde hace mucho calor y puede haber bichera. De esta forma, se logra una máxima retención”, explicó el técnico, mostrando un video instructivo.
En el terreno
Pablo Fernández, de la veterinaria TRT en Resistencia, Chaco, con más de 50 años en el rubro, también contó su experiencia con las caravanas láser ink, en función de los 80 ganaderos y 20 veterinarias que atiende en la zona.
“Hay muchos productores que recién la están conociendo, nosotros se las mostramos, les explicamos las diferencias, que son notorias, y una vez que las prueban las vuelven a pedir, la visibilidad es mucho mejor”, dijo. En planteos extensivos, prosiguió, “no tienen que andar enlazando o tumbando un animal para saber cuál es, qué número tiene, lo ven a distancia y eso simplifica el trabajo y hasta favorece su bienestar”, detalló.
Un flamante usuario de estas caravanas es Joaquín Fernández, un criador de Brangus colorado en Basail, Chaco, a 60 km al sur de Resistencia, que cuenta con un rodeo de 1.100-1.200 vientres y vende terneros al destete y vacas gordas. El establecimiento tiene pastizales naturales con algo de monte y bañados; hace pasturas y sorgo para la recría, encierra parte de los terneros y logra un 70-75% de destete.
“Siempre usé caravanas Allflex, son las mejores. Les pongo tarjetas a los vientres, insemino de 150 a 300 por año y voy cambiando el color. Luego hago lo mismo con los terneros, así puedo separar la cabeza de parición, que tiene otro manejo. Ahora estoy probando las láser ink, con 170 vaquillas, los números son grandes y se ven muy bien, me las recomendó mi veterinario y las vi en comercios locales. ¿Son más costosas? “No estoy pendiente del precio, trabajamos con piquetes grandes, los manejamos con seis personas y lo importante es la visibilidad, que no se salgan y que duren, así las podemos reutilizar. Tomo la decisión según el costo-beneficio”, finalizó.
Fuente: Valorcarne